Crónica desde Punmaiñ – ARRIBA EN LA CORDILLERA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El viaje desde Temuko salió intempestivamente. Nos comunican desde Newkén que cerca de seis comunidades mapuche de la zona de Punmaiñ/Pulmarí habían decidido comenzar un proceso de recuperación de 10 mil hectáreas de territorio en la Cordillera. Recibida la noticia y establecido los contactos, comenzamos a preparar nuestro viaje. Aun no sabíamos que viajábamos a Punmaiñ –espacio donde pasar la noche en mapuzungun– que es la forma en que los mapuche nombran esta parte del territorio mapuche desde lejanos tiempos.

Una vez en Newken, capital de la provincia, tomamos contacto con nuestros hermanos de Azkintuwe en la zona, quienes realizaban las gestiones para que pudiéramos llegar a Punmaiñ sin novedad. La noticia de la movilización ya se había distribuido por todo el Wallmapu y eran permanentes los comunicados refiriéndose al avance del proceso, además de las múltiples muestras de adhesión de organizaciones sociales de Argentina, así como de otros pueblos indígenas del continente, conectados a través de una extensa red de solidaridad que cruza fronteras, lenguas y colores.

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Salimos desde Newken a las nueve de la noche del domingo y llegamos a Punmaiñ/Pulmarí a las siete de la tarde del día lunes. Fueron siete horas de viaje, interrumpidas solo por las esperas de movilización y que gracias a los contactos y gestiones de nuestros hermanos de la COM (Coordinadora de Organizaciones Mapuche de Neuquén), pudimos sortear con éxito. Instalados en el pueblo de Pulmarí nos mantuvimos a la espera de ser trasladados al lugar de la recuperación, lo cual pudimos concretar en la tarde del lunes. Una grata sorpresa nos llevamos en esta pequeña localidad, principalmente por el gran nivel de organización demostrado por las comunidades.

A pesar del aislamiento geográfico y el poco acceso a tecnología de punta, un eficiente sistema de comunicación radial conectaba sin problemas los distintos campamentos y comunidades. Vehículos todo terreno, además, les permiten recorrer la zona, ventajas tecnológicas bien aprovechadas por los dirigentes. Son los modernos caballos de batalla de una lucha de cientos de años, que hoy regresa con radio comunicadores, telefonía por internet, celular, tractores y camionetas 4 x 4 off road.

Nuestra llegada no interrumpió las actividades de la gente, que reunida en varios kütral enfrentaba un invierno que se ha dejado sentir con especial dureza en la zona. El casco antiguo de la estancia (fundo, hacienda, predio) recuperada cuenta con una infraestructura parcialmente abandonada y que sirve de refugio para los miembros de las comunidades que participan de la recuperación. Un casino para el pequeño grupo de militares, con cable-visión incluido, alrededor de 50 llamas y mulas, dependencias de alojamiento para los empleados civiles en su mayoría, que efectúan trabajos al interior.

Muchos de los peñi –hermanos– de las comunidades habían trabajado como peones allí, a las órdenes de los ingleses primero y luego por el ejército, por eso conocen sus instalaciones y no les fue difícil ocupar el lugar sin el menor asomo de resistencia por parte de sus moradores. Tal como lo reseñó uno de nuestros anfitriones, se trataría simplemente de un regreso a casa.

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Punmaiñ, donde pasar la noche

Punmaiñ se encuentra ubicado en los faldeos de la cordillera de los Andes, en zona mapuche-pewenche. Las tierras que buscan recuperar las comunidades son cerca de 10.000 hectáreas, de un lote de 120 mil, de las cuales han logrado recuperar 40 mil tras largas y sucesivas movilizaciones llevadas a cabo en años anteriores.

En manos de la Corporación Interestadual de Pulmarí (CIP) durante años, este territorio ha sido botín de negocios de la corrupta administración del MPN (Movimiento popular neuquino), partido populista de derecha en el gobierno provincial, que a través de irregulares concesiones ha ido paulatinamente entregando retazos de territorio al mejor postor. De allí la necesidad de movilizarse y defender una zona geográfica rica no solo en recursos naturales, sino también en historia, nos señalan los dirigentes.

Si las negociaciones que han iniciado con el gobierno nacional (opositor del MPN) rinden frutos, las comunidades volverán a ser dueñas de sus territorios históricos, usurpados hace poco más de 120 años, por medio de la violencia y las leyes. Entre mate y mate reflotan innumerables historias de lucha y dignidad. Nos invitan a conocer las comunidades y registrar sitios que nos hablan de la fuerte resistencia de nuestro pueblo a la invasión del ejército argentino.

