Chile. – LA REPÚBLICA DESCUARTIZADA

Se vio forzado a intentar aparecer el ministro Vidal, en la tarde del lunes 28 de enero de 2008, como garante de esos derechos inalienables de la persona humana –su dignidad, la esperanza de justicia, educación. salud, protección de su propiedad, búsqueda de la felicidad– que, en tanto derechos y expectativas, su acción conculcaba.

Troncoso –la Chepa para sus amistades– sufrirá cada uno de los días de vida que le queden (días que sus dos huelgas de hambre han acortado de un modo que no conocemos) la consecuencia de su valentía. Si no hubiera sido un momento dramático, habría sido chistoso ver al ya no joven ministro Vidal –que bien pudiere parecerse a un neonazi de los que apresa aquí y allá la policía– «apareciendo bien» al dar la noticia.

Lo más probable es que la acción represiva del Estado, lejos de bajar su marea, aumente en los territorios del Wallmapu. Quienes hablen de victoria no sabrán de qué hablan. La larga guerra de la nación mapuche ha iniciado un nuevo capítulo, y no es el pensamiento idealista la mejor herramienta ni para comprenderla ni para conducirla.

Patricia Troncoso ganó una batalla, querrán que en celebrándolo pierda la guerra.

Nos vamos, dijeron los hermanos, pero no todos

Los hermanos de Adolfo Zaldívar, senador patagónico, accionista de alguna pesquera, ex dirigente de la democracia cristiana enfrentado al tándem conformado por su presidenta Soledad Alvear y su cónyuge Gútenberg Martínez –un atareado empresario–, renunciaron en masa a su militancia DC. El clan Zaldívar sólo mantiene sus armas allí, en la DC, porque Andrés, que alguna vez fue llamado «enano maldito» –cuando anunció que la elección de Salvador Allende significaba la ruina económica de Chile– no se plegó a la acción familiar.

Para Alvear y seguidores se trata de un movimiento que persigue debilitar su posición dirigencial en el partido con miras a disputarle la candidatura a la presidencia; no es un misterio que el clan Zaldívar desde hace tiempo brega por ese cargo.

Ni Adolfo ni Andrés Zaldívar –que el resto de la familia es más bien hogareña o dedicada a sus negocios, por otra parte– podrían ser ubicados a la izquierda en el espectro político chileno, como lo prueban los coqueteos de Adolfo –y otros ex próceres de la Concertraición– con la ultraderecha.

PS: las huaracas pal trompo

Se sabía, hace muchos años en Chile, que para hacer girar un trompo se precisa un cáñamo a la altura de su tarea. Ëse cáñamo es la huaraca. El Partido Socialista de Chile dispone, si todo fuera un juego, de varios trompos, está por ver si tienen la huaraca necesaria.

Enero de 2008 se aleja no con la reflexión sobre la imbecilidad de haber consagrado que la presidencia se ejercerá por cuatro años sin posibilidad de reeleción, presente griego que ellos mismos, los concertraicionistas, envolvieron con su mejor papel de regalo a mamá Oca, sino dejando sobre la mesa cuatro posible candidaturas presidenciales de la organización (se dice organización por un habito lingüístico, y porque es feo decir S.A.).

En efecto, mientras la derecha oficial no define ganas entre el lanzado Piñera, eventualmente Longueira, con su espíritu personal, Mathei y su gana, Lavín redivivo o la penquista siempre preñada, en fin. y la DC procura que nadie se de cuenta cómo afilan sus puñales con miras a la lucha «ideológica» interna, los socialistas agitan cuatro candidaturas llenas de buen humor (Lo de buen humor es ridículo).

A saber

1. La de José Miguel Insulza, democráticamente elegida por una directiva que los militantes no conocen y cuya aceptación tampoco nadie conoce;

2. La de Ricardo Lagos Escobar, que se prestaría a un segundo sacrificio –ya fue presidente– con el objeto de evitar que su señor hijo llegare a pensar en intentarlo antes de que aprenda a leer y escribir;

3. La de Alejandro Navarro, senador y joven émulo de los héroes mapuche, juzgado buen pichanguero en el barrio y sobre el que –¡milagro!– no se ha descubierto deshonestidad manifiesta en sus acciones –y el único de los cuatro formado políticamente en el PS en tiempos de dictadura;

4. La de Jorge Arrate, algo mayor de Insulza y bastante menor que Lagos Escobar, abogado como ellos –Navarro es profesor–, y, si a ver vamos el más próximo al socialismo (Insulza se origina en la DC y él en el Partido Radical; Lagos es nebuloso); de una honestidad segura tiene en su contra que no siempre puede controlar a su personal, como ocurría en la embajada de Chile en Buenos Aires.

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