Bolivia agredida. – LA USAID, EL EMBAJADOR Y LA GANA DE DESTRUIR AL PAÍS
Finalmente Evo Morales, exigió detener el proceso de conspiración, contra su gobierno y para ello no fueron necesarios los canales diplomáticos ni su hipócrita lenguaje, porque se realizó durante actos públicos, de tal forma que el pueblo y el mundo sepan claramente lo que está pasando actualmente en Bolivia.
La confabulación internacional denunciada por el Presidente de Bolivia y que insinuó está liderada por el «embajador de la limpieza étnica», como se conoce a Philip Goldberg, se hace cada vez más evidente, por el acompañamiento que muestra Poder Democrático y Social (PODEMOS), partido político de oposición, fuertemente ligado al Partido Republicano de Estados Unidos.
Las denuncias de Morales, merecieron una aparatosa protesta del Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, del gobierno de George Bush, Graig Kelly, quien pidió parar las evidencias contra el embajador Goldberg, por ser, dijo, «infundadas».
La llegada de Goldberg a Bolivia, tras activar en la liquidación de Yugoslavia y lograr experiencia en procesos de desintegración, limpieza étnica y separatismo, no es casual. El gobierno de Bush, le envió para conspirar junto a los grupos separatistas de los departamentos que se denominan la media luna.
No es raro que Goldberg esté de permanente visita en los departamentos separatistas y se reúna precisamente con grupos de poder político y económico allí concentrados con fines claramente de escisión. El embajador, no está realizando labores diplomáticas, no se reúne simplemente para tomar vino con sus leales amigos y correligionarios, sino para realizar actividades políticas, claramente intervencionistas en un país que no es el suyo.
Esas acciones, fueron las que denunció Morales en diversas ocasiones. Para ejecutar los paros, huelgas, protestas, exigencias y otras demostraciones claramente opuestas al accionar del actual gobierno, se necesita financiamiento económico. ¿Y de dónde sale el dinero?. Aparentemente de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos.
El Caballo de Troya
La Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), canaliza anualmente más de 100 millones de dólares, aparentemente para respaldar programas de desarrollo. La ayuda no tiene control. Nadie sabe cómo se invierte ese dinero. El gobierno norteamericano insiste que los fondos llegados «vía dossier», no pueden ser fiscalizados. ¿Por qué razón?. Ese dinero está en Bolivia y si es como sostiene el gobierno de Bush, entonces el dinero puede ser utilizado para conspirar contra el gobierno de manera impune.
Desde el comienzo de la denominada guerra fría, Estados Unidos ejecuta estrategias destinadas a enfrentar, con armas psicológicas, a quienes se oponen a sus intereses en todo el mundo. El complemento ideal lo proporciona la Agencia Estadounidense para la Información (USIA y USIS fuera de Estados Unidos).
Las estrategias de propaganda y manipulación psicológica, están adecuadamente respaldados por proyectos de ayuda internacional ejecutados, entre otros por USAID y la Fundación Nacional para la Democracia (NED).
Prácticamente, todos los estratos de la sociedad boliviana, están infiltrados por USAID. Según el libro El nuevo orden mundial y el saqueo de Bolivia, USAID está presente con sus dineros en ámbitos privados y públicos. En organizaciones cívicas, no gubernamentales, municipales, ambientales, periodísticas y otras.
Señala textualmente lo siguiente:
«Un caso ejemplar es de la Fundación PUMA. En junio de 2005, en honor al Día Mundial del Medio Ambiente, Juan Carlos Chávez Corrales, gerente de esta organización ambientalista, premió a Liliana Ayalde, entonces Directora de USAID, con una distinción al mérito. Este hecho fue reportado en la prensa boliviana, omitiendo indicar dos interesantes detalles: la Directora de USAID también ejercía la dirección de PUMA, y USAID era una de las principales fuentes de financiamiento de PUMA.
