Citgo: cómo el clan Guaidó se apoderó de 13 mil 500 millones de dólares
Ya habíamos advertido sobre la inminente debacle que se erigía en torno a CITGO, como consecuencia de la toma de parte del clan #Guaido a partir del pasado mes de enero. Desde entonces, no se le ha rendido cuentas a nadie sobre sus actividades, acciones y menos sobre sus erogaciones.
Las expectativas sobre sus resultados financieros para el ejercicio 2019 apuntan hacia una monumental debacle, dada la sumatoria de la inexperiencia reinante en dicha cuestionada directiva y la reacción de los mercados producto de las sanciones. La combinación de sanciones y toma de CITGO, ha probado ser letal.
No es que la directiva de antes era perfecta, pulcra y transparente; no se trata de eso, sino que antes dicha corporación contaba con un respaldo que actualmente no posee. Pero la realidad comprobada luego de 6 meses de sanciones es que, son más importantes nuestros crudos pesados para el sur de los estados unidos, que esa porción del mercado norteamericano para nuestros crudos pesados.
Luego de las ingentes inversiones y sostenidos subsidios que ha recibido de parte del estado Venezolano, las refinerías propiedad de CITGO constituyen la joya de la corona de los activos de nuestra industria petrolera situados en suelo foráneo. Bajo esa premisa, dichos activos se presentan definitivamente como un “objetivo financiero” apetecible, no solo para aquellos tenedores de bonos y deuda Venezolana, sino para el poder financiero transnacional y algunos poderosos países dentro y fuera de la región.
El conglomerado CITGO de alrededor de 745.000 B/D de capacidad total de refinación, red de distribución independiente, intereses en oleoductos, capacidad propia de almacenamiento y diversos terminales de productos, recibía hasta Enero de 2019 crudo desde aproximadamente unos 20 países, incluida Venezuela. Para entonces, PDVSA holding suplía alrededor del 25% de los requerimientos totales, dirigidos fundamentalmente con destino las instalaciones de Lake Charles, en unos 185.000 B/D de crudo mejorado. Entre sus activos, Lake Charles-Louisiana es una refinería globalizada de unos 415.000 B/D, Corpus Christi-Texas posee la capacidad de procesar cerca de 155.000 B/D de crudos pesados, mientras que Lemont-Illinois unos 175.000 B/D con habilidad de “digerir” crudos canadienses @ premium.
La directiva de facto
Desde la llegada de la junta de facto impuesta por el clan Guaidó, pareciera que el propósito fuese llevarla a la quiebra en el lapso más perentorio posible. Imaginamos que la idea detrás de todas las pésimas decisiones que allí se han conjugado, es y ha sido depreciarla para poder adueñarse de ella al menor costo posible.
La cabeza impuesta por dichos intereses para manejar una corporación de al menos 13 mil 500 millones de dólares, es Luisa Palacios, una comunicadora social egresada de la UCAB en 1992, con postgrado (Washington DC) en economía internacional y política energética, sin ninguna experiencia previa conocida en el manejo de negocios petroleros, que nunca ha pasado por industria petrolera alguna y que no ha tenido exposición en la dirección de empresas verticalmente integradas.
Pero Palacios si posee enlaces directos con el poder financiero transnacional a juzgar por sus posiciones previas; entre ellas con Medley Global Advisors (MGA) principalmente, con algunos “internships” por Barclays Capital, Banco de Cooperación Internacional de Japón, Société Générale y el Banco Mundial.
El pedigree de Medley Global Advisors (MGA), la firma de donde proviene Palacios está asociada desde sus orígenes al conocido especulador financiero George Soros. Richard Medley; su fundador, dejó la firma en 2005 luego de ser vendida a Boston Ventures and Castanea. En 2006 Goldman Sachs adquirió acciones en MGA. En 2010 es absorbida por Financial Times, que a su vez es propiedad de Nikkei y Nyse.
Medley Global Advisors cambió de manos del FT/Pearson a Japan’s Nikkei, en una transacción recomendada por los Rothschild por el lado del buyer y Goldman-Evercore-JP Morgan por el lado del seller. MGA se dedica a la captura de inteligencia corporativa que sirve nada más y nada menos que a los intereses de los grandes capitales de riesgo (hedge funds), para posicionarse con ventaja relativa sobre áreas de inversión con atractivo particular de rebote especulativo de corto plazo.
