Boric busca consenso para condenar el golpe de Estado; la oposición rechaza firmar un acuerdo «escrito con la mano izquierda»
En el contexto de su gira por Europa, el presidente chileno Gabriel Boric realizó un llamado a todos los partidos políticos del país a firmar una declaración conjunta con el objetivo de conmemorar los 50 años del Golpe de Estado. Durante una entrevista en Madrid con la emisora de radio Cadena Ser, Boric destacó la importancia de abordar la herida abierta que aún persiste en la sociedad chilena y enfatizó en la necesidad de buscar justicia y no cerrar el duelo mientras no haya un proceso de reconciliación y rendición de cuentas.
El presidente Boric subrayó que, para lograr un consenso nacional en relación al Golpe de Estado, es fundamental que todas las fuerzas políticas reconozcan que los problemas de la democracia deben resolverse fortaleciendo la participación ciudadana y no debilitándola. Asimismo, enfatizó que ninguna diferencia política puede justificar la violación de los derechos humanos ni la represión hacia aquellos que piensan de manera distinta.»Es necesario que convengamos todas las fuerzas políticas, independientemente de nuestras posiciones, que los problemas de la democracia se tienen que resolver con más democracia», afirmó el mandatario.
El mandatario dejó claro que invitará a todos los partidos políticos de Chile a sumarse a esta declaración conjunta, con la esperanza de alcanzar dos consensos fundamentales en la sociedad chilena: la inaceptabilidad de un quiebre de la democracia y el rechazo absoluto a cualquier violación de los derechos humanos. Sin embargo, esta propuesta ha generado críticas por parte de la oposición y algunas agrupaciones de Derechos Humanos. La oposición argumenta que no están dispuestos a firmar un acuerdo «escrito con la mano izquierda» que consideran sesgado y cooptado por el Partido Comunista, mientras que las agrupaciones de Derechos Humanos expresan su resistencia a la participación de partidos de derecha en la conmemoración.
El Gobierno, por su parte, defiende la idea del presidente Boric y asegura que la declaración busca condenar de forma transversal las violaciones a los derechos humanos y el Golpe de Estado como una ruptura democrática. La ministra vocera de La Moneda, Camila Vallejo, enfatizó la importancia de evitar que se justifiquen nuevamente los hechos ocurridos en el pasado y destacó la necesidad de un compromiso democrático y respeto irrestricto hacia los derechos humanos.
En otro acto conmemorativo en la Casa de América, el presidente Boric rindió homenaje a las víctimas de la dictadura militar, enfatizando que aunque no estén presentes físicamente, deberían estarlo en la memoria colectiva del país. Durante el evento, también participaron destacadas personalidades como el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la poeta nicaragüense Gioconda Belli y el cantante catalán Joan Manuel Serrat.
En el acto fueron premiados Serrat y el jurista español Baltasar Garzón «por su compromiso y defensa de los Derechos Humanos». En ese sentido, Boric, que estuvo a cargo de la entrega de las medallas, agradeció a Garzón por su papel en la extradición de Pinochet desde Londres en 1998: «No encontramos todavía toda la justicia, pero lo que hizo usted dio al pueblo de Chile esperanza», señaló el mandatario.
Garzón respondió que «como, juez, jurista, persona y militante de los derechos humanos fue un honor» sumarse a la historia de Chile. «Tomé una decisión que desde mi punto de vista era la única que se podía y se debía tomar en ese momento», remarcó. Serrat, por su parte, agradeció el reconocimiento y recordó su primera visita a Chile y su encuentro con personalidades de la cultura, como el poeta Pablo Neruda, y los artistas Violeta Parra y Víctor Jara, este último asesinado por la dictadura. «La cultura nos da más posibilidades de escoger, nos enseña a conocernos a nosotros y entendernos en el ámbito en el que vivimos, a conocernos mutuamente y nos hace capaces de ser mejores colectivamente», sostuvo el cantante.
El llamado del presidente Boric a buscar un consenso nacional para conmemorar los 50 años del Golpe de Estado representa un paso importante hacia la reconciliación y la construcción de una sociedad más justa y democrática. Es fundamental que todas las fuerzas políticas y la sociedad en su conjunto se involucren en este proceso, reconociendo los errores del pasado y trabajando juntos para garantizar que nunca se repitan.