Se sabe: el negocio de proveer acceso a la red internacional es redondito como el mundo y tan rentable como el de la TV-cable.
Surysur tuvo paralizada su redacción en Santiago de Chile el lunes 9 de diciembre: muchos de sus colaboradores utilizan ese servicio para sus negocios en la internet; creen –o creían– que la multinacional de origen mexicano Claro está en la cima de la tecnología de comunicaciones. Error: está en la sima.
La explicación entregada a los "clientes y usuarios" en las varias oficinas de la entidad (porque el corte afectó también a la telefonía móvil) fue "se cayó una antena". Una antena y quienes tienen contrato con Claro regresaron a la idea del teletipo, la carta postal o la señal de humo.
No es la primera vez en los últimas semanas que Claro tiene "problemas con una antena y trabaja para solucionarlo". ¿La labor fiscalizadora del Estado? Bien, gracias. Anuncia "medidas".
Todos suspiran aliviados. Hasta el próximo corte.
Los comentarios están cerrados.