Chile: – OSCURA PRIMAVERA DEL AMANECER SOCIAL

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Dentro de los límites que traza el esquema político de la Concertacion debe admitirse, y decirse, que la presidente Bachelet hace un buen gobierno. No son pocos los nubarrones que enmarcaron su asunción a la presidencia y granizan sobre el avance de su primer año en el poder. Algunas piedras no sorprenden y son las que sin duda había que esperar.

Por ejemplo la actitud sinuosa e hipócrita, cuando no francamente agresiva, del principal partido de oposición, conocido en Chile por sus siglas: UDI, y aunque a la Unión Demócrata Independiente alguna prensa denomina «el gremialismo» nadie la llama demócrata, probablemente porque entre sus más connotados militantes no pocos fueron estupendos colaboradores de la dictadura entre 1973 y 1990.

La oposición. la democracia, la historia

La UDI es un conglomerado místico-politico-económico. Místico porque alguno de sus dirigentes mantiene línea abierta con el más allá, donde «viven» los muertos; político porque pretende gobernar el futuro del país, y económico porque concentra en su militancia y simpatizantes buena parte del capital financiero nacional y luengas inversiones en los aparatos productivos y de comunicación social.

No obstante que la UDI es a la alta política y los intereses nacionales como a un fumador esos tabacos que arden mal, horro, es fuer reconocer que uno de sus referentes, Joaquín Lavín, que dos veces aspìró a la Presidencia de la República, manifestó de viva voz y en público su arrepentimiento por haber apoyado el desastre autoritario. Quizá Lavín no sea ya un referente de la UDI. «Nueva tontera» es el juicio que mereció a la poderosa senadora de esa colectividad Evelyn Mathei el llamado de Lavín en orden a que todos los hijos de Jaime Guzmán y entenaos de Pinochet hicieran un acto de contricción como el suyo.

Digámoslo con franqueza: todos los partidos políticos utilizan aquí y allá herramientas propias de prácticas demagógicas, pero ninguno con la soltura y profundidad de la UDI. Es la trampa –el populismo, la demagogia– en que se debate el segundo partido opositor: Renovación Nacional.

Para la mayor parte de la quejumbrosa y hecha ensalada izquierda chilena no domesticada por la Concertación, RN aparece como más «civilizada» que la UDI. Probablemente el análisis venga de lejos. De hecho RN aparece como la heredera de los viejos y tradicionales partidos de la derecha chilena de antes del golpe: el conservador y el liberal, quizá el demócrata –hoy menos que un recuerdo–, legado al que se suma un «toque» social y cristiano. No es la primera vez que ello ocure; en el pasado del conservadurismo, de la Juventud Conservadora surgió la organización Falange Nacional hacia 1930/31, que se constituye como tal formalmente en 1935.

El 12 de octubre de ese añó los jóvenes conservadores crean la Falange Nacional, todavía dentro del Partido Conservador. Entre otros merece recordarse al Eduardo Cruz-Coke Lassabe, Héctor Rodríguez de la Sotta, Eduardo Frei Montalva, Horacio Walker Martínez, Bernardo Leighton Guzmán, Ricardo Boizard Bastidas, Radomiro Tomic Romero, Manuel Blanco Valverde.

La Falange pasa por una etapa populista –en el buen sentido del término– y apoya en 1938 la candidatura del radical Pedro Aguirre Cerda. Tras muchas vicisitudes en 1957 sus integrantes y aquellos del neo conservadurismo social cristiano fundan el partido demócrata-cristiano.

Conviene señalar –porque son ondas que gravitan en Chile en esta época– que la DC dejó de lado la doctrina Leighton …uno de sus fundarores– en referencia a la izquierda; en 1946, en efecto, Bernardo Leighton logró fijar en el congreso nacional de la Falange que si bien no compartía la organización los postulados socialistas marxistas, no se apelaría a actitudes reñidas con la democracia para combatirlas, y que los principales enemigos del social cristianismo eran «la pobreza, la injusticia y la ignorancia».

