Chile. – CARTA ABIERTA AL MINISTRO BELISARIO VELASCO

A días de conmemorarse un aniversario más del asesinato de mi hijo MAarcos Ariel Antonioletti rompo el silencio. Inicio esta carta pública a su persona haciéndole a usted algunos recordatorios.

Cuando CODEPU en enero de1991 me pidió que acompañara al Presidente del organismo y a un abogado de esa institución, a su oficina ministerial, no olvido que, al saludarme, usted dijo «Su hijo fue asesinado a sangre
fría»…

El asunto es ¿quien tenía la información del lugar donde estaba mi hijo?
Era usted, por la delación de la persona que fue compensado e ingresó a trabajar en cargos varios de gobierno y hoy se desempeña en altos niveles de la Secretaría de Comunicación de La Moneda.

Ariel fue ejecutado con un solo tiro de un experto tirador de la policía de asalto de Investigaciones (herencia de la dictadura usada entonces).

Queda en el aire la respuesta a ¿Quién dio la orden de ejecutar a mi hijo?

Un segundo recordatorio: en abril de 1996 cuando Carabineros, del SIP, asaltó mi casa con armamento de guerra y retuvieron a mi anciana madre –separándola de mí, encañonada durante toda la acción– con armas sofisticadas de origen israelí, sin orden de allanamiento…

Recuerdo que usted dijo: «fue abuso de autoridad y están todos identificados»…

Pero usted, aparentemente un justiciero, se lavó las manos, porque no hizo nada ante ese abuso¡ A pesar de que sabía que fue un delito mantener secuestrada a una anciana de 89 años.

Por mis propios medios, sin representación de abogado, acudí a un Juzgado del Crimen a interponer una querella de puño y letra por asalto y robo de especies contra el SIP. Han pasado 11 años de ese hecho. Fue el general Director de Carabineros de entonces quien mandó a mi casa a un oficial para presentar disculpas.

Lo inaudito es que en esta democracia tan extraña hoy se acusa, juzga y se dispone incriminar a dos ex prisioneros políticos de la CAS. Y, como en noviembre de 1990, hoy, da carta blanca para que la policía actúe: o sea que si encuentran a estos dos jóvenes –que hasta el sábado cinco (de noviembre de 2007 recién pasado) hacían sus actividades normales sea laborales o en cantatas públicas–, nos está indicando que debemos reunir dinero para sus funerales.

De hecho y a ojos vista, claramente fue un montaje. La prensa y los señores
políticos dictaron sentencia: cadenas perpetuas para ambos. Ante tal puesta
en escena ¿quién no huye de la jauría sedienta de sangre? Esa vida normal
que llevaban hasta la fecha truncó las vidas de Juan Aliste y Marcelo
Villarroel.

¿Por qué acorralar a estos jóvenes quienes son personas, son hijos y
–también– son padres?

¿Fue acaso una especie de ruleta rusa a quiénes de los ex presos políticos
de la CAS se debía inculpar? Aún, en el supuesto que hubiesen participado,
si tuviéramos en un Estado de Derecho, no se actuaría de tal modo. En
cambio se azuza –a través de los medios de comunicación– para que se salga a la gran cacería.

Basta de ignominia, basta de usar trucos inspirados en la DINA, CNI, y de la «Oficina» de los años ´90, que dejaron un reguero de «subversivos» muertos
sin juicio previo.

Considero que dictar sentencias a través de los medios de comunicación a
Juan Aliste y Marcelo Villarroel, no garantiza el derecho a defensa y a
intentar demostrar qué hicieron el día en que ocurrió el asalto al banco y
la muerte del carabinero.

La arremetida actual me recuerda el montaje del plan Zeta durante la dictadura que significó baño de muerte, torturas y prisión a miles de
chilenos y extranjeros que residían en el país…

A partir de estos recordatorios, manifiesto a Ud. que no me cabe duda que
la persecución a los ex prisioneros políticos de la CAS es un montaje,
que tiene color, olor y sabor a muerte para quienes hoy son sentenciados,
y el Estado de Derecho» metido en el bolsillo. Ya se hizo el juicio y condena a través de los medios de comunicación: ¡el pulgar del emperador indica hacia abajo!

Pero también quiero argumentar basada en los medios de comunicación para confirmar que en el Ministerio del Interior, durante el año en curso, ha tenido
una actitud febril respecto a apuntar a personas como «presuntos subversivos».

1. La historia se inició la tercera semana de marzo, cuando los medios de comunicación publicitaran, por primeravez en la historia de Chile, que el 29 de marzo era el «Día del Joven Combatiente».

Y fue a través de los medios de comunicación que fuimos testigos de la puesta en escena hecha por el subsecretario de la cartera que usted encabeza. El abortado montaje del señor subsecretario cuando hizo allanar la USACH y con tomas televisivas espectaculares mostró los sables de los estudiantes –que eran para actividades artísticas– y de químicos –que eran desechos de los laboratorios para ser eliminados–.

Pero él, porfiadamente mostraba las «pruebas» de que eran materiales para preparar bombas incendiarias y que los sables eran «armas peligrosas».

