Chile: ejercicio práctico de democracia al modo israelí sobre los palestinos
Equipo Solidaridad.*
La condición física de Andrea Urzua y Monica Caballero, imputadas procesalmente en el que se califica 
como montaje político-policial denominado "caso bombas", y en huelga de hambre hace un mes y medio, han empeorado; ayer miércoles seis de abril debieron ser trasladadas en silla de ruedas cuando sus abogados las visitaron en la cárcel. Lugo fueron internadas en el hospital penitenciario y no se les permite comunicación con el exterior.
Como todos miércoles tuvo lugar ayer una marcha solidaria por calles del centro de Santiago, repartiendo volantes y difundiendo el último comunicado de los que se en cuentran presos en la sección de máxima seguridad, víctimas del montaje policial-político que los sindica como terroristas de alta peligrosidad. El desdarrollo de la acción solidaria transcurría en forma tranquila.
Hasta que la columna solidaria pretendió cruzar la Avenida Bernardo O’Higgins en las proximidades del Cerro Santa Lucía —lugar turístico por excelencia de la metrópolis—. Allí una vez más las fuerzas de Carabineros mostraron su peor rostro. Con bastones antidisturbios y sus armas se avalanzaron sobre la marcha 
golpeando a trocha y mocha incluso a transeúntes ajenos a ella mientras intentaban romper los folletos y arrebatar los lienzos y carteles.
El abuso policial se concretó, además, esposar a personas a las rejas del jardín de la Biblioteca Nacional, empujar a personas mayores y ancianas, pisotearlas en el suelo y darles golpes con sus fierros.
Pasado el momento de feroz e incomprensible violencia en la calle Mc.Iver "algunos —dijo un participante— nos reunimos en las afueras de la primera Comisaría para pedir información sobre los detenidos, mujeres y hombres de diversa edad; éramos poco menos de 30 personas paradas sobre la vereda norte de la calle Santo Domingo. Y se hizo presente personal de "fuerzas especiales", quienes sin mediar palabras nos empujaron con sus escudos dandonos golpes de puño y patadas, además de utilizar sus bastones de ataque".
Una mujer quedó inconciente debajo de un vehículo de transporte de tropas tras ser pateada en el vientre; un hombre fue detemiodo semiasfixiado 
por ahorcamiento… En suma, alrededeor de 10 manifestantes fueron brutalmente apresados. La policía, además, hizo ostentación de armas de guerra, a tal punto que en la trifulca algunos efectivos dejaron caer municiones en la calle.
Con la llegada de la noche, los apresados fueron distribuidos en dos o tres comisarías sin dar aviso a nadie los responsables del hecho.
No apagarán el fuego solidario.
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