CHILE ELECCIONES: HIRSCH Y EL TONTO ÚTIL

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Concretamente, estoy hablando de la posibilidad de la segunda vuelta en la elección presidencial, que anhela como cosa de vida o muerte sólo la derecha.

Tomas Hirsch (foto de apertura) no es ningún tonto, desde luego, y menos «útil» para darle brillo a las posiciones del PC, que mal que mal todavía es un conglomerado marxista, leninista y allendista. Y su candidato presidencial, elegido a dedo, no es comunista, obviamente, ni marxista, ni leninista, ni allendista. Tal vez no esté tan errado quien anteponga un «anti» a alguna de esas calificaciones. Su fuerza como encarnación de una candidatura testimonial de los verdaderos excluidos del sistema es apenas superior a cero.

No fue casual que el candidato del «Juntos podemos» haya ocultado el respaldo oficial del Partido Comunista de Chile a su candidatura, en el debate televisivo de la CNN, interrogado directamente al respecto por la representante de la cadena norteamericana. Para arreglarla, al día siguiente Hirsch «visitó a Volodia Teitelboim en su hogar». ¡Al viejo líder del PC lo visitan hoy en su casa hasta representantes de El Mercurio, que publican sus declaraciones en primera página al día siguiente, después de haberlo silenciado por 50 años!

Hirsch fue hippie y ahora es empresario; diz que mal patrón, en el trato y en la paga; seguía –o sigue– a un «filósofo» mendocino de los años 70 llamado Silo, producto medial, equiparable (aunque inferior, a nuestro juicio) al actual Pablo Coelho, tan admirado por Cecilia Bolocco.

Bien que Tomás Hirsch no es mal candidato, aunque haya sido designado a dedo. Tiene condiciones: telegénico y capaz de hablar de corrido por un minuto al menos –ya lo demostró en el seudo debate de la tele–. Pero en el fondo, es un ex concertacionista y ex embajador de Aylwin que nunca se alejó, a nuestro juicio, del alma del actual conglomerado de gobierno. Un «autoflagelante» de excepción, en último término, y consecuente en sus posturas; hay que reconocerle.

Estudió en los mismos colegios que los líderes de la Concertación de su edad, usa los mismos ternos, tiene los mismos hobbies y el pelo más o menos rubio. Es decir, una especie de Jorge Schaulshon de izquierda, cuyas críticas apuntan, aparte del enojo momentáneo que causan, a mejorar el desempeño de los gobiernos de centroizquierda que sucedan a Lagos.

Por el momento, con todo el apoyo de Lavín, de las derechas y los neofácticos, no es difícil que Hirsch siga creciendo en las encuestas, sobre todo en las teledirigidas. Pudiera obligar efectivamente a que Michelle Bachelet se tenga que esforzar al máximo para ajustar su programa a lo que un vasto sector de la ciudadanía demanda.

Y a lo mejor hasta llega a forzar la segunda vuelta. Pero «cuando se gana con la derecha, es la derecha la que gana» –dijo Radomiro Tomic–. ¿Qué opinas tú, Tomy? Y qué dirá el PC a todo esto? ¿Lo consultan…?

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* Periodista. Esta columna fue publicada en el diario La Nación de Santiago (www.lanacion.cl).

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