Bolivia. – EL CAMINO DEL INCA NO ES EL DE LA IGLESIA ROMANA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

América de Sur va camino al manicomio; estuvo, hace décadas, a punto de seguir el juego al loco Fidel (menos mal que la «ciudadanía» militar pudo pararlo aquello en seco –con ayuda generosa de más al norte del Caribe– y avanzamos hacia la gloriosa globalización a la americana, que sacó a México de la pobreza, tiene encantados a los canadienses y ahora estira la mano para salvar a las repúblicas de América Central).

Fidel Castro –infotrman los diarios– ya es recuerdo de la prehistoria que se escribe; lo malo que que todavía habla y existen aquí y allá ilusos que lo escuchan. Quien lo reemplaza en la locura de un discurso que no entiende los contenidos de la democracia y la economía de la libre empresa es un tal Hugo Chávez, que parece pequeño en las fotografías, pero que tiene buena estatura. Chávez es peligroso, no como Fidel, cierto, pero es peligroso. Mire que andar jugueteando con Irán.

Y no sólo eso, además deja en vergüenza a los estadounidenses al prometer –y cumplir– eso de vender combustible barato a sectores carenciados. ¡Por Dios, si todo el mundo sabe que en EEUU no hay pobres!

Dios nos hace retornar a Bolivia y a Morales.

La Iglesia no cambia

Como en tiempos de la Inquisición dijo el presidente boliiano que actuaban algunas autoridades eclesiásticas, haciendo ostentación de poder en el debate abierto en el asunto de la educación. Los tñerminos de Miorales, más que un ataque a la Iglesia Católica Romana se interpretarn como su firme apyo a Félix Patzi, ministro de Educación, que horas antes había acusado a la jerarquía de conspirar contra el gobierno.

Los dichos fueron disparados –es una metáfora– a partir de los resultados del Congreeso Educativo realizado en Sucre. En esa ciudad un acuerdo hizo tambalear crucifijos: eliminar la asignatura religión –católica, apostólica y romana, claro, pero en realidad la enseñanza de todas las religiones– de los programas escolares. El objetivo que se travesó en los solemnes carrillos eclesiales obedece a la inteción gubernamental de priorrizar la educación laica. Para el cardenal, Julio Terrazas, se trata de algo diabólico, de un discurso que crea espacios de guerra.

Y como de guerra se trata, llamó a sus ovejas a defender en forma activa la religión que él representa.

Ahí retrucó don Evo: «Estoy muy preocupado por la actitud de algunos jerarcas de la Iglesia Católica que actúan como en la época de inquisición. Quiero pedir (a algunos dignatarios) entender la libertad de religión y de creencias. No es posible que traten de imponer un criterio. Somos católicos y se va a respetar el catolicismo (…) pero no es para que quieran buscar todavía cierta ostentación de poder», dijo.

Como en los tiempos en que se ejecutaba herejes, la Iglesia decretó se ortganizan proicesiones, misas y marchas en la calenturienta provincia de Santa Cruz, teniendo en la kira extenderlas –si posible– al resto del país. La embestida católica fue interpretada por el viceministro de Educación, Julio Roque, en el sentido de que el malestar de la Iglesia se debe a que la reforma afectará sus intereses con el tiempo: «Algunos privilegios que han tenido desde hace muchos años, se van a ir perdiendo lentamente», puntualizó.

El largo Camino del Inca

Es sorprendente, pero el Camino del Inca –una obra monumental de diseño y construcción ingenieril que alguna vez unió un vasto territorio entre el sur de Colombia y la Argentina y Chile, y que también corrió entre la mar y más allá de las montañas andinas– no existe entre los monumentos considerados patrimonio de la Humanidad.

Por ahora sólo se han comprometido en buscar que la UNESCO declare patrimonio común al Camino Perú, Bolivia, Chile y la Argentina; se espera ue Colombia y Ecuador se sumen pronto. El Camino del Inca recorrió en tiempos del imperio más de 25.000 kilómetros, y todavía es posible en la Cordillera andar por él largos trechos. En el norte de Chile y de Argentina hay más de 3.500 kilómteros casi en perfecto estado.

La UNESCO se ha comprometido a estudiar la petición y es probable –aunque no se ha confirmado– que en el verano del Hemisferio Sur viaje una delegación científico-técnica para evaluar el proyecto.

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Informe de Magalí Silveyra.

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