Colombia: entrevista con Joaquín Pérez Becerra, deportado de Venezuela a la cárcel
Dick Emanuelsson.*
En una primera entrevista para “ANNCOL somos todos”, el deportado Joaquín Pérez Becerra, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, ANNCOL, responde desde la cárcel La Modelo de Bogota, a las preguntas e inquietudes de miles de personas en el mundo que ha seguido hora por hora “el desarrollo de los acontecimientos en pleno desarrollo”, como suele decir Walter Martínez en Dossier de TeleSur.
Lo relatado por Pérez Becerra a este reportero es indignante, más si entendemos que el director de ANNCOL ha sido uno de los más fieles defensores de la Revolución Bolivariana y su comandante Chávez. Varias veces Pérez Becerra y la Asociación Jaime Pardo Leal, la cual pertenece, ha sido convocante a actos de información y manifestaciones públicas en defensa al proceso político que comenzó en Venezuela 1999.
Pero una cosa es el mal trato por parte de la Guardia Nacional venezolana. Otra cosa es el actitud del representante político que Pérez Becerra cree fue el ministro de Comunicación, Andrés Izarra. Éste comenzó su carrera periodística en NBC y CNN, canales de televisión estadounidenses y la terminó en RCTV, Radio Caracas Televisión, la cuna mediática del Golpe de Estado en abril 2002, antes de asumir durante los años siguientes cargos altos en la administración de Chávez.
Nadie, ni Izarra ni algún representante de la migración venezolana preguntaron por la ciudadanía de Joaquín Pérez. Parece que ni siquiera estaban interesados de saberlo, dice Pérez en la entrevista, pese a que tenía el pasaporte sueco y la cédula sueca en mano.
Izarra ya tenía su versión escrita y la publicó en su “Twitter” solo una hora después de la detención de Joaquín Pérez en el aeropuerto de Maiquetía hace una semana.
Un periodista nunca debe exagerar o manipular la realidad y los acontecimientos. Pero no es una exageración decir, que la reacción por la detención y la deportación a Joaquín Pérez no se ha limitado a Colombia, Suecia y Venezuela, sino a todo el mundo. Personalidades de todo tipo, movimientos sociales y organizaciones políticas se han pronunciado, alarmando a presidente Chávez, expresando que “revolucionarios no se deporta, se los defiende si es que es una revolución auténtica”.
Juristas, abogados y jueces han corregido a los pocos funcionarios venezolanos estatales que han salido en defensa de la deportación, subrayando que sí había alternativas jurídicas y sostenibles ante la deportación de Pérez.
Pero quiero poner en la primera línea el comunicado de La Asociación Nacional de Medios Comunitarios Libres y Alternativos de Venezuela, que muy preocupada por la deportación de Pérez dice que ella “generan una fisura en la confianza de los millones que construimos desde abajo, colectivo a colectivo, consejo comunal a consejo comunal, movimiento a movimiento, el socialismo y la patria bonita”.
Chávez no es nada sin las masas populares venezolanas. Cuando se abre una “fisura”, el enemigo la aprovecha.
A continuación la entrevista con Joaquín Pérez
—Dime en forma breve como fue el trato durante la detención en Caracas. La embajada sueca dijo que no pudo contactarse contigo por que no lo permitieron.
—¡Fue muy grosera la vaina en Caracas! El tratamiento de la Guardia (Nacional) fue muy malo, muy malo y muy ofensivo. Inclusive se portó mejor la policía colombiana que ellos, fue más correcta que ellos. Los venezolanos fueron muy ordinarios. . . No me dejaron ver televisión, nada para que no me diera cuenta de nada.
—¿Estuviste totalmente incomunicado?
—Estuve incomunicado en Venezuela, hermano. Y rapidito al aeropuerto. ¡Fue muy, muy mala gente! Yo he dicho acá (en la Cárcel de La Modelo) que no vuelvo a la patria de Bolívar.
—¿Había algún representante político por parte del ministerio del interior o de . . . .?
—Cuando me entregaron fue un ministro, Izarra, me parece, no me acuerdo.
—¿Él te entregó a la policía colombiana?
—Yo creo que es él (Izarra), no estoy seguro, pero era del ministerio. Ni siquiera hablaba conmigo, se escondía y se. . . ¡eran unos hijos de puta!
—¿Alguien te preguntaba si eras sueco o colombiano?
—Ellos. . yo les expliqué que era sueco.
—¿Tu ingresaste con el pasaporte sueco, no?
