Chile: Los que siempre ganan
Al gran empresariado las palabras del Papa en su exhortación apostólica “La alegría del Evangelio” (“No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”) deben haberles sonado a proclama anarquista. En Chile, el dirigente Hermann von Mühlenbrock Soto, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, rechazó esa cruda condena al capitalismo.
Para el gran empresariado nacional y transnacional la exhortación apostólica es una incitación subversiva a los trabajadores a reclamar sus derechos.
El presidente de la Sofofa sostuvo que la mejor prueba del error del Papa es la “exitosa” economía chilena de los últimos 30 años. Von Mühlenbrock alude a un periodo que abarca los años finales de la dictadura, los cuatro gobiernos de la Concertación y el actual de la derecha.
Desde su mezquino punto de vista, es razonable lo que afirma el presidente de la Sofofa. Es cierto: nunca jamás el capital nacional y extranjero había ganado tanto como ocurrió con las políticas neoliberales de esos gobiernos. Sin excepción, proporcionaron a los grandescapitalistas condiciones para maximizar sus ganancias a niveles sin parangón en el mundo. Todos los abusos que el capitalismo neoliberal comete con los trabajadores y con los recursos de un país -mencionados por el Papa-, se han registrado en Chile, hasta el día de hoy. Esto sucede en un país de dudosa mayoría católica, como lo advirtió en su tiempo el padre Alberto Hurtado S.J., hoy en el santoral de la Iglesia.
Lo anterior explica porqué, aparte de la breve y elusiva declaración del presidente de la Sofofa, las duras palabras del Papa no han merecido la difusión que los medios dispensan cuando los anatemas vaticanos condenan el aborto o el matrimonio homosexual.
El sepulcral silencio empresarial, político y mediático ante lacrítica anticapitalista del Papa, explica también otros fenómenos. Por ejemplo, porqué el gran empresariado apuesta sin temor a la candidatura de la Nueva Mayoría y ha volcado hacia ella el grueso de sus aportes financieros. La candidata que aparece favorita para ganar en segunda vuelta, levanta un programa de reformas que se ciñe a las expectativas del gran empresariado. Los dueños del capital -que en realidad gobiernan este país- comparten la creencia que el modelo instaurado en Chile mediante la fuerza, necesita reformas que le permitan seguir reproduciéndose. En cambio, la propuesta ortodoxa de la candidata de la derecha no solo es una receta añeja, sino también contraproducente para los intereses estratégicos del capitalismo nacional ytransnacional.
La Concertación, además, tiene una probada conducta pro-capitalista confirmada por sus veinte años en La Moneda. El gobierno de Bachelet (2006-2009), fue de vacas gordaspara el gran empresariado. En ese periodo, las ganancias del capital -aunque afectadas por la crisis mundial que hizo caer las ganancias globales- superaron los 233 billones de pesos. En los dos primeros años del gobierno de Piñera,esas ganancias han seguido aumentando pero el sistema se ha puesto en peligro.
El siguiente cuadro es un análisis efectuado por economistas amigos de PF a quienes agradecemos su ayuda. Comparando las cifras, tanto a valores corrientes como a valores de 2013, queda en claro que si hay un sector que se ha visto especialmente favorecido por las políticas de la Concertación y de la Alianza por Chile, es la poderosa minoría del gran empresariado nacional y extranjero, actual propietaria del país.
*Editorial “Punto Final”, edición Nº 795, 6 de diciembre, 2013