Con los ojos entrecerrados, sordo y ciego el policía (imagen de apertura) parece decir que sólo cumple órdenes, que las va a cumplir y que se dejen de joder. Su rostro es un desafío a la civilidad y una estaca clavada en su propio ser ciudadano. Revela que falta mucho aún para recuperar lo perdido en 1973, precisamente en materia de democracia.
Sucedió que en medio de violentos incidentes y abusos por parte de Carabineros (policía), terminó el viernes 11 de noviembre el acto pacífico organizado por el Frente Anti Pascua Lama –entidad que agrupa diversas organizaciones ambientales– reunido en la Plaza de la Constitución, para entregar en La Moneda dos libros con más de 18 mil firmas de ciudadanos que rechazan un proyecto minero de la canadiense Barrick Gold**.
Se trata de explotar una mina de oro y otros minerales en la cima de la Cordillera de Los Andes, en territorios de la Argentina y Chile. En la parte argentina se ha probado el desastre ecológico que causa la actividad aurífera: destsrucción de fauna y flora, envenenamiento de las aguas y sufrimiento de animales domésticos y riesgo para la salud de la población***. En el lado chileno la minera pretende alterar el normal abastecimiento de agua a una rica zona agrícola trasladando (sic) dos glaciares de alta montaña.
En los últimos días ha surgido la especie –por los expertos de Barrick– de que no se trata de glaciares, sino de meros amontonamientos de hielo; de cualquier forma, la maniobra no tiene precedentes.
En la Plaza frente a la Casa de Gobierno
El senador Nelson Ávila, el director de Oceana, Marcel Claude, y del OLCA, Lucio Cuenca, junto a dos dirigentes vecinales del Valle del Huasco, representantes de esta coalición, ingresaron al Palacio Presidencial cerca del mediodía para hacer la entrega de las firmas y una carta solicitando la detención del polémico proyecto de la minera canadiense Barrick Gold. Mientras tanto, el resto de los manifestantes desplegó lienzos y pancartas a un costado de la Plaza de la Constitución, bajo la estatua del ex presidente Salvador Allende, en medio de un cerrado cerco policial.
Cuando los ambientalistas intentaron representar uno de los glaciares amenazados, poniendo hielo en el suelo, los policías invadieron el vehículo particular donde éste era transportado, y luego de un violento forcejeo, rompieron los sacos de hielo y los vaciaron en las piletas de la
plaza. Posteriormente, los ambientalistas, incluidos los dirigentes fueron rodeados por la policía y obligados a abandonar la vía pública, en medio de insultos y empujones por parte de los uniformados.
Marcel Claude (a la der., el civil), director de Oceana, denunció la violenta reacción policial y la definió como «una prueba más de que en Chile la pretendida democracia de la que tanto habla el presidente no existe, y lo que hay es este modelo autoritario y represivo, que no escucha a la ciudadanía descontenta».
El economista no descartó iniciar acciones legales contra los carabineros que hicieron uso de fuerza desmedida, los que fueron debidamente fotografiados e identificados para el posterior reporte. Asimismo, Claude recordó que 18 mil firmas respaldaban esta acción pública y pacífica y anunció que pedirá una reunión con director de Carabineros para que se le de una explicación por la conducta desmedida y el atropello de Carabineros.
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* Agradecemos el informe del periodista Jordi Berenguer.
Notas:
Entre otras, pueden consultarse en esta revista los siguientes artículos:
** – Informe: Pascua Lama, saqueo ambiental
** – Barrick Gold tiene protectores para depredar
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