—Síííí, yo les conté . . . y tenía la cédula sueca …, ¡Pero no! Incluso llegaron al avión con la orden de Colombia y me capturaron ahí, como fuera la policía colombiana. ¡Unos malparidos! Una actitud mezquina y ordinaria. ¡Me trataron mal! Pero había una gente que estaba ahí con bajo perfil que era un poco más solidaria, pero como la orden venía de arriba, entonces no pudieron hacer nada. Estuve incomunicado, hermano.
—Ningún representante sueco o venezolano…
—¡Nadie, nadie!
—En Frankfurt (cuando hizo trasbordo) ¿había una revisión especial o. . .?
—¡No, no, no, no!
—¿Todo normal?
—Todo normal, yo incluso dije “bye, bye” a los alemanes y seguí normal.
—En el mundo ha habido una reacción nunca antes visto, una reacción de indignación sobre tu deportación. ¿Qué piensas?
—A mi no me dieron ninguna oportunidad, a mi me aislaron para quedarse bien con el gobierno de Colombia. Fue una vaina alarmante.
—En la audiencia primera el martes pasado en la mañana (el día siguiente de la deportación) ahí ¿hablaron sobre la circular roja de Interpol?
—Si, hablaron sobre eso.
—Según el abogado tuyo, las autoridades colombianas abrieron el caso y armaron el expediente contra ti hace un año en una forma casi clandestinamente, basándose las pruebas en 700 supuestos correos tuyos de la computadora de Raúl Reyes.
—¡¿Cuántos?!
—Dicen 700 correos.
—Eso es lo que dicen ellos. Tú sabes que ellos inventan y hacen trabajo logístico de meterse en los computadores, creando correos, creando cartas, tú sabes como son ellos.
—¿Ese tipo de correos son inventos?
—No son pruebas porque no tiene ninguna credibilidad a la realidad porque son de unas computadoras que fueron destrozadas y desaparecidas. Uno no puede creer en eso, es como un fantasma. Parece que cada vez cuando ellos quieren, la computadora de Reyes escupe correos y fotos.
—Durante tres años.
—¡Imagínate! Y sigue escupiendo correos. Y fuera de eso; en el juicio hubo un debate muy grande. El abogado (contratado por el gobierno sueco) fue muy bueno y hubo un debate, primero sobre la ciudadanía mía, la sueca, y ellos (la fiscalía) trataron de explicar que era ciudadanía colombiana. Hubo un enredado.
"Lo que pasa es que prácticamente me han enjuiciado en mi ausencia, ni siquiera me han avisado en la cancillería sueca o en la embajada (colombiana en Estocolmo), por que ellos saben que yo vivo allá. Todo el mundo sabe que yo vivo allá y que soy un hombre con papeles legales y yo no me he ocultado de nadie. ¡Es una cosa grosera!"
—¡Tu renunciaste la ciudadanía colombiana cuando volviste sueco nacionalizado hace diez años?
—Si. Yo les expliqué eso, pero no valía. Expliqué que luchaba por una solución politica negociada al conflicto (social y armado), que yo había cumplido un papel en el acercamiento con las FARC (cuando llegó a Suecia la delegación mixta entre guerrilla, gobierno y industriales colombianos encabezados por Raúl Reyes, Víctor G. Ricardo, el comisionado de paz del presidente Andrés Pastrana) y Cesar Villegas, presidente de ANDI, el 2 de febrero de 2000, (nota del redactor) y que la pagina de ANNCOL no es una pagina terrorista porque nosotros no hacemos terror y yo explique todo eso. Tengo un abogado muy bueno y solidaridad de mucha gente.
"Pero claro, el periodismo colombiano es muy grosero y muy astuto, parece organismos de inteligencia. Incluso aquí mismo han venido periodistas para hacerme la entrevista y yo me he negado. Porque ellos utilizan cualquier cosa para hundirlo a uno pues uno no tiene confianza en esos medios. Entonces yo me negué a una entrevista con Vicky Dávila, con el diario el Tiempo y RCN (canal de televisión y de radio) y yo dije que no.
"Que más adelante cuando yo estuviera bien documentada y supiera los pormenores del caso, talvez yo accedería pero yo no confío en esa prensa porque es una prensa realmente grosera y arrodillada al gobierno colombiano.
—Uno sabe como manipula la información a su beneficio. ¿Este es resultado de la inteligencia y espionaje que hizo uno de los diplomáticos colombianos en la Embajada de Estocolmo en Suecia, el señor Ernesto Yamure que resultó ser también asesor político y amigo personal de Carlos Castaño?
—¡Claro! Yo creo que puede ser por ahí, como es conocido nuestra vida por ahí y a ellos les queda muy fácil conocer nuestros nombres, como trabajamos en la radio, como yo me llamo en la radio, como me llamo en la página. A ellos les queda muy fácil hacer… O sea que tienen una información muy vasta en general de lo que uno hacia ahí, conocían la radio, él conocía la acción que nosotros hicimos frente al Buque Gloria (julio 2005), nos tomó fotos… Había una documentación alta que trataron de meter en un computador y trataron de decir que había conexión con esta organización.