MGA en 2012 se vio envuelta en un gran escándalo por tráfico ilegal de información donde destacaba la cabeza de la reserva federal J. Lacker. La firma se autodenomina experta en inteligencia, sin embargo, esos autodenominados expertos han sido sujeto de investigación desde hace más de 6 años, donde uno de los señalados fue sentenciado a 11 años de prisión.
Todo ello que nos lleva a las siguientes interrogantes:
1-¿No son acaso varias de estas, algunas de las instituciones tenedores de deuda venezolana?
2-¿Qué nefastos intereses representa Luisa Palacios, Carlos Vecchio, Juan Guaidó, entre otros, en ese oscuro entramado?
3-¿Cuál ha sido el destino del mil millonario préstamo de 1.200 millones de dólares y quién lucró con los cerca de 30 a 50 millones de la intermediación financiera?
4-¿En manos de quién ha caído CITGO y por orden de quiénes; de dónde salió esa supuesta junta directiva?
5-¿Quién pagará el costo de la destrucción que sobre CITGO se yergue y que hace el estado Venezolano para defenderse aparte de un hasta ahora inocuo juicio?
6-¿Con que recursos enfrentará compromisos a vencer en octubre de 2019 por el orden de 900 millones de dólares?
Ante tales interrogantes, es preciso abrir un proceso de investigación que conlleve; en caso de ser corroborado y encontrados culpables, a consecuencias penales a todo aquel que este involucrado en este monumental desfalco y daño a la nación.
Como apoderarse de 13.500 millones de dólares
En declaración dada en marzo de 2019, Luisa Palacios expresa lo siguiente: “la filial de PDVSA en Estados Unidos tiene un plan de contingencia para afrontar la coyuntura de no recibir temporalmente crudo venezolano, pero señaló que esta situación no es catastrófica para la compañía porque ya desde el año pasado, 75% del petróleo que procesa se le compraba a 19 países”.
A solo dos meses de esa triste declaración, CITGO atraviesa su peor momento, habiéndose de entrada endeudado con 1.200 millones de dólares en una oscura operación, donde su destino y el producto y los beneficios de la intermediación financiera no han sido aun aclarados. Ha cancelado irresponsablemente intereses por bonos por 70 millones de dólares, pudiendo haber pedido protección federal; ha elevado costos irracionalmente, producto de una acción que no previó las consecuencias del alza desmesurada de sus propios insumos; ha llevado a CITGO al filo de quedar en “default” al no poseer caja, ni opciones para hacer frente a un millonario pago por vencer en octubre venidero.
CITGO reflejó hasta marzo de 2018 un ingreso neto de alrededor de 460 millones de dólares, desde un ingreso bruto de 23.000 millones. Aún con el fuerte subsidio que nuestros crudos le solían ofrecer a su filial estadounidense, la relación ingreso neto a bruto tan solo representó cerca del 2%. Históricamente dicha relación se ha conservado entre 1,3% y 2,3%, solo gracias a la mano salvadora de PDVSA Holding.
Ante el reducido ingreso neto que muestra dicha filial, es muy poco el margen de maniobra que podrá tener, toda vez que PDVSA Holding no piensa proveer esos 185.000 barriles diarios de crudo mientras la diatriba prevalezca. La filial rebelde se verá obligada a buscar dichos crudos en el mercado abierto y cada dólar de alza en el suministro de dicho volumen significará una carga onerosa sobre sus ya disminuidas finanzas, que claramente desatará su quiebra, aniquilamiento o remate por obligaciones pendientes.
Pero las sanciones no solo castigan a CITGO, sino que también han y están castigando severamente a otros refinadores estadounidenses, quienes no cuentan con opciones alternativas costo-efectivas a la mano.
Como premisa comparativa con 2018, cuando el WTI promediaba 65,02 dólares, el 2019 muestra debilidad coyuntural al promediar durante los primeros cinco meses 57,5 dólares por cada barril. Proyectando dichos resultados al ejercicio en curso, ese colchón que en el mejor de los casos tan sólo representa entre 400 y 500 millones, se desvanecerá totalmente bajo la coyuntura actual, ya que por un lado se evaporan los subsidios, mientras que por el otro se ha reducido considerablemente el diferencial del pesado como constataremos en adelante.