Los sitios de los cuales nos hablan son los kuramalal, verdaderas trincheras construidas de piedra, última línea de defensa y testigos apagados de la tenaz lucha frente al avance del ejército del General Roca y sus secuaces por esta zona.

Los dos lugares de ocupación son el casco antiguo de la estancia y el lugar conocido como Las Margaritas, que las comunidades volvieron a llamar por su nombre original: Iman kura. Allí se encuentran apostados cerca de 300 peñi y lamgen, que dejaron temporalmente sus quehaceres habituales de invierno para recuperar parte de su territorio de las garras de empresarios y políticos inescrupulosos. Los demás miembros de las comunidades, nos dicen, siguen atentos desde sus casas el desarrollo de los acontecimientos.

Todos están alertas y apoyando la movilización de diversas formas. Nos asombra que cerca del 70 por ciento de los que se encuentran presentes aquí, sean jóvenes mapuches de ambos sexos, chicos y chicas que por las carencias de recursos económicos y la lejanía del lugar no han podido estudiar y desarrollarse. Todos ven en esta recuperación no solo un retorno al territorio ancestral, sino además esperanzas de una vida mejor.

Arremolinados junto al kütral, con luna llena, es el momento de charlar, de contar historias de aquí y de allá, de lo que cultivan, las recuperaciones de tierras hechas en Gulumapu, de la situación de nuestros lonkos y dirigentes encarcelados, historias de despojo y persecución que se repiten en ambos lados de la Cordillera y nos hermanan como mapuche.

Ellos nos hablan de los procesos de recuperación anteriores, de las 40 mil hectáreas que están bajo su control, de la constante invasión de sus tierras por particulares que arrasan con los antiguos eltun –cementerios–, como una forma de borrar todo vestigio de ocupación mapuche.

Allí nos enteramos que en el lugar ocupado por el empresario Italiano Panciotto, todo un símbolo de la arremetida winka en esta zona, fue destruido un eltun por la acción de pesadas máquinas retroexcavadoras. Así armamos, entre mate y mate, un plan de trabajo para el día siguiente. Nos proponemos visitar los kuramalal, antes que a algún empresario los convierta en lugar turístico o pase finalmente un «bulldozer» sobre ellos.

En la mañana siguiente iniciamos la marcha para conocer estos sitios plagados de historia y leyenda. Una larga caminata, montaña arriba, nos espera. Como muchas fortificaciones defensivas, los kuramalal se encuentran emplazados en lugares estratégicos, de difícil acceso. Por razones de tiempo, visitamos solo tres, pero las comunidades conocen alrededor de veinte más, que se encuentran desperdigados en la zona y bajo su atento control y cuidado.

Se trata de fortificaciones que conmueven. Jamás pensamos que existirían, pero están allí y nosotros ocupamos por momentos el lugar donde antiguos guerreros murieron para que otros pudiéramos nacer. Dejamos que el silencio ocupe su lugar y nos dedicamos a contemplar desde allí la inmensidad del paisaje cordillerano. Solo el sonido del viento nos acompaña a nuestro regreso.

Una vez en la estancia, nos dedicamos a conversar con mas hermanos/as, jóvenes y mayores, con el fin de recabar mayores antecedentes sobre sus vidas en la cordillera. El tiempo se hace corto para tamaña cantidad de testimonios. Lejos de aquí, en la ciudad de Newken, los dirigentes del movimiento se aprontan a dialogar con las autoridades nacionales. Decidimos bajar al valle y abandonamos la zona con la sensación de que falta mucho por escribir, por relatar.

Nos propusimos visitar la zona en conflicto, para dejar registrado un momento importante para estas comunidades y sus miembros, que muchas veces en forma anónima, sacrificada, avanzan en la recuperación de sus derechos, lejos de los flashes de la prensa y las negociaciones políticas. Esto es un atisbo a la historia mapuche contemporánea, un pueblo que recuerda nítidamente las usurpaciones y atropellos –y también la histórica lucha de resistencia de sus antiguos–. Un pueblo que, en definitiva, no ha olvidado y que es consciente de lo que le corresponde hacer.

