Bolivia. – SALE GENTE AL BAILE. EVO ANALIZA Y EVALÚA
Por casi 10 horas en la calurosa ciudad de Cochabamba el presidente Evo Morales estuvo reunido con las organizaciones sociales. En el transcurso del encuentro se comprometió a realizar algunos ajustes y profundizar ciertos aspectos de su gestión en respuesta a las críticas de esas organizaciones sobre el trabajo en a áreas estimadas más débiles o lentas de su gobierno.
El viceministro encargado de la coordinación con las organizaciones sociales recogió temprano el guante: «Cualquier error que se haya cometido es siempre un error colectivo. Nosotros no compartimos la idea de sacar a ministros, sacar a viceministros para justificarnos ante el pueblo. Si hay errores, si hay situaciones que pueden ser enmendadas, justamente para esto son las evaluaciones». Fue la primera vez en la historia boliviana que un gobierno rinde cuentas a las organizaciones sociales y populares acerca de su gestión.
El pueblo representado en la reunión pidió a las autoridades más ímpetu, decisión y compromiso en la puesta en marcha de políticas de gobierno, en especial en las áreas más delicadas: petróleo, vivienda y agro, que no merecieron reparos de fondo, sino que se profundicen. Las organizaciones sociales, asímismo, valoraron la política de austeridad impuesta por el mandatario.
No faltaron las críticas al aparato y los responsables de información del Estado, toda vez que su las organizacioines sociales no se enteran a tiempo de las acciones a tomar, difícilmente podrían apoyar, criticar y mejorar los esfuerzos del Palacio Quemado. El gobierno se comprometió a mejorar los canales de comunicación e información al más breve plazo posible.
¿Se repite una metodología a la venezolana para Bolivia
Si bien no es inexacto decir que Evo Morales salió fortalecido del encuentro –»la luna de miel no ha terminado», graficó un observador– dentro y fuera de Bolivia un sector de la oposición parece haber elegido el «camino venezolano»; esto es: el choque de soslayo y el empleo del rumor como arma del enfrentamiento.
Es así como se informa que en la Argentina «alguna prensa» evalúa, para el consumo interno boliviano en estos días finales de agosto de 2006, que el gobierno de Morales tiene a la puerta una crisis –grave– causada por la corrupcion imperante y porque propicia el culto a sun persona. La corrupción tendría como protagonista a Jorge Alvarado, que asumió el rol dirigente en la nacionalizada industria petrolera, en este caso en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
La gestión de Alvarado no fue en absoluto crucificada por las organizaciones sociales.
El profesor de la Universidad de Wáshington y analista internacional Emilio Viano según esas fuentes habría considerado que la «Evolatría» se la puede comparar «con lo que pasa en Venezuela» –destacar la personalidad del caudillo a expensas de cualquier otra consideraciòn y tareas de gobierno–: «Es un populismo, tomar medidas para el populacho (…) Grandes esperanzas pero al final muy poco realizado», habría dicho.
La «pata sindical»
Más preocupante en el corto plazo es la puesta en movimiento de la «pata sindical» opositora.Los sindicatos de transportistas, maestros urbanos, de la empresa de correo y de la salud amenazaban el lunes 28 de agosto de 2006 con una semana de protestas contra el gobierno. La confederación sindical de choferes convocó para un paro de 48 horas para exigir que se atiendan sus pedidos, entre ellos el abastecimiento de carburantes.
«Ratificamos el paro de 48 horas, vamos a demostrarle a este gobierno la contundencia del autotransporte» aseguró el líder de la confederación de transportistas, José Luis Cardozo. El viceministro de Transporte, Pablo Rabzuk, juzgó de «precipitada» y «adelantada» la protesta debido a los contactos que mantienen con este sector.
El gremio de los profesores urbanos, por su parte, prepara una protesta al mismo tiempo que los transportistas. Exigen la renuncia del ministro del ramo y la realización de un nuevo congreso educativo para redactar un proyecto de ley que tenga el visto bueno de todas las organizaciones puesto que «el gobierno no ha dado una respuesta contundente a nuestro planteamiento»,dijo José Luis Alvarez, líder de los maestros.
Fuentes al interior de ambos gremios, sin embargo, manifestaron que las bases se muestran proclives a continuar las conversaciones con los funcionrios gubernamentales, puesto que «algo se avanza», y probablemente decidan, en la noche del lunes, no ir al paro.
Los dirigentes gremiales no tienen poco en juego: su las bases les quitan su confianza probablemente decidan, con quienes les apoyen, endurecer las acciones, lo que se llama una fuiga hacia adelante, creando una situación de aguas revueltas donde pescarán predecibles pescadores, pero cuya pesca es, realmente, hoy impredecible.
La eventual desestabilización del gobierno tendría proyecciones difíciles de estimar no sólo en Bolivia, sino también en países como Argentina –donde hay una gran población boliviana–, en Brasil, con quien prosiguen las conversaciones en torno de las actividades de la empresa petrolera brasileña en Bolivia y en Chile, dado que ambos gobiernos parecen dispuestos a establecer de una vez por todas relaciones formales y estrechas –que no dejan fuera de la agenda el asunto de un corredor al mar para La Paz.
Se consigna además que representantes bolivianos trabajan arduamente en Madrid para solucionar ls diferenbcias entre Espoaá y Bolivia relacionadas con las actividades de la petrolera española en el país altiplánico, conversaciones que estarían bien encaminadas.