Chile, jóvenes. – MUERTOS EN UN OLVIDADERO, MUERTOS EN UNA CÁRCEL
Los padres de los jóvenes y familiares que llegaron ayer para conocer el estado de sus hijos ubicados en los otros módulos, denunciaron agresión de parte de los «monitores» y «tíos» a los jóvenes, tíos que escaparon por la ventana y no dejaron salir a los jóvenes del lugar.
También denunciaron que la puerta estaba con llave y que Gendarmería no reaccionó en el momento del incendio. Bomberos dijo que recibieron el llamado pasadas las 23.30. El fuego empezó a las 21.
El director regional de Gendarmería, Juan Moya, dijo que ellos, que custodian el área perimetral, sólo podían ingresar si lo pedía el encargado.
Los familiares tuvieron que caminar unos siete kilómetros de ida y otros siete de vuelta, dos veces, en la noche para ir al hospital y volver al recinto, porque nadie les entregaba información respecto de sus hijos y no tenían cómo movilizarse.
Los medios de comunicación periodística chilenos en general reaccionaron con indiferencia ante la muerte de estos jóvenes, expuestos como «casos delincuenciales». Es necesario, que la opinión pública sepa, que la mayoría de estos jóvenes cumplían en este recinto– también llamados por el sistema Hogar Tiempo de Crecer, Cod Cereco, Centro de internamiento, etc.– «medidas cautelares», es decir provisoriamente, por seguridad pública, se encontraban ahí, uno de ellos habría quedado libre al otro día de su muerte.
Nadie se hace responsable de la muerte de esos jóvenes, tal vez a pocos les importe, son sólo «delincuentes», «peligrosos», «lumpen», «escoria humana», «deshechos sociales».
Discriminados, separados de sus familias y excluidos de la sociedad por ser pobres. Hostigados y perseguidos permanentemente por la policía en sus entornos, estigmatizados a diario por los medios de comunicación social y reconocidos como «íconos de la inseguridad ciudadana».
Todos sabemos, que son los actuales «chivos expiatorios» del sistema para ocultar sus verdaderos errores y problemas: la desigualdad social, la lucha de clases, la pobreza, la exclusión y la utilización del confinamiento en un olvidadero, en una cárcel, para quienes no dejan dormir tranquilos a los ricos.
La cárcel es un elemento más de control social y represivo; existen suficientes razones para demandar su destrucción. La cárcel sólo sirve a los poderosos, a los ricos, al sistema que los encierra.
—————————–
* Se agradece a Alejandra Pinto (aleinpinto@gmail.com) la difusión del texto que antecede.
Addenda
MAMÁ OCA ANUNCIA INVESTIGACIÓN
Gendarmes acusan negligencias en incendio de Centro del Sename en Puerto Montt. Habían enviado cartas reclamando por el inicio de la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil sin los estándares mínimos garantizados para su normal funcionamiento.
Santiago, octubre 23*. La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería denunció negligencias del gobierno en el incendio que hasta el momento ha costado la vida a nueve menores –dos de las víctimas tenías 14 años– recluidos en el Centro de Observación y Diagnóstico (COD) del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Puerto Montt.
La organización, recordando el envío de dos cartas al Ejecutivo, aseguró que desde hace mucho tiempo habían reclamado por la repentina implementación de la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, perteneciente a la Reforma Procesal Penal y que debutaba sin los estándares mínimos garantizados para su normal funcionamiento, como vehículos nuevos, equipamiento adecuado e infraestructura acorde a las exigencias de la nueva legislación.
Frente a dichas falencias, el secretario general del gremio denunciante, Juan Alarcón, afirmó que «nosotros hicimos una manifestación el 30 de mayo pasado afuera de la Penitenciaría, con el objetivo de hacer sentir nuestras demandas», debido a que «existen vacíos legales que nos afectan». La movilización en cuestión causó un sumario interno en Gendarmería, trasladando de recinto a varios gendarmes.
Las críticas de los funcionarios apuntaban directamente al artículo 43, que norma la presencia de gendarmes sólo en el perímetro externo de los recintos de detención juvenil, además de las torres de centinelas y las salas controladoras del circuito cerrado de televisión, quedando todo el recinto interior a cargo del personal del Sename.
Alarcón aseguró incluso que durante la madrugada de este lunes en Puerto Montt «la primera persona que detectó presencia de fuego fue un centinela –de Gendarmería– y éste dio aviso a Sename», remarcando que los gendarmes presentes en el perímetro prestaron ayuda desde el primer momento.
El señor ministro
Luego de la movilización de fines de mayo, paralela a la huelga de hambre efectuada por funcionarios del Sename, el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, había calificado a los gendarmes como «oportunistas y minoritarios».
Frente a los dichos del titular y en alusión al siniestro ocurrido en Puerto Montt, Alarcón respondió que «después de los tristes acontecimientos acaecidos, sería prudente preguntarle al ministro qué puede decir ahora», recordando que solicitaron sin éxito audiencias con la autoridad en varias ocasiones, para hacer ver al ministerio las peticiones de los asociados, entre las que figuraba la mejora del material para cumplir funciones de control y traslado de imputados.
Mamá Oca
La Presidente de la República, Michelle Bachelet, se refirió a la tragedia ocurrida el Centro de Detención de Menores «Tiempo de Crecer» dependiente del Sename de Puerto Montt.
Bachelet calificó el hecho como «una dolorosa tragedia que sin duda enluta a nuestro país», informando además del inicio de un sumario «para aclarar los hechos y determinar las responsabilidades, porque resulta extremadamente doloroso tener que lamentar el fallecimiento de jóvenes que debieran estar en otra cosa, deberían estar enfrentando los desafíos de la maduración, de la adolescencia y de la juventud».
* Informaciones publicadas en www.terra.cl.