A nosotros sólo nos resta despedirnos. «Lemorria para todos los hermanos guluche», nos dicen. «La historia que están escribiendo con su esfuerzo se sabrá en todo el Wallmapu», replicamos nosotros. Nuevamente un vehículo nos acerca a Aluminé y desde allí en adelante nuestra tarea consistirá en describir y transmitir todos los sentimientos, las historias personales y colectivas que en este momento surgen a borbotones desde las faldas del ina mapu piren, Puelmapu.

En la grabadora llevamos decenas de testimonios, conversaciones con dirigentes, hermanos y hermanas, que nos recibieron con cariño y alegría. Historias que nos hemos comprometido a difundir en el periódico. Somos hijos de un mismo pueblo, nos repitieron en cada conversación, en cada compartir. Y mientras nos alejamos de la cordillera, en silencio, no dejamos de pensar en ello.

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* Periodistas. Publicado en el periódico mapuche Azkintuwe.

La imagen que abre esta nota es la obra Kuramalal, de la escultura Patricia del Canto. En mapuzungún kuramalal significa gruta en la montaña.

En la otra vertiente de Los Andes
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COMUNICADO PÚBLICO

Valparaíso, 8 de Agosto de 2006.

La Comisión Política por la Libertad de los Presos Políticos Mapuche viene en comunicar a la comunidad nacional e internacional lo siguiente: el proyecto del senador Navarro fue votado favorablemente el día de hoy.

1. Con tres votos a favor y dos en contra, la Comisión de Constitución del Senado aprobó la idea de legislar sobre el proyecto de ley que modifica la Ley de Libertad Condicional y que permitiría conceder la libertad condicional a los presos mapuche condenados por supuesto delito de incendio terrorista.

La iniciativa, que fue originada en una moción de los senadores Alejandro Navarro, Guido Girardi y Juan Pablo Letelier, fue respaldada por los senadores José Antonio Gómez, Pedro Muñoz y Jorge Pizarro y rechazada por los senadores Alberto Espina y Hernán Larraín.

2. Por su parte el proyecto de modificación de la ley antiterrorista que presentó el gobierno no fue votado, postergándose nuevamente su tramitación. De acuerdo a los dichos de parlamentarios de la Concertación, la exclusión de los atentados a la propiedad de la ley antiterrorista daría una señal de debilidad a la población frente a la delincuencia.

La Comisión rechaza ese argumento por cuanto los parlamentarios deben mostrar una decisión firme en orden a modificar una legislación ilegítima e inconstitucional como es la legislación antiterrorista, y que ha servido de instrumento de represión en contra de nuestro pueblo y que a futuro puede servir para reprimir otros movimientos sociales.

3. La aprobación del proyecto ley del senador Navarro en la Comisión de Constitución y Justicia, que permitiría otorgar la libertad condicional a los presos mapuches, significa un avance que debe ser valorado en el marco de la tramitación de las iniciativas que permitan la libertad de los presos políticos mapuche.

Existen dificultades que deben mantener alerta al pueblo mapuche.

4. Es de lamentar en todo caso que luego de meses de tramitación del referido proyecto de Navarro, recién hoy los parlamentarios se hayan decidido aprobar la idea de legislar sobre él. Queda todavía la tramitación en la sede del Senado y luego en la Cámara de Diputados.

5. Eso habla de la falta de claridad y voluntad política por parte del gobierno y de la Concertación para dar una solución eficaz a las injustas sentencias a que fueron condenados nuestros hermanos presos.

6. Lamentamos que tanto los parlamentarios de la Concertación como de la derecha presenten objeciones a los proyectos que han hecho dilatar su tramitación. Aquí se trata de reparar una aberración jurídica como ha sido la aplicación de la legislación antiterrorista en contra de hermanos mapuches, y los legisladores y el Ejecutivo deben buscar la fórmula que permita esa reparación.

7. Hacemos un llamado a los legisladores y al gobierno a apurar la tramitación de los proyectos ley que se encuentran pendientes, incluyendo la modificación de la ley antiterrorista. Entendemos que existe un compromiso que no puede ser roto a mitad de camino por falsas consideraciones técnicas. Aquí se requiere voluntad política y eso exigimos.

Llamado a movilizarse

8. La Comisión Política llama a no bajar los brazos y a mantener viva la movilización social para la libertad de los presos políticos mapuche.

Comisión política por la libertad de todos los presos políticos Mapuche

Francisco Caquilpan Lincuante, Domingo Marileo Toledo, José Cariqueo Saravia, Juan Curinao Rucal.

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