Como el de Cartago, terminó asedio a “Fronteras”
Como ya casi todos sabían, la revista cultural Fronteras, que hasta ahora dirijo, fue objeto de un asedio para reconvertirla en una boletín local. Las fuerzas burocráticas y mezquinas han ganado la partida. La revista regresará a San Carlos, Costa Rica, donde la iniciamos hace más de 10 años, y se convertirá en un boletín local.
Una vez más se demuestra que las instituciones universitarias se deterioran galopantemente por la politiquería, el clientelismo y el avance de las fuerzas neoliberales que han capturado los puestos de decisión y cooptado los proyectos más humanistas. Por ello me permito reproducir algunos extractos de un Memorando que hoy he hecho circular en nuestra institución, el Instituto Tecnológico de Costa Rica:
… … … … …
Se ha dicho y especulado mucho sobre mi labor de coordinación, dirección y edición del proyecto revista Fronteras, el cual, me apresuro a señalar –como siempre lo hago– es más que una publicación: es un espacio de encuentro, una estrategia, una red de coordinación, gestación y promoción artístico-cultural, que creció y se desarrolló desde el nivel local hacia los ámbitos nacional, centro y latinoamericano.
Y no voy a llover sobre mojado. Simplemente deseo subrayar el hecho de que no se me ha permitido el derecho de respuesta a dudas, infundios, invectivas y aseveraciones cercanas a la infamia, dado que las personas que las han producido no se dignan –como no se dignaron plantearlas durante las sesiones de evaluación del proyecto en el seno de ese consejo–- planteármelo personalmente, como correspondía y corresponde.
El testimonio más fehaciente de mi labor son los 15 números de la revista –incluido el número 16 que se encuentra detenido en el proceso de diseño gracias a que el Lic. Gadea ha retenido el flujo del presupuesto respectivo– y los innumerables eventos celebrados en la Sede San Carlos, en San José y en diversas capitales centroamericanas, bajo el apoyo, patrocinio y augurio de Fronteras.
Para quien pueda leer objetivamente, allí encontrará una publicación digna, con diseño original y variado según una visión estética balanceada, y contenidos rigurosos de amplia gama temática en el plano artístico-cultural, que ha generado pensamiento propio y proyectado figuras de notable calidad, así como una recepción amplia en América Latina y más allá. Pero, además, una red interinstitucional y multiorganizativa de coordinación cultural y artística que excede en mucho las expectativas de cualquier proyecto cultural universitario.
Cuando un proyecto artístico y sociocultural se contamina y se entorpece con consideraciones administrativas de pulpería para ?”contener el gasto”, o con concepciones aldeanas de “proyección y temática local”; se trastoca y se envilece, perdiendo su esencia y sus objetivos de desarrollo humano solidario. Confío que en el futuro estas afirmaciones puedan ser comprendidas en su profunda cabalidad.
Deseo agradecer a los compañeros y compañeras del DEVESA que han creído en el proyecto, desde el día en que lo presenté a su consideración hasta estos momentos en que se le aborta… Pero de manera especial a los compañeros que colaboraron arduamente en el mismo, especialmente al Lic. Francisco Rodríguez Barrientos y al Lic. Fernando Gonzáles (sin ser funcionario del ITCR), quienes han desplegado una energía extraordinaria como consejeros, asesores y colaboradores incondicionales.
No omito manifestar mi agradecimiento a las decenas de colaboradores en la misma sede, en San Carlos, Costa Rica, Centroamérica y más allá.
Dado que el proyecto Fronteras es más que una publicación, seguiremos impulsando la red de colaboradores latinoamericanos que nos han acompañado hasta ahora, así como los eventos nacionales y centroamericanos que ya tenemos en agenda. La revista se queda en San Carlos, pero el proyecto sociocultural y artístico –las ideas filosóficas y estéticas y los espacios que lo han sustentado– seguirá desplegándose con toda la fuerza de nuestra voluntad creadora.
Deseo expresar públicamente que a partir de este momento me eximo de toda responsabilidad por los contenidos y formas que se puedan empezar a producir en nombre de Fronteras, publicación que dado su retroceso hacia un boletín local, ya no responderá a los criterios de extensión y proyección cultural que nos habíamos propuesto.
Por último, estimados compañeros y compañeras del DEVESA: ya tienen la revista por la que tanto se han desvelado; ¿qué más desean?
——————————-
Adriano Corrales, y el equipo de Fronteras que dirigió, cuenta no sólo con la solidaridad de Piel de Leopardo sino con el espacio que precisen en nuestras páginas.
Comité Editorial.