Carta abierta: «Hacia una propuesta desde el sur global para abandonar las energías fósiles»

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Por más de un siglo, Colombia ha promovido activamente la extracción de energías fósiles. Es el quinto exportador mundial de carbón y ha llegado a explotar hasta un millón de barriles de petróleo al día. Debido a la reducción del volumen de reservas, actualmente busca abrir otras fronteras de explotación mediante fracking, y en aguas profundas del mar Caribe.

La extracción de combustibles fósiles en Colombia ha sido fuente de contaminación (afectando valiosos ecosistemas en el segundo país más biodiverso del mundo), corrupción, erosión cultural y conflictos socioambientales, derivando en violencia, amedrentamientos y asesinatos de defensoras y defensores del ambiente. La necesidad de superar esta condición, resultado de décadas de inversión en una economía extractiva, implica también atender el llamado del momento histórico, decisivo tanto en materia ambiental como climática, mediante el replanteamiento de nuestra relación con la energía mediante una transición energética que deje atrás los hidrocarburos.Calentamiento global: ONU pide al mundo prepararse para abandonar los  combustibles fósiles - San Lorenzo Hoy

Por eso, llama la atención positivamente la propuesta de transición de Gustavo Petro y Francia Márquez en el contexto electoral colombiano. Como se explicita en el programa de gobierno, la propuesta contempla:

  1. «Un desescalamiento gradual de la dependencia económica del petróleo y del carbón.»
  2. «Se prohibirá la exploración y explotación de yacimientos no convencionales, se detendrán los proyectos piloto de fracking y el desarrollo de yacimientos costa afuera. No se otorgarán nuevas licencias para la exploración de hidrocarburos.»
  3. Se destinará «la extracción de las reservas actuales de combustibles fósiles (…) al consumo interno bajo criterios técnicos y socioeconómicos que permitan una mayor eficiencia en su uso y una mayor tasa de retorno energético».

Se propone una transición gradual, justa y con suficientes salvaguardas a los sectores económicos y laborales que dependen hoy en día de la extracción de combustibles fósiles. La propuesta implicaría no solo cambios en la matriz energética, sino la oportunidad para impulsar la diversificación y descentralización económica de Colombia.

Se trata de una apuesta por otras fuentes de ingresos, muchos de ellos basados en la rica biodiversidad del país, que facilitaría la generación de condiciones de vida digna para muchas personas, especialmente pueblos indígenas, afrocolombianos, campesinos y víctimas del conflicto armado y de los megaproyectos energéticos. Este camino ubicaría al país a la vanguardia de la lucha climática efectiva y brindaría las condiciones necesarias para proteger sus valiosos ecosistemas, fundamentales para la preservación de la vida en el país y el planeta.

Saludamos esta propuesta, e invitamos a apoyar el diseño e implementación de una política pública de transición socioecológica justa, viable y sólida, que, a partir de la disminución planeada de la dependencia de los combustibles fósiles, se convierta en un ejemplo para la región y el mundo que impulse la construcción de un nuevo paradigma, dejando por fin los combustibles fósiles en el subsuelo».

La dirección de la Plataforma con la posibilidad de adherir personalmente con vuestra firma, se encuentra aquí.

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