Comunidad Andina – Unión Europea. – EL RIESGO SE LLAMA COLOMBIA
«Debemos congelar la negociación del Tratado de Libre Comercio con los países andinos. En este tipo de acuerdos, la UE siempre incluye exigencias en materia de derechos humanos y actualmente el gobierno colombiano no las está cumpliendo», explicó el sueco Jens Holm, del grupo Izquierda Unitaria Europea.
«En la situación actual y mientras no se aclare la relación, deberíamos congelar el proceso», convino el eurodiputado español del grupo Los Verdes, Raul Romeva, quien precisó que hablaba a «título individual» y no en representación de su formación.
La UE y la Comunidad Andina –integrada por Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador– prevén lanzar este año negociaciones hacia un acuerdo de asociación, que incluya capítulos relativos al diálogo político y la cooperación, así como un tratado de libre comercio.
Los eurodiputados Romeva y Holms hicieron estas declaraciones en la presentación de la II Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos en Colombia, que la organización no gubernamental Acción Colombia organizó en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas.
En el mismo acto, el socialista británico Richard Howitt abogó por que la UE aplique las cláusulas democráticas de sus convenios futuros con la Comunidad Andina si constata incumplimientos, pero no llegó a pedir la suspensión de la negociación.
El escándalo de la «parapolítica» –presuntos vínculos entre jefes de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia y diputados colombianos– será una de las cuestiones abordadas en la conferencia, donde se espera la presencia, entre otros, del líder del opositor Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria.
Asimismo, han confirmado su participación miembros de los principales grupos políticos del Parlamento Europeo, con la excepción del conservador Partido Popular Europeo, el más numeroso.
En la presentación, el coordinador del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Iván Cepeda, aseguró que hay «evidencias importantes de pactos entre élites políticas, muchas cercanas al presidente Uribe, y paramilitares» y advirtió de que esto pone en cuestión la pervivencia del Estado de Derecho.
Cepeda afirmó, además, que la violencia contra los «defensores de los derechos humanos» en Colombia sigue siendo una constante. Según sus datos, desde la celebración –en 1995– de la primera conferencia de esta naturaleza en el Parlamento Europeo, 130 activistas han sido asesinados o víctimas de desapariciones forzosas, «el 40 por ciento de ellos, bajo el Gobierno de Uribe».
El laborista Howitt convino en que «la situación no mejora» y alertó del riesgo de que fuerzas paramilitares se estén infiltrando en los llamados «laboratorios de paz», regiones beneficiarias de proyectos socioeconómicos, principalmente financiados por la UE , que buscan sentar bases para una convivencia pacífica en Colombia.
Howitt abogó por que la Comisión Europea encargue una «evaluación independiente» para evitar que la UE «sea cómplice de los abusos.
Por otro lado, preguntados al respecto, los tres eurodiputados hicieron votos por el éxito de las conversaciones de paz iniciadas en La Habana entre el Gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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* Periodista.