Buenos Aires, Teatro Colón: partituras históricas en la basura
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Mientras hacía su recorrido habitual por la calle Viamonte, la semana pasada un joven (que se gana la vida recogiendo papeles y cartones de deshecho) descubrió en los cestos de basura partituras de coro y orquesta de emblemáticas óperas.
Nicolás Rupani, un muchacho de 23 años que junta cartones por las calles porteñas, hizo una de sus paradas habituales por Viamonte al 1100. Para su sorpresa, allí, frente a la puerta del Teatro Colón, encontró una jugosa cantidad de "cuadernillos". Alguien lo detuvo y le pidió que por favor esperara antes de marcharse con su bolsón cargado. Una hora después, dos abogados que representan a los trabajadores del teatro llegaron a la puerta.
Los cuadernillos, como los llamó Nicolás, son partituras de coro y orquesta de emblemáticas óperas: Aída, Il Trovatore y Falstaff, de Giuseppe Verdi; El murciélago, de Johann Strauss, y El barbero de Sevilla , de Rossini; en la mayoría se leía impreso en la portada "Archivo Teatro Colón".
"Recibimos el llamado de integrantes del coro del teatro avisando que personal de archivo estaba tirando partituras originales de coro y orquesta de estas óperas", contó al diario La Nación Sebastián Alanis, abogado de los empleados del teatro. "Calculamos que serán unas 300 partituras; vinimos para acá con una escribana que nos entregará la certificación mañana (por hoy) para hacer la correspondiente denuncia penal", agregó el abogado.
En la Argentina —y en otras tierras— caben pocas dudas de que este último hecho —el desprecio por el acervo histórico del Colón— se corresponde con la nula comprensión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el significado y sentido de los fenómenos culturales. La cultura es un riesgo, es de esperar que Mauricio Macri, jefe del Gobierno de Buenos Aires, no desenfunde él también la pistola.
El director del Teatro Colón de Buenos Aires, Pedro Pablo García Caffi —que se apresuró a manifestar sospechas sobre los trabajadores en conflicto—, aseguró el viernes 26 de este mes que la temporada 2011 del teatro argentino no peligra pese a los reclamos de sectores sindicales que ya obligaron el año pasado a suspender varias funciones.