Chile: líos «transversales». – CHÁVEZ Y LAS INQUIETAS AGUAS DEL PPD

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Tras el escándalo social desatado por el movimiento estudiantil en 2006, el gobierno en 2007 se abraza con la oposición para aprobar una ley de Educación que no satisface a nadie y vuelve a consagrar el afán de lucro en la actividad; un senador socialista corre a abrazar a un colega demócrata cristiano acusado de virar a la derecha por su partido; todos –derecha/derecha y derecha maquillada– se unen para intentar golpear al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

La pobreza intelectual de lo que han dado en llamar «clase política» en Chile es agobiadora, como si repente los que antes, hace tiempo, fueron representantes del pueblo hoy su hubieran convertido en esos tristes entrevistados callejeros que en Estados Unidos no pudieron mencionar un país cuyo nombre comenzara con la letra U (Estados Unidos = United States) o dijeron que la religión predominante en Israel era la musulmana, pero –eso sí– estaban de acuerdo en invadirlo todo por eso de la libertad, la democracia y otras estupideces vacías de contenido.

(El vídeo fue difundido por la revista Rebelión y puede verse, con subtítulos en castellano, aquí).

La «Fórmula 3» de la mediocridad

Si fue penoso apreciar de qué modo el gobierno de Chile rechazó la oferta venezolana de vender combustible a precios subsidiados («los chilenos podemos arreglar solos nuestros problemas»), aun considerando que bien podía ser no inocente la generosidad: asunto de relaciones políticas en todo caso, triste también fue –con esa tristeza que dejan en ocasiones los «clowns» callejeros– apreciar la forma loca e inconsulta con que la enorme mayoría de los que son o quieren ser «algo» en el país se alinearon con los ojos cerrados y el trasero expuesto cerrando filas alrededor de un rey de dudosos pergaminos que quizá haya confundido al presidente bolivariano con el oso borracho al que alguna vez disparó –dicen– en Rusia.

Ni un argumento político, ninguna expresión inteligente, ninguna muestra de conocimiento de la realidad social: cultural, política, económica americana detrás de ese alineamiento; se esgrimieron razones de la sinrazón protocolar, apego a lo buenos modales en suma, para agredir a Chávez. Nadie fue capaz de profundizar en sus palabras –ni en las del presidente nicaragüense, vamos, y menos en las del primer mandatario ecuatoriano, por ejemplo– e ir a la raíz del incidente. Y la lameculada española del ministro de RREE de Chile fue digna de una representación de la Comedia del Arte.

En julio de 2007 publicamos aquí los resultados de una muy seria investigación sobre la entrega de la «soberanía digital» chilena a una empresa extranjera; no se trata de algo baladí, es un asunto que suscita preocupación en extensos sectores académicos y tecnológicos en el país. Que sepamos, la respuesta del gobierno –y de los imputados como responsables de tamaña barbaridad– es la misma que se atribuye a las avestruces cuando otean peligro: entiuerran la cabeza –o, tal vez, en este caso la sumergen en el inodoro.

No se trata de asumir la defensa del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, se trata de poner las cosas en su justo lugar (en esta revista, por otra parte, tienen lugar –como lo saben sus lectores– chavistas y anti chavistas), se trata de que la ciudadanía no sea maneada como un caballo frente a la pulpería y cuente con información para decidir y galopar hacia donde se le cante.

Todas/os cuantas/os gozan de una renta a la que acceden por vía electoral, sus colaboradoras/es y burocracia pagada por el Estado son en rigor de verdad mandatarios o empleados del soberano, y el soberano no es un rey, es el pueblo; la ilusión popular amasada por generaciones triunfante en 1917 –toma del Palacio de Invierno incluida– se derrumbó porque los dirigentes a poco andar reemplazaron en definitiva ese mandato, el del pueblo organizado en comités o sóviets, que significa lo mismo, por la clarividencia vertical y autoritaria de sus iluminaciones. Ellos sabían quién era un buen o mal ciudadano soviético.

En menos de 20 años la ilusión pos dictadura en Chile comienza, como un árbol en otoño, a deshojarse y adquiere ese color que suele asociarse a la traición: el amarillo que anticipa la pudrición de las cosas.

Hablábamos de transversalidad

Con las últimas negociaciones con los agentes de la dictadura chilena un político cuyo origen puede rastrearse en el Partido Radical, pero que entonces se lo asociaba al socialismo local –Ricardo Lagos Escobar– construye con otros próceres –ya con los cuchillos debajo del poncho de cada uno– un partido político «instrumental», el Partido por la Democracia; cuenta la leyenda que el objetivo de ese partido era conseguir el apoyo electoral de los chilenos situados en la vereda opuesta a la dictadura, de los indecisos y de aquellos que, a la izquierda, no se sentían representados o temían a un programa de izquierda que pudieran levantar el Partido Comunista y el –ya entonces penoso– reagrupamiento del Partido Socialista.

Lo cierto parece ser otra cosa: el PPD se construye como una barrera alzada contra las posiciones de izquierda. Es un partido instrumental, sí; contribuyó poderosamente a que la Concertación se instalara en La Moneda –y en ministerios, subsecretarías, entes autónomos y las pocas empresas del Estado que no habían sido desmanteladas, y ya saben los chilenos cómo han funcionado todos esos organismos– fijando, esencialmente con la Democracia Cristiana con firmeza la brújula hacia la derecha; el PS renovado y modernizado se sumó a la fiesta; que hablen hoy de Grandes Alamedas bien puede describirse como un intento de burla, otro más, y otro «scroogismo», usura del pasado que alguna vez, si acaso, les fue propio.