Lamentablemente 34 años después, antes que asumiera Salvador Allende la presidencia, al menos un sector de la DC permitió poner sobre sus carriles el aparato golpista. Este hecho ideológico y político permite suponer que hoy no existe unidad profunda en ese partido y que ciertos sectores dirigentes podrían acercarse a la orilla de la UDI con más facilidad que al muelle de Renovación Nacional.

La coalición de gobierno o la anti historia

El marco estratégico de la concertación de partidos por la democracia en rigor más parece un pacto electoral a la vieja usanza que un nicho doctrinario para redefinir al Estado luego de 17 años de dictadura …y a 17 años de haber comenzado a administrar las instituciones de gobierno.

De los cuatro partidos políticos que la integran –más o menos reales hablantes desde un sitio definible– dos no existen en la «realidad real» y los otros dos, como las plantas y animalitos que la carencia de una política ambiental coherente mandan en ese caso a desaparecer, van camino a la extinción.

Los que no existen son el Partido por la Democracia y el Partido Radical. Lo del Partido Radical es penoso, lo del PPD un final anunciado y programado. Uno, el último de los nombrados, fue una entelequia útil en los años postreros de la dictadura: permitió su existencia pactar más aceitadamente el tránsito hacia formas republicanas de gobieno, si bien no reconstruir Chile como verdadera república. El otro, como esas momias de las películas de terror, duerme. Olvidó sus banderas, sus principios, sus postulados. Los hermanos que contribuyeron al «the end» de la Unidad Popular entraron en el largo sueño esotérico que espera vaya uno a saber qué trasnformaciones para saber si podrá despertar. Todo indica que no.

Los que todavía son fuertes miran el mundo como especie dominante; no saben que una especie se convierte en dominante porque abrió la puerta al peligro y puso un tope a su futuro. Probablemente los mantenga «fuertes» la certeza de que habrán de enfrentarse dentro de muy poco –¿dos, tres años?– para dirimir la conducción de la sociedad y del Estado. Sólo que llegarán al combate dos espectros. Asustarán a los niños, harán más daño que el que ya hacen, y la victoria de cualquiera recordará al general Pirro.

Es que sus dirigentes tienen demasiadas ataduras con el pasado. El que forzó la dictadura, no el forzado. No violaron a nadie, pero con el tiempo, y paradójicamente, se han ido convirtiendo en encubridores de la violación con ganas de serlo.

Todo indica que la DC podría dividirse, tanto por razones ideológicas como por cuestiones de reparto; el PS tardará un poco más porque mayor es el grado de su inconsecuencia. Unos, los cristianos, ofenden al cristianismo; los otros ni siquiera tienen el consuelo de sentirse pecadores. La traición no es un pecado, es una aventura tristísima y tal vez sea eso, la traición, lo que los mantiene unidos: no es amor –Borges– sino espanto. Aunque debe reconocerse que en el PS no ha surgido un siamés político de Gútenberg Martínez –o si los hay conocen la astucia del segundo plano–.

De cualquier modo es posible intuir que la concertación está en guerra. No contra la extrema derecha –para distinguir la derecha que ella representa de la derecha en la oposición y que mayoritariamente, convengnmos, no representa–, sino contra la izquierda. Lo que trata es de aniquilar los escasos virus de izquierda que sobreviven en su seno; no se plantea un país soberano, equitativo, una sociedad armoniosa.

Y por eso su víctima es Michelle Bachelet.

La presidente, las expectativas, el gato pardo

Los chilenos suelen decir «a ver» antes de contestar una pregunta. También inventaron –¿habrán sido ellos?– un término tan espantoso como ridículo y malsonante: «valórico». Dicen «temas valóricos», y como mal aplicados alumnos de educación básica escriben idioteces. Veamos, pues, interrogantes y asuntos de valores.

