BOLIVIA I. A EVO SE LE CAERÁ LA HOJA

Evo Morales, el dirigente cocalero boliviano, dirigente del Movimiento Al Socialismo –MAS– partido más cercano al antiguo socialismo militante chileno que al socialismo “masista” venezolano ganó, al parecer, en buena lid –sin máquinas fabricantes de votos–, obteniendo más del 51% del voto popular, las elecciones presidenciales del país más conflictivo, políticamente hablando, de Suramérica. Hay que recordar que durante el siglo XX Bolivia tuvo más de 50 presidentes, de los cuales menos de media docena lograron terminar sus mandatos constitucionales, siendo, la mayoría, aventados del poder por individuos tan parecidos o peores que lo que hoy representa Morales, quien sí tiene un mérito y éste es el de ser el primer indígena Aymará, por más señas, en llegar a la presidencia.

Según analistas paceños Morales comenzará su mandato rodeado de amigos no muy santos: Fidel, Chávez, Kirchner y Lula, aunque el más moderado es el último. Estos amigos, dicen los analistas, podrían ser el triste destino de Morales, quien podría durar de tres a seis meses en la presidencia, antes que sus enemigos políticos y los propios indígenas lo tilden de “chileno” epíteto usado como el peor de los insultos que pueda haber en el altiplano.

Morales nunca ha dejado muy en claro cuales son sus nexos con el narcotráfico, cuestión que podría usar Estados Unidos en su contra si se va por un camino que no sea del gusto de doña Condoleezza Rice. El hecho que sea un líder campesino, defensor a ultranza del cultivo de la hoja de coca, le deja poco margen para mentir. Él tiene que saber que esa hoja llega a los laboratorios de cocaína ya hecha pasta y esta pasta se hace en los propios predios campesinos (como históricamente la hacían los curas en el siglo XVII, cuando descubren su uso); él tiene que saber por donde sale esta pasta hacia los laboratorios peruanos, brasileños y colombianos, que son los más. Por lo tanto, es obvio aceptar y crear de que Evo si está metido hasta el cuello con el narcotráfico, al igual que la guerrilla colombiana que por tantos años negó el rumor hasta que hoy en día se acepta como un hecho de que ella se financia con la venta de la droga  maldita.

La apología que usan estos “revolucionarios”, que nada tienen que ver con los heroicos revolucionarios de los sesenta, es que la droga les ayuda a corromper al imperialismo y por ende a destruirlo. Y, lamentablemente, en esta infame especie creen connotados personajes que hoy día se hacen llamar “socialistas del siglo XXI”.

La droga hoy, no solo sirve para destruir a nortemaeicanos, destruye también la vida y la convivencia de millones de hogares latinoamericanos, destruye la vida de cientos de miles de jóvenes latinoamericanos, y ha hecho decaer la economía de la región en más de un diez por ciento del PIB total de América Latina.¿Puede ser de revolucionarios apoyar tal crimen?

Kissinger, equivocadamente en los años setenta hablaba del “eje del mal”, solamente porque tenía a Salvador Allende en el Sur, haciendo un socialismo de verdad y a Fidel Castro por el Norte, haciendo una parodia de socialismo; es más, Kissinger hablaba del “Sándwich Rojo”. Me pregunto, cómo le llamarán ahora al eje Kirchner-Morales-Chávez? No coloco a Lula quien acaba de suscribir en Hong-Kong un tratado secreto de libre comercio con EE.UU., a pesar de que su verbo, a veces, aparece defendiendo las tesis de sus “loquitos continentales”, como diría Che Copete.

La cuestión es que para Evo las cosas se irán complicando. Ya comenzó a tener problemas en Santa Cruz y aún no se sienta en el sillón presidencial; su discurso triunfalista fue acompañado de insultos a Chile cosa que es difícil de entender pues él sin los puertos nortinos de Chile no podrá recibir las tan necesarias mercancías que Bolivia requiere para vivir.

La apuesta, entonces, está sobre el tapete. ¿Cuánto durará Evo con su prepotencia de imberbe político y sus asesores que lo usarán de carnada en sus peleas con Washington mientras firman sendos contratos con las transnacionales?

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* Periodista y escritor chileno residenciado en Venezuela.El texto se tomó del «mailing list» Región XIV, agrupación de comunicadores chilenos en el exterior.
Correo electrónico del autopr: conchamh@cantv.net