Chile. – CONSTRUIR UNA UNIVERSIDAD SIN CLASES

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Borrador para la construcción de una universidad sin clases:
del pensamiento crítico y el pensmiento inútil.

Se esperan aportes colectivos

I. Propuesta

Es importante, en el contexto que vive nuestro país (que no es otro que el de toda sociedad de mercado dividida en clases), abrir un espacio de debate, crítica y aprendizaje. Un espacio de ideas en lucha contra las categorías del pensamiento formal, productivo, academicista y clasista, con las que se nos imponen habitualmente patrones de «la realidad».

Es necesario que exista un lugar en el que pueda encontrarse y alimentarse la crítica sin maquillaje, sin concesiones en el lenguaje. Un lugar donde todo aquello que es considerado pensamiento inútil, por no estar al servicio de la técnica o de prácticas utilitaristas, pueda disponer de un terreno donde larvarse y comunicarse.

En síntesis, es preciso un espacio que se levante en lugar y contra la exclusión impuesta por los principios de autoridad académica y del clasismo fundante de las instituciones tradicionales del conocimiento. Siendo, a su vez, capaces de apropiarnos de sus recursos (humanos, documentales, infraestructurales, etc.), en la perspectiva de generar dinámicas y contenidos que descifren y pongan en cuestión nuestra realidad social (empezando por la forma que ha adquirido la educación).

Contra la educación-mercancía, proponemos una universidad sin clases, en que el saber circule libre, voluntaria y gratuitamente.

Contra la estructura autoritaria de la institución universitaria, proponemos una universidad sin clases, es decir, postulamos a un saber que se produzca en una experiencia, sin estamentos, sin la posición privilegiada y dominante del catedrático, ni su correlato subordinado del alumno.

Una universidad que no tenga carreras, porque en ella nadie corre, ni detrás de posiciones ni detrás de un título. Sin clases en un tercer sentido, pues no clasifica el conocimiento ni lo separa en disciplinas.

Una universidad que se auto construya a partir de las propuestas recibidas y de las decisiones tomadas en asamblea. Una universidad que se auto-regula, que se auto-administra, que no tiene cuerpo docente ni administrativo. Una universidad anti-burocrática. Sin vacas sagradas ni grupos de poder.

Por último, a partir del concepto de universidad se pretende provocar, disputar y, finalmente, expropiar, un signo de alto valor social, monopolizado hoy –y a lo largo de gran parte de su historia– para un conocimiento de clases basado en una concepción utilitarista y tecnicista de la realidad, que reproduce las estructuras de dominación y las avala; donde se alberga un saber que clasifica, que ordena y “produce” cierta realidad, instituyéndola, cosificándola.

La universidad sin clases debería dar cabida –universalmente– a diversas preocupaciones que puedan interesar al pensamiento crítico, a la vez que acoger a todos aquellos sujetos (sin distinción de clases, géneros, edades, etc.) que se interesen por participar y dar movimiento a este proceso. Sin embargo, a pesar de que el concepto de universidad hable de la construcción de un proceso de pensamiento “universal” (articulable y mutuamente intercambiable), también resulta fundamental la preocupación por las particularidades, que deben ser relevadas, como tensión y contenido de lo universal. Ello es vital para la construcción de un debate.

Una universidad sin clases debe ser capaz de dar cuenta de tal tensión como una característica de su forma y de sus contenidos.

Que la universidad sin clases se defina como crítica, se entiende aquí –de manera inicial y propositiva– como una instancia que propicia la capacidad de un sujeto de trascender sus determinaciones prácticas y de pensamiento. Un espacio de saber que se reste a de los circuitos oficiales de circulación del saber, en que éste se convierte en mercancía.

II. De las nomenclaturas

Un desafío de la universidad sin clases debería ser el cuestionamiento permanente de las categorías en las que se afirma el conocimiento formal (académico, científico, institucional, etc.), tanto en sus contenidos como en su estructuración; en el entendido de que detrás de estas categorías se imponen nociones de la realidad y relaciones entre los sujetos que tienden a perpetuar principios de autoridad sobre el conocimiento (de acuerdo a una posición dominante del catedrático v/s la posición subordinada del alumno), antes que el desarrollo de una experiencia crítica en la que el sujeto sea estimulado a construir y validar sus reflexiones.

