Brasil pide a la Ue que postergue la regulación antideforestación y frena el acuerdo con Mercosur
Los ministros de Relaciones Exteriores y de Agricultura de Brasil enviaron un escrito a la Unión Europea (Ue) para solicitar una prórroga de la vigencia del Reglamento sobre Productos Libres de Deforestación, debido a que puede afectar a la industria de los países del Mercosur. Este posicionamiento de Lula da Silva deja en evidencia la falta de sintonía, lo que vuelve improbable que el acuerdo de libre comercio se concrete este año. Pero la decisión del gobierno brasileño fue celebrada en Asunción.
«El inicio previsto para la implementacion de la regulación antideforestación para la Unión Europea al final del 2024 representa un motivo de seria preocupación para diversos sectores exportadores brasileños y para el gobierno brasileño», inicia el escrito oficial de Brasil. El canciller Mauro Vieira y el ministro Carlos Baqueta aclararon que su país es uno de los dos principales proveedores de la Ue, pero sus productos -más del 30% de las exportaciones brasileñas para el bloque comunitario- podrían quedar condicionados por la regulación.
El pedido del gobierno de Lula es que, para evitar el impacto en las relaciones de bloque a bloque, la Ue no implemente la EUDR a partir de fin de año y que, en cambio, evalúe reconsiderar los plazos. Brasil lidera el diálogo directo con Bruselas y espera gestos para ganarse el favor de Santiago Peña, que rechaza partes del acuerdo, sobre todo la vinculada con las exigencias ambientales y las garantías para los productores paraguayos.
«Desde la fase de discusión inicial de la legislación en Bruselas, Brasil dejó en claro su posicionamiento. Consideramos que la EUDR es un instrumento unilateral y punitivo que ignora las leyes nacionales sobre el combate contra la deforestación, teniendo aspectos territoriales que contradicen el principio de soberanía», menciona el documento en otro párrafo.
Brasil, mediante su pedido, señala que la EUDR establece un trato discriminatorio entre países que dependen de sus recursos forestales para sostener sus economías, aumenta el costo de los procesos productivo y exportador, que afecta principalmente a los pequeños productores y viola pricipios y reglas del sistema multilateral de comercio.
En Paraguay, la posición de Lula fue bien recibida, en especial por referentes del sector productivo como la Unión de Gremios del Paraguay, el órgano que aglutina a todas las organizaciones de ganaderos y agroindustriales. Hace semanas, la UGT había emitido un comunicado conjunto con otras entidades afines para manifestar su rechazo a la vigencia del Reglamento 1.555 de la Ue, que impone condiciones ambientales a sus proveedores.
Por otro lado, fuentes del Gobierno indican a LPO que lo más probable es que el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur no avance más y se consolide el interés que tiene el bloque de ir trabajando más de cerca con países asiáticos. «Pienso que con Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés) sí se va a poder cerrar, ahí podemos conseguir atraer inversiones de países como Suiza o Noruega. En su momento, pudimos tener capital de Luxemburgo y en buena medida», comentó un funcionario.
*La Política On Line
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