Alfredo Jalife-Rahme*
En un hecho sin precedentes desde 1695, el presidente de la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña, Michael Martin, se vio obligado a renunciar al cargo en forma anticipada debido a un escándalo por los gastos excesivos e injustificados de los integrantes de esa instancia legislativa, erogaciones que se encuentran bajo su administración. Aunque no se le acusó de haberse beneficiado de esos derroches, es claro que en el veterano político laborista recae la responsabilidad del descontrol, sobre todo si se toma en cuenta que se opuso a transparentar los manejos de los fondos referidos y pretendió evitar la difusión de las irregularidades.
“ley Alfano”y permita que el empresario y político que controla Italia sea sometido a un proceso legal.
“trama valenciana”, que involucra a altos dirigentes del derechista Partido Popular (PP) en los manejos sucios del empresario Francisco Correa, y por el
“caso Gürtel”, una historia de turbiedades con contratos de obra pública.
La ventaja de Europa en esta materia es que, salvo por la impunidad que Berlusconi se ha regalado a sí mismo en una escandalosa distorsión del ejercicio del poder público, los presuntos responsables de turbiedades deben asumir las consecuencias. Es inocultable el contraste con lo ocurrido en México en más de ocho años de gobiernos panistas, los cuales no han presentado ante los tribunales a ninguno de sus altos funcionarios señalados, a veces con pruebas sólidas, de dispendios, desvíos y malversaciones de recursos.
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