Capturan al narcoexpresidente Juan Orlando Hernández: EU le soltó la mano
Gerardo Villagrán del Corral - CLAE
A menos de un mes de haber dejado el poder tras dos mandatos consecutivos, el expresidente ultraderechista hondureños Juan Orlando Hernández (JOH) fue detenido en su casa de Tegucigalpa, acusado por la justicia estadounidense de ser parte de una trama que transportó entre 2004 y 2022 unos 500.000 kilos de cocaína hacia Estados Unidos.
Tras la solicitud de extradición girada por Estados Unidos contra Hernández (2014-2022) por acusaciones de narcotráfico y asociación ilícita con organizaciones criminales del exterior, la Corte Suprema de Justicia designó al juez para estudiar la extradición. Pocas horas después el magistrado firmó la orden de detención contra el exmandatario del partido Nacional.
El anuncio de una posible extradición del expresidente hondureño a Estados Unidos fue recibido entre celebraciones por hondureños y hondureñas que salieron a las calles donde se escuchaba la canción que hoy se comprueba profecía: Juanchi va pa Nueva York.
El tema se popularizó con la extradición y sentencia del primero de los Hernández, el exdiputado del partido Nacional, Tony, considerado por Estados Unidos como un narcotraficante de “gran escala”. En distintos puntos del país se realizaron caravanas celebratorias por la posible extradición de Hernández a Estados Unidos.
El arresto se produjo a tan solo dos semanas de que Hernández terminara su segundo mandato, con la elección de la centroizquierdista Xiomara Castro. El año pasado su hermano, el exdiputado del partido Nacional, Tony Hernández fue condenado a cadena perpetua por un tribunal federal en Nueva York por tráfico de drogas hacia EU.
La semana pasada el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, anunció el retiro de la visa del Hernández, dando por finalizado el apoyo otorgado por la Casa Blanca tras su ilegítima reelección en 2017. Blinken indicó la semana pasada que Hernández fue incluido en julio en un listado de personas señaladas de corrupción, o de socavar la democracia en Centroamérica, por lo que ordenó las restricciones de visa.
«Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, debido a acciones corruptas», escribió Blinken en su cuenta de Twitter.
JOH llegó al poder en 2014 y fue presentado como modelo de los aliados de EU que le hacían frente al narcotráfico en Centroamérica. En los últimos meses de su presidencia, fue incluido en una lista de actores centroamericanos corruptos, elaborada por Washington. Sin embargo, su aparición en la lista solo se hizo pública pocos días antes de la solicitud de extradición.
Irónicamente, como jefe del Congreso Nacional en 2012, Hernández lideró la aprobación de una reforma constitucional que permitió la extradición de hondureños acusados de narcotráfico, terrorismo o crimen organizado.
Esposado, con un chaleco antibalas y un casco de protección Hernández fue capturado en su casa en un operativo de las fuerzas de seguridad hondureñas junto a la DEA estadounidense. El proceso de extradición se realiza en dos audiencias: en la primera se comunica el pedido de extradición, y un mes después se desarrolla la segunda audiencia para presentar pruebas. El proceso podría durar de dos a tres meses más.
JOH es señalado por «fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos». El segundo cargo es por “usar o portar armas de fuego o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».
Y el tercer cargo hace referencia a una conspiración para usar armas de fuego para apoyar la importación de drogas a EU. «Conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos», añade el documento.
En este sentido, según el texto el expresidente «recibió millones de dólares por sobornos y ganancias de múltiples organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares».
Ramón Sabillón, secretario de Seguridad, afirmó que la presidenta Xiomara Castro ordenó el cumplimiento de la ley y se mantiene informada del caso. «Un expresidente extraditado es un hecho vergonzoso para nosotros como país”, lamentó Sabillón. Unos 600 efectivos de la policía se encuentran resguardando los bienes del expresidente “para prevenir cualquier ilícito por la zona”.
Los hermanos Hernández (y compañía)
En junio de 2019 se produjo la condena de 30 años de prisión contra su hermano y exdiputado del partido Nacional, Juan Antonio «Tony» Hernández. En marzo de 2021 el juez estadounidense Kevin Castel lo declaró culpable por participar en la importación de 185 mil kilos de cocaína hacia EU.
«Provocó brutales actos de violencia y canalizó dinero de la droga para campañas del Partido Nacional a cambio de promesas de protección a los narcotraficantes”, señalaba la sentencia condenatoria. Castel subrayó que el tráfico de drogas en el que estuvo involucrado fue «patrocinado por el Estado», cuya principal jefatura ocupaba su hermano, Juan Orlando Hernández, nombrado en el texto como el «CC-4» (conspirador número 4).
Tony Hernández también fue declarado responsable de asesinatos al actuar «como facilitador en sobornos a políticos, incluido su hermano». El juez además indicó que los sobornos provenían de narcos como Joaquín “El Chapo” Guzmán, del cártel de Sinaloa.
Los fiscales también presentaron evidencia de un libro de contabilidad confiscado a un narcotraficante, en el que supuestamente se detallaban cargamentos de cocaína distribuidos por Tony Hernández, y en el cual había una línea que señalaba un pago de 440.000 dólares para “JOH y su gente”. Las iniciales “JOH” se han utilizado durante mucho tiempo para referirse al expresidente.
En marzo de 2021, Hernández volvió a cobrar protagonismo en un juicio en Estados Unidos, esta vez contra el narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez. Los fiscales hicieron varias acusaciones contra JOH, nuevamente como co-conspirador no imputado.
Por ejemplo, que había recibido un soborno de 25.000 dólares por parte del acusado para proporcionar protección legal y política para las operaciones de narcotráfico. Este acuerdo supuestamente le dio a Hernández acceso a un laboratorio de drogas que producía cientos de kilos de cocaína al mes en el norte de Honduras.
Entre las pruebas más contundentes del juicio se encuentra el testimonio del excontador de Fuentes Ramírez, quien afirmó que estuvo presente en una reunión de la que el expresidente salió con un maletín lleno de efectivo. En los documentos de sentencia de Fuentes Ramírez, los fiscales mencionaron a JOH más de 500 veces, acusando al entonces presidente de vínculos de larga data con grupos narcotraficantes.
Lo que vendrá
La aprehensión fue ordenada por el magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Edwin Francisco Ortez Cruz, tras ser designado por unanimidad juez natural por el pleno del máximo tribunal del país para analizar el caso. El vocero de la CSJ, Melvin Duarte, explicó que el juez hará una valoración de la información remitida por Washington para decidir sobre la extradición.
La primera audiencia presencial de Hernández se realizará hoy a las 10 de la mañana, informó Sabillón en rueda de prensa, pero no definió el lugar. Señaló que los principales cargos a los que se enfrenta en Estados Unidos son tráfico de drogas, uso de armas para el narcotráfico y asociación delictuosa para usar armas en el tráfico de drogas.
La administración de la presidenta Xiomara Castro celebró el arresto. Es un éxito, es un hecho histórico, señaló el ministro Sabillón. El gobierno ha demostrado firmeza al cumplir la ley, concluyó, aunque en el ambiente sigue flotando una pregunta: ¿por qué precisamente ahora?
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la). Desde Tegucigalpa.