COP30: nueva trampa a bosques y sus pueblos

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En el marco de la COP30 sobre cambio climático que se está realizando en Belém, en la Amazonia brasilera, el gobierno de Brasil anunció como un logro el lanzamiento del Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés). Se sumaron decenas de gobiernos, entre ellos México. Bajo ese nombre tan rimbombante hay una iniciativa para monetizar las funciones vitales de los bosques y crear un fondo que vende bonos a inversores privados, a partir de lo cual, una parte de las ganancias generadas se usarían para la conservación de bosques.
No es un programa de conservación, es un fondo de inversión para el lucro de grandes empresas e inversores que directa o indirectamente causan la deforestación y el cambio climático (https://tinyurl.com/fwx7jke2).Fondo Bosque Hojas Tropicales Plantas Paisaje Natural Fondo, Bosque ...

 

La propuesta no es originaria de Brasil, sino del Banco Mundial, de 2009, y ha sido ampliamente rechazada como una nueva trampa para los bosques y los pueblos forestales por una diversidad de movimientos populares y ambientalistas de Brasil, así como por cientos de organizaciones de todo el mundo, muchas de las cuales están presentes en la COP30 y la Cumbre de los Pueblos que se realiza fuera del recinto oficial (https://tinyurl.com/ydrb2b2r y https://www.wrm.org.uy/es).

La propuesta conceptual del TFFF es recaudar un fondo de 125 mil millones de dólares para inversiones, de los cuales 25 mil millones vendrían de fondos públicos de gobiernos que patrocinen la iniciativa y el resto de inversores privados que compran bonos generados por países. Con las ganancias generadas por el pago de intereses de bonos e inversiones, el TFFF espera reunir aproximadamente 4 mil millones de dólares anuales, que entregaría a países del sur registrados en la iniciativa, a razón de un máximo de 4 dólares por hectárea de bosque tropical. Los gobiernos receptores de esta suma, que es hipotética, porque depende de la volatilidad de los mercados, darían 20 por ciento de lo recibido a los pueblos indígenas y comunidades forestales que conservan esos bosques.

Lo que sí es seguro es que las ganancias que perciba el fondo de inversión que administra el TFFF (llamado TFIF), que será manejado por el Banco Mundial, se destinarán en primer lugar a cubrir los gastos de gestión del fondo y a pagar a los inversores y prestamistas. Si queda algo, se destinaría a los gobiernos que hayan cumplido con las reglas que impone el TFFF sobre conservación de bosques tropicales (por ejemplo, que no pueden tener más de 0,5 por ciento de deforestación desde su registro en el fondo). El TFFF considera que 4 dólares por hectárea pagarán los “servicios ecosistémicos” del bosque, como regulación climática, biodiversidad, mantenimiento del agua, retención de carbono y otros.

Como señala la Coalición Mundial de Bosques, un primer problema en la lógica del TFFF es que define la deforestación como una falla de mercado y que si se paga, se parará la deforestación. Esto no tiene relación con la realidad: las principales causas de la deforestación son abrir paso a la frontera agrícola-ganadera industrial y la tala ilegal. Nada de esto ha cambiado con programas de pago por servicios ambientales, como se puede ver con décadas de programa como REDD y otros. Lo que sí puede suceder es que los gobiernos que reciban estos fondos, aumenten la criminalización de las comunidades forestales por cualquier merma que les haga perder fondos, aunque no sea su responsabilidad (https://tinyurl.com/ydrb2b2r).

El TFFF no se diseñó para combatir las causas de la deforestación, sino para beneficiar a los inversionistas de los mercados financieros que son responsables de provocarla, señala el Movimiento Mundial de Bosques. La ecuación de conservar bosques a través de mercados financieros no cierra: por ejemplo, en el informe Financiando el colapso de la biodiversidad, publicado este año por la Coalición Bosques y Finanzas, se muestra que en 10 años transcurridos desde la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático, los bancos han invertido más de 429 mil millones de dólares en la producción de commodities asociadas a la destrucción de bosques como aceite de palma, soya, carne y celulosa (https://www.wrm.org.uy/es/StopTFFF).

A su vez, agregan, los bonos que serán generados por países del Sur para inversores en el TFFF, son aumento de la deuda pública que en la mayoría de los casos se hace para megaproyectos de infraestructura, energía o transporte que justamente destruyen los bosques y a los pueblos que habitan en ellos.

Global Forest Coalition INFORME | TFFF: Una falsa solución para los ...TFFF reproduce y agudiza las injusticias Norte-Sur: primero al adquirir bonos emitidos por gobiernos del sur global, se aprovecha de una deuda históricamente ilegítima. Esos gobiernos deben pagar intereses o comisiones y en algún momento recomprar los bonos. Segundo, los países que tengan bosques tropicales, podrían recibir una mínima parte de las ganancias, pero solo después de pagar a los tenedores de bonos, los gestores del Banco Mundial y los inversionistas y banqueros de Wall Street (https://tinyurl.com/bdenkkrs).

Es una forma más de transferir fondos de los países del Sur a las empresas y banqueros del norte global y dejar que éstos aparezcan como salvando los bosques del sur, mientras la deforestación y el cambio climático siguen aumentado.

 

* Investigadora uruguayo-mexicana de ETC

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