—Exactamente y justamente el registro sobre la manifestación en Estocolmo ahí sale la foto de Yamure, porque en ese folio (registro del DAS contra este reportero) esta el articulo que yo escribí, está en la carpeta que el DAS y el G3 que registró de mi persona como periodista en ese momento. Y se hace entender como “fuente habitual” debe ser el encargado en la Embajada colombiana en Estocolmo (Ernesto Yamhure) que hizo ese registro contra mi y contra ustedes que estaban allá en el muelle.
—Si claro, en general yo creo que esto es una vaina mediática. O sea, el objetivo de esta vaina es criminalizar los medios alternativos, cerrar una voz que está en contra del gobierno colombiano y obligar a la gente a que no hablen mal de un gobierno terrorista. Esa es la finalidad
—Lo que han ganado allí es generar cientos de nuevos corresponsales para ANNCOL.
—¡Uy, si, hermano!, ya estoy mejor, yo estoy muy feliz.
—Es muy impresionante, realmente, la reacción por la deportación tuya de Venezuela a Colombia. Eso lo digo en forma personal de viejo amigo tuyo, no. Y no solamente es parte de esta entrevista.
—Ya te conozco. Si, mira y entre esto es que no me recuerdo que dijo Nicolás Maduro. ¿Qué dijo?
—Bueno, se pregunta el canciller Maduro por qué las autoridades suecas no habían detenido a Pérez en Estocolmo. Entonces yo me pregunto por qué Maduro no hace la misma pregunta a las autoridades alemanas, en el aeropuerto más seguro, más vigilado en el mundo, que es el de Frankfurt, Y por qué no se pregunta Maduro el por qué Santos era el más informado que las dos autoridades mencionadas, o sea sueca y alemana. Y llamó a Chávez en pleno vuelo de Pérez entre Frankfurt y Caracas y llamó informándolos tan generosamente que llegaría un pez gordo y que le hiciera el favor de detenerlo.
—Sí, sí. . .
—¡Imagínate!
—Si, si, si, es una vaina
—Las autoridades suecas, ¿cómo se han portado? Porque yo estaba todos los días, varias veces, en contacto tanto con la cancillería sueca, en Estocolmo, como en la cancillería sueca, en Bogotá. Y han sido conmigo, como periodista, correctos, trataban de explicar y responder todas mis preguntas. De todas maneras no han tenido muchas respuestas porque decían que ha sido negado el contacto contigo en Caracas. Pero en Bogotá se encontraron, la noche que llegaste, el lunes, y también estuvo el cónsul Erick Wollin en la mañana del martes en la audiencia pública.
—Si, se han portado magníficamente, me han prestado el apoyo, este martes van a venir a visitarme otra vez, están pendientes de mi situación y Erik estuvo ahí en la audiencia todo el día conmigo y el abogado le pasó el informe en la noche, se han portado muy bien.
—Bueno, me alegro. ¿Algunas palabras para la comunidad internacional y sobre todo para los colombianos?
—Si, que yo me siento muy defraudado con la actitud del gobierno bolivariano. Un gobierno al que nosotros hemos apoyado, un gobierno al que nosotros hemos difundido a través de Café Stereo y ANNCOL los propósitos de la Revolución Bolivariana en Venezuela y por lo tanto creo que esto es un golpetazo. No es nada presentable para el gobierno bolivariano.
"Yo no sé cómo van a remediar esto, yo no sé cómo van a cambiar de actitud, pero me parece que la solidaridad, de pronto, va a sufrir una merma porque se está dando cuenta que no puede haber un gobierno que entregue a un comunicador social que ha trabajado para difundir el terrorismo de Estado en Colombia. Entonces a los otros latinoamericanos, suecos, europeos que nos conocen, bueno, pues, que estamos dispuestos para recibir la denuncia porque este es un ataque contra la libre expresión, contra la libertad de prensa.
"Es una actitud para cerrar la boca a la gente que está afuera, es un terror mediático para impedir que el mundo conozca cómo es la oligarquía colombiana, asesina, que arremete contra los derechos humanos que aparentemente está mejor con el gobierno de Santos, pero eso es una total mentira.
"Entonces, a esa colonia internacional un abrazo, los quiero mucho y seguimos la jugada, que aquí estamos decididos a enfrentar a este régimen terrorista.
—Muchísimas gracias, Joaquín Pérez Becerra y siente que no estás solo.
* Periodista sueco, corresponsal en América Latina.
en www.prensadefrente.org —que cita como fuente a ALBA TV.