Borrador de un corresponsal: hay aroma en La Habana

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Manuel Alberto Ramy.*

Al menos tres cubano-estadounidenses participaran en la 10ª Semana Social de la iglesia católica, que se celebrará en La Habana del 16 al 20 de junio: Carmelo Mesa-Lago, acádemico y economista, profesor de la Universidad de Pittsburgh, el politólogo y profesor de la Universidad de Harvard, Jorge Ignacio Domínguez y Arturo López-Levy. Todos ellos están "muy gustosos y contentos de participar en este espacio que la iglesia (católica) ha propiciado", informó Orlando Márquez, director de medios del Arzobispado de la iglesia en Ciudad de La Habana.

Márquez convocó en la mañana del jueves a una rueda de prensa para dar detalles del programa de la Semana Social, un evento iniciado en la década de 1990 y que tiene por objetivo la divulgación y el debate de la doctrina social de la iglesia católica a partir de las realidades concretas de cada sociedad. Vale recalcar que la doctrina social de la iglesia es un conjunto de normas morales para el accionar político-social de los fieles y no un programa político.

Los académicos cubano-americanos, invitados expresamente por la revista Espacio laical, participaran en diferentes paneles. Jorge Domínguez lo hará el día 17 de junio en el panel dedicado al "Diálogo entre cubanos", donde también estan invitados el sociólogo y académico cubano Aurelio Alonso, director de la revista de la Casa de las Américas, y Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. Obviamente será un panel muy interesante, no solo por el tema, sino  debido a la calificación de los panelistas.

Carmelo Mesa-Lago intervendrá el día 18 en el panel “Economía y Sociedad”, en el que participarán los economistas cubanos Omar Everleny Pérez, Pavel Vidal y Cristina Calvo, todos éstos del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC). Pienso que asistir al mismo sería un privilegio, dada la actualidad del asunto a meditar y debatir, y para apreciar el posible contrapunteo entre las reflexiones pensadas en la distancia y al calor de cifras y datos, y las que parten no solo del conocimiento académico, sino de las vivencias de la realidad.

López-Levy tendrá su espacio el sábado 19 en el panel que tratará el tema de “Reconciliación entre Cubanos” y en el que intervendrán el politólogo Rafael Hernández (director de la revista Temas), el sacerdote Juan Carlos Carballo y Lenier González.

La prensa no tendrá acceso a los paneles, pero sí podremos entrevistar –antes o después de los debates– a los que han intervenido en los mismos. También podremos, en algún momento, acceder a la versión escrita de sus ideas y opiniones sobre este y otros temas. Del lobo un pelo. Pero lo más difícil pudiera consistir en el acceso a Monseñor Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones del Estado del Vaticano, quien innaugurará el miércoles 16 esta semana social dictando una conferencia en aula magna del Colegio Universitario San Gerónimo, ubicado en el Casco Histórico de la capital.

La visita de Mamberti

Mamberti llegará en la noche del día 15 y para la prensa es un objetivo de sumo interés. El jueves se entrevistó con el Canciller Moratinos, que viajó de Paris a Roma trás sostener un encuentro presidiendo la troika de la Unión Europea (UE) con el canciller cubano Bruno Rodríguez, y ambos han sido escuetos y cautos en responder a la prensa, al menos hasta que escribo estas líneas. Y agreguen que también se celebró la audiencia que concedió el Papa Benedicto XVI al Presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y hasta ahora lo único que he leido es que, entre otros temas, conversaron sobre la situación de la iglesia en varias regiones del planeta, entre ellas la del Caribe…

Si bien todas las iglesias son de interés para ambos dignatarios, hay una que les toca con la fuerza de la actualidad: la de Cuba. Para España, cuyo gobierno ha promovido un cambio en la  política que mantienen los 27 de la UE —que piden al gobierno de La Habana modificaciones en asuntos  que son de la soberanía nacional—, es sumamamente atractivo el proceso de diálogo entre la iglesia católica cubana y el gobierno, entre otros motivos debido a que incide en algunos de los requerimientos de la UE (situación de los presos y posible excarcelación gradual), pero no se limitan a éstos. El Cardenal Ortega, durante su conferencia de prensa del pasado 20 de mayo, dejó bien claro que el mismo trataba sobre la realidad actual y el futuro.

Aunque el Cardenal y Arzobispo de La Habana insistió –para mi satisfacción– llamativamente en que ese proceso era de la iglesia en Cuba y negó que tuviese relación con la visita de Monseñor Mamberti, jerárquicamente está sujeto al Papa y éste, a  la vez, es el jefe del Estado del Vaticano. A buen entendedor pocas palabras.La iglesia cubana desempeña en este minuto un papel propio de alcance inesperado: mediar como institución nacional en problemas internos, pero que tienen alcance internacional, cualidad que facilita al gobierno cubano entenderse domésticamente (ojo, entenderse no equivale a rendirse) y así abrir espacios en la esfera exterior.

Preciso: el resultado de este proceso en la política exterior será eso, una consecuencia del diálogo entre cubanos. De ahí, pienso, el renovado interés de España, la parquedad en las declaraciones de su ministro de Relaciones Exteriores, y en las del cubano también. 

Una buena amiga me ha preguntado reiteradamente qué espero. No tengo bola de cristal, solo olfato. Mi abuela decía que cuando algo se cocina el aroma llama la atención del vecindario. Carezco de elementos para inclinarme hacia el éxito o el fracaso. Pero que hay aroma, lo hay.

* Periodista.
En http://progreso-semanal.com

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