Por favor, no se dejen engañar más. No crean que un moreno simpático con mucho carisma va a cambiar o hacer la revolución en un país como los Estados Unidos, donde el verdadero poder lo detiene una poderosa oligarquía oculta detrás del poder político de fachada. Las declaraciones en una confrontación TV de ambos aspirantes a la presidencia estadounidense es en ese sentido muy instructivo: defienden los intereses de los verdaderos patrones del país y sus verdaderos objetivos: más guerra, más intromisión, más lobby militaro-industrial, más rapiña, más imperialismo pero esta vez con guante para ser más elegantes.
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