«Además, los antecedentes del Gerente de PUMA, son reveladores de cómo funcionan las redes de organizaciones no gubernamentales que pretenden cooperar a pueblos como el boliviano. Efectivamente, antes de ser presidente del Directorio de PUMA, Juan Carlos Chávez había sido director académico del Instituto PRISMA, una organización que en 2005, reunía a exministros de Estado, tales como Jaime Villalobos Sanjinés, Antonio Aranibar Quiroga, Fernando Romero Moreno, Mario Requena Pinto, Horst Grebe López y Carlos Tadic Calvo.
«Entre 1997 y 1998, el presidente de PUMA, fue director ejecutivo de la Fundación Milenio. En estos tiempos, el directorio de Milenio estaba presidido por José Guillermo Justiniano y contaba con la participación de los exministros gonistas, Fernando Romero y Fernando Illanes, el exembajador Jorge Balcazar y el propio expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada».
El presidente Morales, sostuvo que sólo el 20% de la ayuda que canaliza USAID se destina a caminos, riego y otros servicios, en tanto que el resto se destina a consultorías, compra de equipos de marcas estadounidenses y otros gastos destinados a respaldar a los opositores del actual gobierno.
Como se canaliza la «ayuda»
Los dineros, no fiscalizados de USAID, llegan poco a los sectores verdaderamente necesitados de Bolivia, en tanto la parte del león se la llevan los organismos vinculados a intereses norteamericanos, porque para ese trabajo está en nuestro país. Un papel, digno de ser investigado, es el que juega la Consultora Casals, aparentemente encargada de entregar los dineros de USAID a organizaciones afines a sus intereses.
El nuevo orden mundial y el saqueo de Bolivia, editado por Colectivo Sur, señala que los dineros de USAID al margen de ser destinados a organizaciones públicas, privadas, cívicas y otras, también llega a organizaciones periodísticas. Esta última afirmación, no parece estar muy alejada de la verdad, pues en los últimos meses del anterior gobierno, USAID financió a la misma Agencia Boliviana de Informaciones (ABI), aunque al producirse el triunfo del Movimiento Al Socialismo, en las elecciones nacionales, decidió recortar su financiamiento en por lo menos un mes y desaparecer silenciosamente.
También, en este caso, la Consultora Casals fue encargada de los desembolsos. ¿Será el único caso de una organización periodística, subvencionada por la organización norteamericana? Si el gobierno de Morales, precisa investigar los sinuosos caminos seguidos por los dineros de la ayuda, tiene que investigar el accionar de esta consultora.
Los paramilitares
Morales pidió al gobierno de George Bush, observar el comportamiento de su embajador Goldberg, quien en lugar de dedicarse a la diplomacia, hace política partidaria. «Lo que hace es una conspiración al gobierno», dijo.
En los últimos tiempos, otra controversia desatada, estuvo ligada a la fotografía donde aparece Goldberg junto al colombiano John Jairo Banegas (o Vanegas) y el empresario cruceño de ascendencia libanesa Gabriel Dabdoub. Banegas o Vanegas está acusado de asalto y asesinato en Cochabamba y ha sido identificado como un paramilitar, por lo que es mantenido bajo detención. Las autoridades nacionales investigan a este personaje que puede estar vinculado a los grupos que entrenan presuntas milicias separatistas en el oriente de Bolivia.
El pasado tres de mayo (2007), el periódico brasileño Hora do Povo, reveló en su página siete que narcoterroristas colombianos ligados a las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organizan milicias separatistas en Bolivia a partir de elementos ligados a bancos y empresas petroleras de Estados Unidos. La publicación, asegura que los terroristas de las AUC mantienen relación íntima con el actual presidente de Colombia, Alvaro Uribe y que en la actualidad, por lo menos 12.000 elementos reciben entrenamiento militar en las selvas bolivianas.
El Presidente Morales, mencionó la existencia de una red internacional desestabilizadora, vinculada a Goldberg. Pero además, en una reciente cumbre presidencial, se acusó al expresidente español Aznar de estar vinculado a afanes conspirativos en este continente.