La intención quedó clara, especialmente para quienes desde el 11 de septiembre de 1973 hasta hoy, hemos vivido los golpetazos del Poder para:

a) desviar la atención por los problemas que se generaron por la implementación del transantiago, o

b) pretender intimidar a quienes homenajeamos a los hermanos Vergara Toledo para que no asistiéramos a la Villa Francia para acompañar a Luisa Toledo y Manuel Vergara al velatón que se hace en esa fecha para rendir homenaje a sus hijos asesinados.

2. Respecto a la muerte del policía el 11 de septiembre pasado, fue un hecho que encendió la luz verde para actuar en contra de ex prisioneros «subversivos» y quizás contra los familiares. Esta afirmación la sustento en
los siguientes argumentos:

a) Durante el día de la conmemoración del 11 de Septiembre la policía actuó con equipamientos de guerreros.

b) La represión abusiva, por ejemplo para quienes caminábamos hacia el Estadio Víctor Jara: se nos agredió durante el recorrido –que fue por la vereda– y, cuando logramos llegar al lugar, para encender velas, leer poemas
y cantos con guitarra, fuimos agredidos por todos los llamados «elementos disuasivos» que fueron lanzadas al pasaje desde las dos calles perpendiculares.

Lo dramático de la muerte del carabinero durante esa noche, fue dado a conocer en un programa en TVN («Pasiones») que entrevistó a la viuda del policía baleado y muerto durante la noche del 11. Ella manifestó que su esposo –cuando recibió la orden de ir junto a otros policías al lugar– la llamó por teléfono al sur para despedirse de ella, y que esa despedida fue muy emotiva, con certeza de que no volvería a verla.

c) Esa noche la policía salió a la población en que había balazos, sin dispositivos para actuar según costumbre y –de acuerdo a información de prensa y reporteros que estuvieron en el lugar– con orden de no hacer uso de sus armas reglamentarias.

d) Quien mató al carabinero usó un arma de grueso calibre no fácil de obtener. Fue apresado e identificado con vinculación al narcotráfico, tal como se manifestó en declaraciones esa noche y al siguiente día, pero en los canales de TV mostraban imágenes de las marchas en solidaridad con los prisioneros políticos, mostraban «a los subversivos».

El relato de la viuda fue realmente impactante y esclarecedor… ¿por qué iban sólo con sus uniformes, sin cascos, sin equipamiento?

3. Sin duda el Gobierno sabe que los chilenos que no somos considerados «gente que ganó», estamos hartos de guerras sucias (de los dos primeros gobiernos de la coalición).

Que estamos hartos de las postergaciones en el plano laboral; de supuestos derechos ciudadanos; de los problemas en educación; de quienes no tienen derecho a vivir en una casa digna; de las pensiones irrisorias; de la destrucción del medio ambiente; de la contaminación a nivel de aire, agua y tierra en todo el territorio nacional (…¿o transnacional?)

Sí, señor Velasco: ¡son 17 años que ustedes han gobernado para proteger los intereses del poder económico a costa de las personas!

Para muestra un botón: a pesar del problema de agua, de los cambios
climáticos a nivel planetario y, especialmente en Chile y la tremenda
contaminación del todo el territorio, se dio pasada libre para la explotación
de Pascua Lama. No importa que se destruya el glaciar cordillerano
aunque sea una reserva de agua…

¡Total allá trabajan familiares de miembros de gobierno!

Saben que la mayoría, los sobrantes para el sistema, se cansó y ya eleva la
voz. Sin necesidad de ser expertos en análisis de información se planean,
quizás en la ANI o en las oficinas ministeriales acciones con proyecciones
futuras porque no son ciegos, saben que los chilenos han perdido la
paciencia. Saben que se enfrentan a la generación de jóvenes que no
vivieron la dictadura ¡Qué mejor demostración que la de los estudiantes
secundarios que los puso en jaque!

Usar los medios de comunicación, para actuar contra jóvenes de los
colectivos okupa en que encontraron bidones de kerosén para,
«supuestamente», fabricar molotov ¿Molotov de kerosén? ¡Esa sí que
resultó una de las novedades del año!

Y, ahora ¡qué mejor idea que aquella de «inculpar» a ex prisioneros
Políticos del asalto al Banco Security! Y arman la comparsa con los
monopolios COPESA y El Mercurio, además de la TV, que no informan sino que avalan «el Estado de Derecho» funcionando como jueces y verdugos.

Es un hecho que aquellos que creyeron que iban a ser «gente» y que ahora
comprenden que son sólo sobrantes en el país, es un hecho que otros que se
han desencantado en estos 17 años, es un hecho que los jóvenes que no
cocieron la dictadura no quieran más.

¡Sí! El país despierta y quiere un mejor destino. Pero rechazamos que sea a
costa de buscar excusas para matar.

¡Basta de dictar sentencias sin haber dado ninguna oportunidad a Juan Aliste
y a Marcelo Villarroel! Una vez más, se devela el atropello de los derechos constitucionales con la cacería a la que están sometidos en este momento, sin otra opción que el esconderse.

Mi experiencia de madre me grita cuál será el epílogo si los encuentran.

Asumo la responsabilidad de cada una de mis palabras y llamo a usted que declare públicamente que se compromete en garantizar que Aliste y illarroel,
no serán asesinados en falsos enfrentamientos.

Anamaría Antonioletti