Lo cierto es que Chile –el Chile concertacionista que bebe whisky caro en bares «exclusivos» cuyo personal lo desprecia– exporta salmones, fruta, destruye el hábitat, compra armas, regala cobre, regaña sin razón a sus vecinos, «fabrica» vino «fino» al modo californio, carece de vida política, confunde cultura con subsidio y se explotan seres humanos. Es un país «globalizado» que no quiere mirar ni mirarse en sus vecinos. Cree que tiene una «linda casa en un barrio pobre».

Con una particularidad

(o peculiaridad; hace 45 o más años en las fiestas organizadas por los alumnos de la Escuela de Teatro del ITUCH –Instituto del Teatro de la Universidad de Chile: RIP– se podía oír una canción: «Soy una chica peculiar», arrégleselas el lector con una vocal…)

que no deja de ser original. Sin necesidad de hacer profesión de fe neoliberal el Partido Comunista local ha comenzado a jugar con la camiseta del sistema. Busca desesperadamente integrarse al sistema. Para ello sus brillantes estrategas conseguirán una reforma –lavada de cara con mano de gato– al mecanismo electoral dejado por la dictadura, que –como el sistema educativo también de la dictadura– a la concertación, para usar una expresión futbolera, le han faltado «huevos» para cambiar. O no: necesitaría del claro apoyo ciudadano y, sabemos, en Chile y otros países no quedan ciudadanos, son todos consumidores o «estimado cliente».

La reforma al sistema electoral binominal permitirá al PC mañana dos diputados, pasado mañana tal vez cinco, luego un senador, puede que más tarde un subsecretario y hasta un ministro después… The stablishment, o sea.

Bachelet no tiene como misión administrar los «logros» de la concertación, tampoco subir la apuesta. Fue nominada –esto es: nombrada– candidata para terminar con el sueño romántico y absurdo del izquierdismo que de algún modo todavía se oculta entre los pliegues de la concertación. En otras palabras: se la mandó al muere.

Todo tiene que cambiar, dice el joven cínico, para que todo siga igual. Que Chile no sea la Sicilia de Lampedusa es asunto menor. Bachelet tiene que fracasar. Lo espera ansiosa la alianza UDI-RN, lo afirma la DC, lo madura el PS. Por eso su primer ministro del Interior fue «·la madre de todos los terrorismos» Zaldívar y el segundo es el «hijo de toda oficina» Velasco

(existe un texto cuya lectura es en absoluto recomendable –y no la recomendamos–; el texto, al mejor estilo de los libelos del periodismo del siglo XIX –por fortuna superados–, puede encontrarlo el lector de espíritu fuerte aquí ; se trata de una semblanza del ministro no apta para corazones sensibles y educados. Y lo peor es que al parecer habrá una segunda parte: todo un escándalo).

Por eso Foxley es su canciller. ¿Eligió ella los menores males o se los impusieron? Carece de importancia. Son personajes –y no los únicos, sólo los más visible– que aseguran el fracaso de su gobierno, el triunfo del bipartidismo de los partidos futuros que por ahora, como la masa del pan, levan.

Debe la presidente lidiar con eso que alguna vez llamó Frei (Montalva, que decía cosas, no como otros que apenas murmullan) «la revolución de las ansias insatisfechas», en este caso porque la concertación no cumplió la promesa básica de la famosa campaña del no y la siguiente elección presidencial. Y no la cumplió porque nunca estuvo en sus planes cumplirla.

Patricio Alwyn, viejo zorro de gallineros políticos, no llegó a la presidencia como premio por haber complotado contra un gobierno constitucional, no. Entiéndase: la DC no detonó ni fue la benficiaria del golpe de 1973. Las cosas no son tan sencillas. Como el hijo pródigo –hija en realidad– la DC cuando volvió a casa y la encontró ordenada y limpia no hizo más que sentarse en su sitio. Su sitio neolioberal-conservador. La sociedad cambió un freno de bala por un freno, más huaso, de palanca.