III. Pragmática

Por otro lado, así como se hace necesario la abolición de las categorías formales de la educación, se debe tener en cuenta la necesidad de romper con las metodologías tradicionales de las clases universitarias. Por lo pronto proponemos:

1.- Asistir y participar de la Universidad sin clases será gratis.

2.- Todo aquel que comparta algún conocimiento, o proponga una materia a tratar, lo hará voluntariamente y sin recibir un salario a cambio.

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3.- La Universidad sin clases es autogestionada, entre los participantes se producen los recursos necesarios.

4.- Se funciona en asambleas periódicas, en ellas se toman decisiones políticas y administrativas respecto de la Universidad. Por ejemplo, será necesaria una asamblea después de cada ciclo para la decisión de los cursos siguientes.

5.- Se debe propender a la abolición de las clases como forma de relación pedagógica.
Primero, en cuanto a la posición subordinada del alumno respecto del profesor, buscando dar forma a relaciones de horizontalidad entre quienes participan de la experiencia de conocimientos.
Segundo, como forma de exclusión de sectores o estratos sociales, buscando generar experiencias de conocimientos conflictivas que apunten a llevar al recinto critico el mapa de relaciones sociales que el conocimiento formal ayuda a cristalizar, pero el cual se encuentra depurado en el aula.

5.- Cada curso se hace cargo de la gestión de sus materiales y de la producción de lo que se requiera para su realización (entiéndase por «curso» tanto los asistentes como los proponentes).

6.- La Universidad sin clases es por definición anti-hegemónica; no debe ser monopolizada por ninguna corriente de pensamiento, ni por grupos de interés.

7.- No se crea con un interés productivo, está contra el trabajo asalariado, a favor del libre obrar y de la crítica.

8.- Está contra grados académicos, títulos y toda forma de valorar el conocimiento de acuerdo a criterios de prestigio institucional en el marco de la educación formal y de mercado.

9.- No entra en la lógica del desarrollo y de lo útil. Se instala contra la ideología del progreso.

10.- Siempre hay reflexión y crítica de la materia expuesta. Será importante que toda jornada de entrega de saber suponga un espacio para la discusión. Por ejemplo: si los bloques son de una hora, que la exposición (si hay exposición) sea de 40 minutos y 20 sean de debate, reflexión y crítica.

11.- Y no se trata de sólo asistir al curso inscrito, sino de involucrarse con la dinámica de la Universidad.

12.- Sería importante que la misma experiencia realizada en la Universidad sin clases se pudiera replicar en otros sectores, en las poblaciones, en los sindicatos, etc. Formando una red de circulación de experiencias de saber informal, gratuita, inútil.

13.- Pagina Web. Este soporte permitiría suplir la burocracia académica. Proporcionaría la información necesaria de los cursos, fechas, lugares, etc.

Modalidades

– Exposiciones
– Talleres de investigación (puede haber coordinador o proponente)
– Debates temáticos
– Universidad en la calle, en el espacio público

– Otras modalidades a sugerir por los participantes y proponentes

IV. Plazos, emplazamientos y redes temáticas

1.- Plazos tentativos

– Armar las redes temáticas antes de fin de año, con los proponentes incluidos.
– Inscripciones de participantes antes de marzo.
– Dar inicio a las actividades de la Universidad sin clases en Marzo.

2.- Participantes y espacios

– Participantes podrán ser todos aquellos que quieran y tengan voluntad de compartir este espacio de conocimiento, sin pruebas de selección, sin requisitos de notas, sin criterios de edad ni clase.
-La universidad deberá contar con un emplazamiento base, pero debe tender a desarrollar experiencias de saber fuera de sus límites, en la calle o en poblaciones.

3.- Redes temáticas

A definir

Primera Asamblea: ocho de Noviembre en El Sindicato (Compañía con Maipú, Santiago) a las 16:00.

Ideas, aportes, información: universidadsinclases@gmail.com.

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