Chile: CODELCO tiene que caer
Wilson Tapia Villalobos*
Desde hace tiempo que con CODELCO –Corporación del Cobre– se está tratando de escribir la crónica de una muerte anunciada. Claro que no tan magistralmente como la novela de García Márquez. Más burda. Incluso por los intentos de encubrir el crimen tras un velo de afirmaciones susurradas.
En fin, una trama que si uno mira con un poco de atención, sólo un poco, descubre que todo obedece al afán de echar mano a un gran negocio. Un negocio que ya tiene dueño, pero nadie parece interesado en preguntarle a éste su parecer.
Con las acusaciones de mala gestión, de desorden, de corrupción, que se han lanzado contra CODELCO en los últimos meses se pretende pavimentar el camino para privatizar. Ya lo anunció el grupo transversal de expertos que llegó a la conclusión que la cuprera debía lanzar a la bolsa hasta el 30% de su patrimonio.
Los argumentos para privatizar son todos técnicos. Los esbozó Alfredo Ovalle, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), antes de que los expertos entregaran su veredicto, cuando era presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI) no más. Pero luego del informe volvió a la carga.
Ovalle ha planteado que CODELCO debe transformarse en sociedad anónima. Y en ella los trabajadores de la cuprera estatal llegarían a ser capitalistas.
En la misma línea se han explayado otros especialistas, como Leonardo Suárez, economista jefe de la corredora Larraín y Vial. Sus argumentos: que actualmente CODELCO es incapaz de retener a sus talentos, rigideces políticas que se han institucionalizado y que “la totalidad de las utilidades van al Fisco”.
La idea del capitalismo popular ya se puso en práctica durante la dictadura militar. Y se hizo con el Banco Chile para salvarlo de la quiebra. Sabemos lo que pasó con el Banco y quien es hoy dueño de él. No precisamente los trabajadores chilenos.
En los últimos días, un nuevo elemento ha saltado a la palestra. Se habla de corrupción y en ella se involucra a la Federación de Trabajadores del Cobre y, obviamente, a CODELCO.
Como siempre que los dueños de los medios de comunicación desean lanzar basura al imaginario popular, no importa que la aseveración carezca hasta ahora de asidero. Pero si uno se sumerge en las cifras, no puede dejar de comprender a los privatistas:
Entre 1994 y 2007, CODELCO aportó al fisco la suma de US$ 31.250 millones, con una producción de cobre de 21.720.600 toneladas métricas finas (TMF). Las empresas privadas, en cambio, rindieron al erario nacional US$ 16.000 millones, mientras su producción alcanzaba a 36.581.200 TMF. Si todo el cobre, como era hasta la dictadura, perteneciera al Estado chileno, en ese mismo período la nación habría dispuesto de US$ 90 mil millones.
Hoy, en cambio, los más de US$ 40 mil millones de diferencia van a los bolsillos de privados y poco de eso queda en Chile.
Quienes quieren privatizar, confían en que CODELCO mantendrá su calidad de estatal sólo hasta el próximo gobierno o el subsiguiente. Y eso porque la presidenta Michelle Bachelet ya dejó en claro que durante su mandato CODELCO no sale de las manos del Fisco.
Frente a este importante tema uno quisiera ver todo claro. Pero no es posible. La actitud de la autoridad máxima de CODELCO no ha estado en consonancia con la postura de la mandataria. Frente a los ataques arteros, las respuestas tardan y cuando salen, son tibias, como si alguien estuviera de acuerdo con los privatizadores.
De más está decir que hasta ahora el pensamiento del propietario de CODELCO sólo se conoce de manera tangencial. Las encuestas que han abordado el tema arrojan resultados categóricos: el 80% de los chilenos no quiere la privatización. ¿A alguien le importa?
* Periodista.