El PS tuvo que hacer el aseo de la suya mientras tanto. Marginó, expulsó, abrió puertas y ventanas, quemó lo que adoró, adoró lo que quemaba, se sentó en la pica, se «modernizó»; en una palabra: consiguió «líderes» y «hombres influyentes» con «relaciones fluidas», aprendió a destapar el merlot del valle central y hasta alguna botella de brût nature, importada claro: la globalización. Hizo méritos y su mérito es que juega todavía a ser un gran equilibrista.

El potro comenzaba a entrar en la manga de la castración.

Eduardo Frei (h) fue el gran callado pragmático, ciñó un poco más el cinturón, tiró de las riendas. El ex radical Lagos, seguro ya, apretó la cincha. Eligió el trote porque se dio cuenta de que para poder castrar al potro iba a tener que soportar muchas coces. Postergó la emasculación –o si se prefere la ablación del útero– de la sociedad. Digamos que eligió mandar a hacer puentes, emparchar la Alameda ex De las Delicias de Santiago y «fundar» el Transantiago. Los puentes se caen, los parches no sirvieron y el Transantiago huele a los 40 ladrones. Por ahí además algunos cisnes muertos.

Para que el proyecto de país concertacionista, así, resulte se necesitaba un nombre intachable. Se pasó por alto entonces algunas «desprolijidades» íntimas de la futura candidata –en todo caso menos reprobables que los zigzagueos de otra que estaba también in péctore–; al fin de cuentas lo que se le regalaba era un patíbulo para su ahorcamiento o decapitación política.

En suma: el «modelo» económico lo administra la oposición, que es su dueña –¡gracias tata!–; el modelo ético la DC –porque política y ética no son lo mismo, sorry Aristóteles, sorry Tomás, sorry León–, el modelo de control poblacional el PS –sorry Allende–. Bachelet, como los niños, como las naciones originarias, como los pobres, es material gastable. ¿Comisiones asesoras ciudadanas? Bonito, pero inútil. Para eso está el PC, que desde lo «extra», es decir: desde afuera, presiona. Si presiona bien, algún candidato será entre los concejales, que antes se llamaban regidores en esta larga república, pero si presiona mal, ¡minga la reforma a la ley electoral! Es la vida, son las reglas de juego.

Puede que Bachelet merezca apoyo, aunque sea sólo para hacerles «la contra» a los nacidos de viruta –juege el lector con los sonidos– que pretenden mandar la ruca durante mil años.

La presidente no es Caperucita Roja que cae inocente en las fauces del lobo. Pero se advierte que ha sido atada, que su minúscula promesa democratizadora arde como fogata de niños una noche de primavera, de niños provincianos. Tal vez sea hora de barajar y dar de nuevo. No se trata de esperar nada, se trata de no entregar espacios.

EL ÁMBITO, LA QUEJA, LA IRA DE LA SOCIEDAD

Ejemplos de la temperatura sísmica de Chile.

Escribió la periodista Paulina Acevedo*: Hostigamiento policial, interrogatorios sin mediar orden judicial y amedrentamiento de la comunidad mapuche Agustín Curín de Nueva Imperial, son algunos de los hechos denunciados en la declaración pública
dada a conocer hoy por la Comunidad Carimán Sánchez y Gonzalo Marín, del
sector de Huilío en la Comuna de Freire.

El pasado 13 de septiembre la Comunidad inició una ocupación indefinida del
Fundo El Notro, de 360 hectáreas, a fin de recuperar por la vía de los hechos estas tierras ancestrales que le pertenecen, y que irregularmente CONADI compró e inscribió a nombre de la comunidad Agustín Curín de Nueva Imperial, en el marco del Fondo de Tierras y Aguas Indígenas del gobierno.

