Chile: presos políticos en el punto del deterioro final
Ante la imposibilidad de que el Congreso trate con seriedad el proyecto de Ley de Indulto, convertida en moneda de negociación entre la Concertacion -coalición de gobierno integrada por la democracia cristiana, el socialismo y el pequeño Partido Radical- y la Alianza por Chile -oposición heredera de la dictadura- el pasado martes 25 de mayo militantes de diversas organizaciones y familiares y amigos de los presos políticos ocuparon simbólicamente tres legaciones diplomáticas en Santiago.
Para entonces los huelguistas llevaban 47 días sin probar alimentos. La ocupacion simbólica de las embajadas de México, El Salvador y Australia perseguía el objetivo de hacer llegar a los parlamentos y cancillerías de esos países una denuncia pública sobre grave situación que enfrentan los presos políticos chilenos, que llevan sobre diez años en diferentes penales.
El día anterior a las acciones realizadas en Chile, el 24 de mayo, en Bélgica el Colectivo Europeo Contra la Impunidad (CECI), el Centro Cultural Subterra, el Colectivo Rodriguista y la Asociación de Refugiados Latinoamericanos y del Caribe (ARLAC), habían realizado frente a la embajada chilena en Bruselas un acto de protesta en solidaridad con los prisioneros políticos en huelga de hambre.
En Francia, la Association Franco-Chilienne pour les Droits de Homme au Chili se manifestó ante la embajada de Chile en París, pidiendo la libertad de los presos políticos y el término de la Constitución, impuesta por la dictadura militar en 1980.
La Fundación de Ayuda Social de Iglesias Cristianas (FASIC) llamó a los siete presos políticos que se mantienen en huelga de hambre a deponer el sacrificio, pero al mismo tiempo llamó al Senado chileno a acoger sus demandas. El vicario de la Pastoral Social calificó como «incomprensible que se haya llegado a este extremo, de arriesgar la vida por una situación injusta», como la que viven los huelguistas.
Por su parte, el abogado de los presos, Alberto Espinoza, exhortó a los parlamentarios de la UDI -principal partido de oposición- a sumarse a la actitud de sus correligionarios Hernán Larraín, Sergio Fernández y Carlos Bombal, y desistir de la llamada «simetría», es decir: poner en el mismo nivel el indulto para los presos políticos y la rebaja de penas a los militares condenados por diversos crímenes cometidos bajo la impunidad provista por la dictadura.