El índice de precios al consumidor bajó, según el Instituto Nacional de Estadísticas, un 0.8% en enero. A cambio se decretó un alza mayor en el transporte público de pasajeros, ha subido el calzado, el pan se empinó y quedó sobre US$ 1.60 el kilo (Chile es el mayor consumidor de pan de América), el transporte interurbano se estacionó sobre la más disparatada expectativa, los colegios y univresidades meditan "ajustes" en las matrículas, los frijoles (porotos, otrora base de la comida chilena) vuelan sobre los US$ 2.85 el kilo, subió la tarifa de taxis urbanos y la cesantía roza los dos dígitos –en algunas regiones ya los sobrepasó, y va en aumento–.
Y el PIB creció en 0.5%.
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