Por motivos que aún se desconocen, CONADI adquirió el Fundo El Notro en más de 600 millones de pesos, y en vez de adjudicarlo a la Comunidad Carimán Sánchez y Gonzalo Marín, el pasado 10 de marzo lo inscribió en el Conservador de Bienes Raíces a nombre de la Comunidad Agustín Curín, que lo arrendó en calidad de «mediería» al mismo latifundista al que le fue adquirido.

Pese a la gravedad de los hechos, que ponen en una situación creada de conflicto a dos comunidades mapuche, hasta ahora la entidad no ha dado respuesta a las demandas de los afectados, pese a haber sido tema de tabla en la reciente reunión del Consejo Nacional de CONADI.

El Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas rechazó categóricamente
los hechos, e informó que en la actualidad se encuentra recopilando antecedentes sobre este caso y otros que le han sido denunciados, a fin de estudiar las salidas administrativas y judiciales que permitan resolver las distintas situaciones.

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* Comunicaciones Observatorio
comunicaciones@observatorio.cl.

COLECTIVO ANDAMIOS: DECLARACIÓN PÚBLICA

En nota del domingo primero de octubre del presente año (2006) el diario La Tercera titula Policía identifica a 10 grupos violentistas en investigación por ataque a La Moneda, allí se filtran informes de la Brigada de Inteligencia Policial (BIPE) y de la Jefatura de Inteligencia Policial (JIPOL), donde se identifica al Colectivo Andamios entre los “10 grupos violentistas que estarían detrás de algunos de los incidentes más graves de las manifestaciones callejeras registradas este año”.

Estos artículos policíaco-periodísticos han aparecido en ediciones de los diarios La Nación, Las Ultimas Noticias y, por supuesto, el pasquín por excelencia del empresariado chileno: El Mercurio en los cuales se insiste en vincularnos directamente a los hechos citados.

Este no es un reportaje aislado, pues durante el último tiempo nuestra organización ha sido objeto de continuos señalamientos por parte de la prensa servil a los intereses de las clases dominantes, en esta persecución que ha iniciado el Gobierno de Bachelet, sus agentes policiales y funcionarios de palacio, vinculándola con situaciones que ha tildado de “delictuales”, “terroristas” y “violentistas”, entre otros calificativos, amenazando con aplicar “todo el rigor” de sus leyes.

En este escenario de hostilidades dirigidas a golpear a la franja política más activa y organizada de nuestro pueblo, nuestra Organización ha estimado oportuno pronunciarse.

El Colectivo Andamios declara públicamente que:

1. La vinculación pública que las policías hacen entre nuestro Colectivo y los hechos de violencia tiene como fin provocar aislamientos y sembrar la desconfianza en el pueblo y sus organizaciones. Si algo de “inteligencia” hacen para cobrar su sueldo a fin de mes, sabrán que no hemos participado en estos hechos del once de septiembre. Tampoco en los del 21 de mayo recién pasado, donde por lo demás sobran testimonios gráficos que demuestran cómo funcionarios policiales infiltrados iniciaron los incidentes;

2. Durante 2006, así como los años precedentes que nos han visto madurar como Organización Política, hemos participado de manera activa, convocante y organizada en buena parte de las manifestaciones con las que el pueblo y las organizaciones de la izquierda chilena han levantado su voz contra el sistema neoliberal y sus administradores de turno. Estas participaciones no nos convierten en “vándalos”, “terroristas”, “violentistas” o “irracionales” como plantean policías, periodistas y opinólogos. Manifestarse es un derecho que ningún funcionario transitorio arrebatará, incluso a punta de amenazas o persecuciones;

3. El Colectivo Andamios, así como un amplio conjunto de iniciativas políticas de construcción, busca aportar a la construcción de organización popular, social y política como forma de hacer frente de modo certero al modelo neoliberal. Contra ese empeño no podrán ni el amedrentamiento, ni la persecución sistemática, que hacen recordar los peores tiempos de la guerra sucia concertacionista de principios de los ’90. El conjunto de expresiones populares debe denunciar esta política de fortalecimiento de un Estado Policial que busca criminalizar la protesta social, igualando la delincuencia con la acción política, quienes hoy avalen la represión en curso están pavimentando el camino de la represión al conjunto del pueblo.

