Costa Rica no es Chile, en ella lo peligroso son las piñas
Alejandro Tesa.*
Una comunidad agraria, la Santa Rosa de Guápiles en el Caribe, teme la extensión desorbitada de plantíos piñeros; exigen una moratoria para que la transnacional del caso no envenene sus aguas y destruya el ambiente natural, básicamente debido al uso indiscriminado de plaguicidas, que afectarán las napas de agua, la vida veget al, los insectos y animales de la zona.
Hoy, 28 de enero, los vecinos de la comunidad de Santa Rosa de la Rita de Pococí participarán en la sesión del Concejo Municipal, en la cual se ratificará el acuerdo de pedir al gobierno que detenga el desarrollo de una piñera en la zona. Naturalmente los costarricenses no se refieren a una eventual nidada de presidentes de Chile.
Tanto la Universidad de Costa Rica a través de su programa Kioskos Ambientales como informes de organismos estatales relacionados con el uso y aprovechamiento de las aguas,å están contestes en que las plantaciones de la dulce fruta, de la que Costa Rica es una gran exportadora, especialmente al mercado estadounidense, afectarán en el breve plazo severamente la salud y el ambiente de la zona.
Se habla de la amenaza real, no probable ni potencial, a partir de la autorización para aumentar en 250 hectareas la siembra de bromeliáceas sobre el área de recarga acuífera de esa comunidad.
La expansión del monocultivo de la piña a manos de empresas frutícolas tiene varios años de afectar directamente la salud y los mantos acuíferos de donde toman el agua las comunidades, animales domésticos y la fauna de la zona.
* Fuente: diario El Pregón (www.elpregon.org).