Con cierta tristeza la «prensa internacional» informó que los bolivianos dijeron sí

Alejandro Tesa

Las urnas donde la ciudadanía depositó la muestra de su voluntad de refundar el país –o negarse a ello– comenzaban a cerrar a partir de las 16 de hoy domingo 25 de enero, pero ante la evidencia, en sondeos en la "boca de la urna", de que la mayoría de los bolivianos habían dicho sí, les falta poco para afirmar que fue, la del gobierno que encabeza Evo Morales, una victoria a lo Pirro.

Ya sabemos que prensa es. Los primeros informes señalabam, sobre las 18, que el referendo por la nueva Consitutución se ganaba por el 56% de los votos emitidos; menos de una hora después nuevos datos decñían que era por el 60%. Todos de acuerdo en que se trataba de "una victoria amarga" que probablemente lo debilitaba.

Lo cierto es que parece aventurado extrapolar un porcentaje mínimo de los votos escrutados, reemplazando la frialdad de los recuentos con las encuestas en los lugares de votación,una práctica no aceptada en muchos países latinoamericanos. La "objetividad" de la información se pone en duda, en especial cuando es de conocimiento general que la oposición, bien provista de recursos –ya sabemos por quienes– se apresta, en caso de una "llegada estrecha" a desconocer los resultados del proceso electoral.

En esta dimensión cobran todo su valor los dichos de Jorge Quiroga, alguna vez presidente de Bolivia, en el sentido de que Evo Morales se apresta a gobernar por decretos, desconociendo la legislación vigente.

Se acudió a los centros de votación en forma pacífica, lo que no obsta para que los "rebeldes" argumenten irregularidades y fraude. En todo caso la Corte Nacional Electoral ylos observadores internacionales ratifican  al Ministerio de Gobierno (Interior) en el sentido de que la  jornada ha sido tranquilida aunque con pequeños incidentes sin mayor importancia en algunas localidades.

El referendo constitucional inquiría sobre dos asunt de dos consultas:

–una sobre el tamaño de un latifundio ocioso susceptible de ser exporpiadp (5.000 ó 10.000 hectáreas) y la segunda sobre el conjunto del proyecto de Carta Magna, un documento que propugna una Bolivia plurinacional, orientada a la integración indígena, autonómica y de economía "estatista", aunque la oposición critica que otorga privilegios a grupos étnicos en detrimento de los mestizos y que no recoge una descentralización verdadera.