Chávez, sin quererlo, sin comerlo ni beberlo, es el disparador externo de la crisis transversal que padece la Concertación (que ya muchos denominan Concertraición); menos importante que los fulminantes internos, pero quizá más fácil de gatillar por un pueblo –el chileno– que sólo conoció en su historia tres años, los del gobierno de Salvador Allende, de respeto ciudadano y de camino (truncado) a una real convivencia democrática. «Será un gobierno de mierda, pero es mi gobierno», decía en una manifestación una pancarta; hoy ¿cuántos chilenos dirán lo mismo?

Refugiados en la poesía de Pablo de Rokha, con pena y con ira, probablemente los chilenos –más allá de encuestas dudosas y de payasos en la tele– sólo puedan gritar «Será un país de mierda, pero es mi país». Algo que los encaramados sobre la voluntad popular, y asfixiándola, deberían tomar en cuenta: no vaya a ser cosa que esos chilenos se pongan a barrer los detritus.

Así que Chávez disparó otra «transversalidad», que por ahora se expresa públicamente en el PPD, pero que late al interior del PS y del Partido Radical. Como muestra, una declaración de apoyo a Chávez y de rechazo –¿cuántos rechazos y por cuántas causas suma el Congreso Nacional?– a los parlamentarios.

Hela aquí:

Dirigentes de la Secretaría Internacional y Comisión DD.HH., junto a los compañeros Diputado René Alinco y Alcalde Angel Bozán de nuestro partido PPD, rechazamos en su totalidad la declaración de los diputados y senadores del Congreso de Chile, respecto a las críticas ofensivas al presidente democrático Hugo Chávez Frías por su participación en la reciente Cumbre Iberoamericana.

Se puede ser crítico del presidente Chávez y de todos los jefes de Estado en cualquier tema, pero condenamos a los que ofenden su gobierno calificándolo como no democrático, en circunstancias que ha ganado con más del 60% las 11 elecciones realizadas en estos nueve años de gobierno democrático y tres referéndum con más del 70%, establecido en la Constitución que a mitad de gobierno rige un referéndum para diputados, alcaldes y gobernadores.

El referéndum, evento democrático venezolano, no está contemplado en la Constitución del resto de los países latinoamericanos ni tampoco en EEUU y Europa.

En Venezuela en los sectores minoritarios antinacionales, que buscan volver a los privilegios perdidos y en alianza con el gobierno norteamericano de Bush, está la base de la oposición al gobierno y al pueblo venezolano, incapaz de generar una propuesta democrática, por lo que recurren al golpe de Estado, como lo hicieron en abril de 2002 y a la penetración militar para derrocar gobiernos progresistas, como sucedió con el gobierno del compañero Presidente Salvador Allende, a quien asesinaron junto a su pueblo en septiembre de 1973.

La prensa internacional, especialmente la SIP (dueños de medios derechistas), han estado en permanente campaña contra el gobierno democrático de la República Bolivariana de Venezuela, sobre el que mienten y difaman diariamente para confundir a los pueblos de América Latina y del Caribe, sobre el proceso democrático venezolano.

Algunos medios derechistas venezolanos y extranjeros, se quejan porque el Partido Socialista Unido de Venezuela (cinco millones de militantes) dentro de la reforma quieren postular al presidente Chávez a un tercer mandato.

Ahora ¿ porqué nadie se queja cuando varios jefes de Estado se reeligen como el caso de USA, y la reelección indefinida de los mandatarios europeos?

Apoyamos la democracia venezolana y la reforma de la Constitución del domingo dos de diciembre próximo, porque es la lucha del pueblo y del gobierno de Venezuela para terminar con el régimen de injusticias, de corrupción y de entrega de las riquezas nacionales a las recetas de los EEUU.

En esta lucha del pueblo venezolano y su gobierno, somos solidarios porque forma parte de la lucha de nuestro pueblo y de todos los pueblos del mundo, primero contra el colonialismo y ahora contra el gobierno terrorista de Bush.

Un fantasma recorre América Latina, el socialismo democrático del siglo XXI, que ha triunfado por la vía electoral en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua para que por fin salgan nuestros pueblos de la pobreza y de la cesantía.

(Firman dirigentes de la Secretaría Internacional, Comisión DDHH, alcalde y diputado del PPD que a continuación señalamos):

· Angel Bozán, Alcalde.
· René Alinco, Diputado.
· Edison Barría, Comunicador Social y Dirig. Secr. Internacional.

· José Hidalgo, Sociólogo y Concejal.
· Ricardo Cappelleti, Analista Político y Dirig. Secr. Internacional.
· Mikael Marzuka, Académico Universitario y Dirig. Secr. Internacional
· Guillermo Fonck, Ingeniero militar, Vice-Presid. Comisión DDHH.
· Alicia Zúñiga, Enfermera y Dirig. Comisión DDHH.
· Pablo Villavicencio. dirigente sindical, Secretario General PPD de La Granja.
Santiago de Chile, 28 de Noviembre de 2007.

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Santo Domingo 1828, Santiago; Teléfono 671.23.20; web: www.ppd.cl

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