Brigitte Bardot, ícono absoluto del cine francés y uno de los mayores símbolos del siglo XX, falleció este jueves a los 91 años en La Mandrague, en Saint-Tropez. El fallecimiento de la actriz fue anunciado por la Fundación Brigitte Bardot, que no especificó la hora del fallecimiento. En un comunicado, la organización describió a Bardot como una «actriz y cantante de renombre mundial que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y energía al bienestar animal y a su fundación».
Su muerte marcó el fin de una era y su legado sigue vivo en la cultura y la memoria colectiva. BB, conocida por sus película icónicas y su estilo de vida hedonista, dejó un impacto duradero en la historia del cine y de la moda también. Su fundación, se centra en la defensa de los animales, un tema que abordó a lo largo de toda su vida.
Bardot no sólo fue una de las más grandes actrices del siglo XX, sino el mayor símbolo sexual de su generación, transformando la imagen femenina en el cine e influyendo en la moda, el comportamiento y la música.
La actriz francesa participó en cerca de 50 películas y dejó dos escenas legendarias: un mambo febril en un restaurante de Saint-Tropez («Y Dios creó a la mujer», 1956) y un monólogo en el que enumeraba, desnuda, las diferentes partes de su cuerpo, al comienzo de «El desprecio» (1963). Sin embargo, ser comercializada despiadadamente como un símbolo sexual hedonista fue algo que ella llegó a detestar.
Con los años, Bardot vio frustrada su ambición de convertirse en una actriz seria y abandonó tempranamente su exitosa carrera para dedicarse a la defensa de los derechos de los animales. Años después, su reputación se vio dañada por proferir insultos homofóbicos y fue multada en múltiples ocasiones por incitar al odio racial. Su hijo también la demandó por daños emocionales después de que ella dijera que hubiera preferido «parir a un perrito».
Fueron profundas cicatrices en la memoria de un ícono que, en su mejor momento, puso el bikini, el deseo femenino y el cine francés en el mapa.
Nacida en París en 1934, Bardot comenzó su carrera como modelo y rápidamente se convirtió en un rostro indispensable del espectáculo europeo. Obtuvo reconocimiento mundial a partir de la década de 1950, especialmente tras el éxito explosivo de «Y Dios creó a la mujer» (1956), una película que redefinió los límites de la sensualidad en la pantalla y la colocó en el centro del imaginario mundial.
La actriz también fue inmortalizada por la canción «Je t’aime moi non plus», grabada en 1967 junto a Serge Gainsbourg. La canción, que posteriormente tuvo una nueva versión con Jane Birkin, se convirtió en una de las grabaciones más eróticas e icónicas de la historia de la música popular, marcando definitivamente la imagen pública de Bardot como musa y símbolo de la libertad sexual.
y «El desprecio» (1963), esta última dirigida por Jean-Luc Godard y considerada una obra maestra del cine moderno. Su rostro, fotografiado por figuras como Richard Avedon y Sam Lévin, se convirtió en un símbolo universal de la belleza femenina.
En la década de 1970, Bardot decidió abandonar definitivamente el cine y dedicar su vida a los derechos de los animales. En 1986, creó la Fundación Brigitte Bardot, una organización internacional para la defensa de los derechos de los animales. Su activismo le valió reconocimiento mundial y la convirtió en una de las voces más influyentes del activismo ambiental en Europa.
A pesar de su prematura retirada de la gran pantalla, el impacto cultural de Bardot nunca disminuyó. Su estética inspiró a generaciones de actrices, modelos y diseñadores, y su imagen sigue siendo revisitada en libros, exposiciones y obras audiovisuales. Para la crítica, Bardot sintetizó un momento único en la transformación de las costumbres del siglo XX y sigue siendo un referente tanto artístico como social.
La muerte de Brigitte Bardot cierra un capítulo fundamental en la historia del cine y la cultura pop mundial. Su belleza, su talento y su actitud libertaria marcaron épocas e influyeron en millones. Pero su figura —como actriz, musa y defensora de los derechos de los animales— permanecerá viva, imborrable, en la memoria colectiva.
* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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