El verdadero objetivo de la conspiración
La presencia del experto en descuartizar países no es para tomarlo con calma. La verdadera intención de los movimientos separatistas en la denominada media luna, apunta a la división de Bolivia. Un plan que se ejecuta desde hace por lo menos tres decenios. A sus impulsores les parece haber llegado el momento adecuado, sobre todo si se cuenta con la directa intervención del imperio.
De manera inusitada los principales activistas del proceso de escisión, son hijos de extranjeros que llegaron tras culminar la segunda guerra mundial, sobre todo croatas, vinculados al partido de la Ustacha que sirvieron como paramilitares y asesinos de Adolf Hitler. Estos hijos de ustachas, que no cambiaron ni sus nombres, son ahora los principales conspiradores para provocar la división de Bolivia, al igual que sus familiares hicieron en Yugoslavia, donde el embajador Goldberg, fue uno de los planificadores del separatismo regional.
Las intencionalidades, son claras, el dinero, está a disposición sin posibilidades de fiscalización por el gobierno nacional. Las autoridades tienen la palabra, o actúan o todos lamentaremos tarde su falta de decisión.
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* Columnista de Tribuna Boliviana
Addenda
SANTA CRUZ, TARIJA, COCHABAMBA, CHIQUISACA EL BENI Y PANDO EN PARO
Las autoridades locales de seis departamentos (provincias) bolivianas anunciaron en la mañana del martes 27 de noviembre un «paro antigobierno» para mañana miércoles. En La Paz, voceros del Ejecutivo no titubearon en calificar la huelga como antidemocrática.
La tensión es brutal, y luego de la violencia desatada en las calles de Sucre –costaron seis muertos– todo parece indicar que los dirigentes autonomistas no darán marcha atrás; lo que se perfila en el horizonte es que el enfrentamiento de la región con el gobierno central podría incluso desatar una guerra civil. De hecho los conductores políticos de esas provincias no han ido más allá por temor a dividir sus propias filas.
Las protestas decididas –directamente en contra «del indio Morales»– en Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Chuquisaca, Beni y Pando, tendrán su epílogo con una huelga de hambre de personalidades cruceñas a partir de la primera semana de diciembre.
Las provincias andinas, La Paz, Oruro y Potosí –donde es abrumador el peso político de campesinos e indígenas aymaras y quechuas–, mantienen con firmeza el respaldo al presidente Moralesm y al proyecto de una nueva constitución ya aprobado en líneas generales por la Constituyente –y que rechazan los dirigentes y elites económicas orientales.
Branko Marinkovic, del comité cívico (opositor) de Santa Cruz, el más radical de todos, dijo: «Vamos a demostrarle al gobierno (…) que no aceptaremos jamás la Constitución aprobada el sábado», en una actitud de sediciosa soberbia.
El portavoz del gobierno, por su parte, Alex Contreras, señaló que se trata de «otro intento (…) por frenar los cambios por los que lucha el pueblo.»
En el terreno inmediato las elites del oriente boliviano –las provincias de la «media luna»– se oponen a la intención del gobierno de utilizar parte de la renta petrolera para financiar un sistema de pensiones para la tercera edad y becas escolares.
La oposición política y regional ha hecho del rechazo a la nueva constitución una bandera de lucha contra Morales, a quien han enfrentado antes con demandas de autonomía y un férreo rechazo a un proyecto de redistribución de un impuesto petrolero para financiar una renta universal para ancianos.
Evo Morales no cumple todavía dos años en el Palacio Quemado. Luego de la asonada callejera en Sucre el trabajo de la Asamlea Constituyente quedó detenido; el centro de la ciudad –que aspira a convertirse en la sede del gobierno central– quedó prácticamente destruido por los bandos enfrentados, unos a favor de la reforma constitucional y otros en contra, que combatieron hasta la madrugada del lunes.