A partir de mediados de 2018, cuando ya era un secreto a voces la “coagulación” de fuertes sanciones contra el estado venezolano y su medular industria petrolera, propuestas desde los grandes intereses financieros con apoyo en los mismos think tanks en Washington DC, en conjunto con factores políticos venezolanos, el “diferencial” entre el WTI del Canadian index, Basrah pesado y Arab pesado se reducía de forma sustancial ( se cerraba la brecha entre el precio del X y L).
Para el cierre de abril último, las importaciones de crudo colombiano habían duplicado las del año previo a 342 MBD, mientras que las mexicanas habían escalado un 18% a 647 MBD. Pero aun así, estaban aún lejos de satisfacer el espacio dejado por PDVSA.
Cuando históricamente el crudo pesado se tranza a descuento respecto al liviano, a partir de enero de 2019 se negociaba a Premium, con excepción del “Canada index”. Sin embargo, en este último caso el diferencial se redujo sustancialmente, representando igualmente un oneroso sobrecosto. En el caso del Basrah pesado, el incremento neto acumulado de dicho margen a partir de julio de 2018 y hasta junio de 2019 fue de +73,1%.
Para el caso del Arab pesado dicho incremento neto fue de +46,7%, mientras que para el caso del Canada Index, la reducción del diferencial de precio representó un aumento neto acumulado del 48,4%. El crudo Maya por su lado, ha venido sufriendo igualmente de forma consistente un aumento relativo en el costo del barril con destino a EU particularmente desde enero de 2019, al haber pasado (WTI) de $+0,1 a $+2,15 pb a junio de2019. México posee limitación logística y está imposibilitada para cubrir en su totalidad la ausencia del crudo venezolano en el mercado del norte.
Para los cortes colombianos Castilla heavy sour y Vasconia medium, el diferencial ha trepado (Brent) desde -U$S 9 en 2018 a -U$S 2 recientemente; un escalamiento neto de U$S 6 por barril. La capacidad de suministros (menos aún de incremento) desde Colombia sin embargo no es posible, ni su volumen actual sostenible en el muy corto plazo, por sus ya limitadas reservas remanentes que lo hacen poco atractivo como proveedor confiable.
Tomando como referencia el menor de los casos y sumando el costo de no tener acceso al descuento de entre seis y ocho dólares por barril dado por PDVSA Holding previo a las sanciones, representaría ciertamente una elevación proporcional en los costos de importación de esos 185.000 b/d necesarios en la dieta de Lake Charles, en un rango por barril que oscila entre ocho y diez dólares. Con dicha carga, el diferencial no solo absorbería por si solo las ya esqueléticas ganancias que en teoría podría haber tenido, sino que la dejaría en rojo, colocándola en posición de fragilidad y pérdida.
Todo ello siendo optimistas, al no considerar la carga de la deuda recientemente adquirida de 1.300 millones de dólares para el ejercicio 2019, ni los compromisos por vencer en octubre por 920 millones de dólares. Conservadoramente hablando, CITGO podría estar fácilmente perdiendo durante 2019 entre 240 y 370 millones de dólares, manteniendo aun pendiente servicios de deuda ya contraídos.
Mientras tanto, una corte norteamericana trata de decidir cual de las dos juntas directivas debe tomar control de una empresa venezolana. Mientras unos y otros se pelean una corporación que debe estar al servicio de Venezuela, por el contrario pareciera estar al servicio de intereses extranjeros, de preferencias políticas, criminales y financieras ajenas al país. ¿Qué es lo que tanto critican al gobierno de Maduro?
Los bienes de la nación venezolana merecen ser defendidos. Pero mientras unos acusan a otros de robar, los que acusan de robar, no solo roban, sino que se preparan para entregar uno de nuestros más preciados activos a los capitales de la extorsión en bandeja de plata y prácticamente gratis, a cambio de un supuesto respaldo político que de paso, no han sabido capitalizar y por el contrario, lo que han causado a su paso ha sido mayor destrucción.
* Petróleo y Gas “Upstream”/ Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979.