Cine. – ENGAÑO GLOBAL
En las 19 líneas que sirven para presentar el trabajo –contadas en la pantalla de un viejo Macintosh son 15– Massimo Mazzucco afirma: «no hay aspecto de nuestras vidas cotidianas que no esté siendo influido, aunque de manera tangencial, por aquellos hechos». Señala además que trata de una película-encuesta y –probablemente adelantándose a los conformistas que suelen comulgar con ruedas de carreta– dice:
«No existe la ‘teoría del complot’, sólo existen respuestas poco claras de parte de los gobiernos. Nosotros sólo queremos aclaraciones».
El filme, presentado con subtítulos en castellano por http://es.arcoiris.tv tiene una duración de poco más de 90 minutos. Los suficientes para sumirnos en la perplejidad y en el –nunca mejor usada la palabra– terror.
Tiene razón Mazzucco, la cotidianidad de la vida humana del planeta se ha resentido desde ese 11 de setiembre; pero no: no es una película-encuesta, 11 de septiembre de 2001 – Engaño global es un trabajo riguroso –el más riguroso que hayamos conocido– para desentrañar los hechos, situando en el lugar que la recta razón exige tanto las emociones como los desvaríos de la especulación intelectual.
Es en este contexto donde la afirmación de que «no existe la teoría del complot» cobra toda su vigencia.
Inútil será intentar juzgar la producción de la www.luogocomune.net según los cánones estéticos de la crítica cinematográfica; así como lo ocurrido en el país norteamericano rompió todo esquema racional, esta realización se sitúa más allá de la formalidad que exige la gramática del cine.
Nos introduce –y tal vez no haya sido la intención de sus autores– en un mundo oscuro, aleatorio, perverso y cuya realidad deja muy atrás el «suspenso» de Matrix, el miedo que que se experimentó cuando la legendaria transmisión de La guerra de los mundos realizada por Orson Welles, o las fantasías que merodean alrededor del conde inmortal. Y es así porque Engaño global se construye desde la realidad.
El viaje que se propone parte analizando las medidas normales de seguridad provistas para el espacio aéreo de Estados Unidos por el Comando de Defensa (NORAD) y el ente encargado de la aeronavegación civil y comercial: en caso de cualquier anomalía si se juzga que existe un peligro, los cazas militares no tardan más de seis minutos en despegar desde las bases en territorio estadounidense para verificar y en caso necesario controlar esa desviación. Son procedimientos habituales, rutinarios, que estuvieron ausentes en los casos de los vuelos que terminaron en desastre, muerte y misterio de ese 11 de setiembre.
En este particularísimo caso, desde que el primer avión salió de la ruta prefijada para ir a estrellarse contra una de la torres hasta que todo terminó (otro caído o derribado, otro más presuntamente estrellado contra el primer anillo del Pentágono y aquel que también se estrelló sobre el edificio neoyorquino), transcurrieron dos horas antes de que decolara el primer «jet» militar.
Fijados esos hechos –hasta ahí incomprensibles– Engaño global navega por los meandros de las contradicciones y explicaciones que no explican, hurga en las teorías que surgieron en los días y semanas y meses posteriores y, con la misma fatalidad de los acontecimientos a luz de las verdades y suposiciones expuestas, plantea la tesis que titula el filme: la existencia de un engaño global.
La película es una obra de la inteligencia aplicada al nudo de dislates, disparates, mentiras, medias verdades y paranoia desatada.
– Si utiliza Real Player, puede verla
– Si utiliza Windows Media Player, lo hará
– Si prefiere simplemente el formato MP3, basta un clic
– Y si elige descargarla directamente de Arcoiris TV puede hacerlo aquí, donde también encontrará el modo de adquirirla.