4.Las razones de estas expresiones de rebeldía (espontánea u organizada) hay que buscarlas más allá de burdas caricaturizaciones alusivas a una desviación patológica-irracional o delincuencial de sujetos y organizaciones, sino en la estructural injusticia e inequidad generada por un modelo que no sólo no es capaz de dar cuenta de las necesidades de su pueblo; sino que cada vez que se perfecciona, acrecienta la explotación en beneficio de unos pocos. Esa es la violencia sistemática y estructural a la que se nos somete diariamente;

5. Las actuales persecuciones encuentran su real sentido político, en la perspectiva del actual ciclo de alza en que el movimiento popular expresa, aún segmentadamente, el descontento acumulado y apunta cada vez más claramente a cuestionar los elementos de fondo de estabilidad del neoliberalismo, como son los efectos de la privatización de los servicios básicos y derechos fundamentales. Lo que temen son los pasos de avances desde el descontento social a la protesta política que sea capaz de resistir, enfrentar y proponer rumbos para la construcción de mujeres y hombres libres;

6. Por último, hacemos un llamado a nuestros compañeros a seguir fortaleciendo los trabajos territoriales y sectoriales en los que se despliegan los esfuerzos rebeldes y populares de construcción. Ninguna política de repliegue ni escondrijos: a fortalecer los vínculos de confianza populares. Es momento de seguir radicalizando las prácticas y los discursos de nuestras luchas, ganando en organización y amplitud, sin perderse de los ritmos populares de este gigante de mil rostros que paso a paso crece y empieza a despertar y a soñar… ¡Nunca más solos!

Hacemos pública también nuestra solidaridad con las compañeras y compañeros que han sido procesados por la injusticia y hostigados con masivas citaciones a testificar en estos procesos, como son por ejemplo os ocupas, quienes tras un burdo montaje policial han sido acusados.

Seguiremos trabajando por sumar cada vez más conciencias en este anhelo libertario.

Colectivo Andamios

Octubre de 2006, mes que se llama Miguel, Tamara, Ché, Rodrigo, Tati, Poder Popular…

«A RECUPERAR LO NUESTRO»

Sábado 28 de octubre, Jornada de resistencia y movilización Nacional frente al saqueo ambiental y social.

A fines de Julio, en Temuco, más de 80 organizaciones nos congregamos para denunciar cómo las políticas pro empresariales de los gobiernos, han permitido a las mega empresas saquear nuestros recursos, destruir nuestros modos de vida, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra identidad como ciudadanos de este país.

Denunciamos para que otros aprendan y para aprender de otros, denunciamos para articular la lucha, para conocer y reconocer nuestros derechos y colectivamente defenderlos.

De ahí surgió el acuerdo en asamblea para hacer esta gran jornada de movilización nacional, cada quien según su capacidad y su modo, pero todos a un mismo tiempo y con el mismo grito de YA BASTA iniciar un proceso amplio y diverso de recuperación de nuestra dignidad.

Estamos cansados y cansadas del engaño. No queremos vivir en un país donde los poderosos deciden nuestro destino. Ya son demasiados los atropellos. Sabemos quienes son lo responsables y deseamos emplazarlos.

Participemos con nuestra familia, hijos, amigos y amigas en este espacio de acción democrática y cultural.

En santiago, el 28 de octubre te esperamos en Quinta Normal desde las 13:00 hasta las 19:00 horas, con música, teatro, danza, documentales, stands, foros, actividades para niños y niñas, y en fin, la recuperación de los espacios públicos desde el hacer comunitario, autónomo y autogestionado.

Hay más. Pero por ahora basta.

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