Cuando se invoca a Marx para salvar el capitalismo

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Cuando una empresa reduce los costos para aumentar sus ingresos busca hacer algo inteligente, pero cuando eso lo hacen todas a la vez se anula la generación de salarios y de la demanda efectiva, de las cuales las empresas dependen para obtener ingresos y ganancias.

Después de citar a Marx, quien escribió que “la razón última de todas las crisis reales sigue siendo la pobreza y el consumo restringido de las masas”, Magnus aconseja a los dirigentes políticos que pongan “el empleo en el tope de la agenda económica, y consideren otras medidas fuera de la ortodoxia. Esta crisis no es temporal y ciertamente no será curada por la pasión ideológica que los gobiernos tienen por la austeridad”.

En la Gran Recesión (2008-2009) los países avanzados (y en proceso de desindustrialización) evitaron una depresión por la fuerte demanda de los países emergentes, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que ahora se volvió plural (BRICS) con la inclusión de Sudáfrica. Esto no sucederá ahora porque, según Stephen King, economista jefe de HSBC Holdings PLCS de Londres, es difícil avizorar cómo las naciones emergentes pueden llegar a rescatarnos una vez más. Los indicadores económicos del BRICS muestran que esas economías están ralentizando y que si bien evitaran un aterrizaje forzoso, según el economista Joachim Fels de Morgan Stanley, no serán capaces de salvar otra vez el mundo. La situación de los países emergentes – según dijo a la agencia Bloomberg el Nóbel de economía Michael Spence, profesor de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York – explica que haya actualmente 50 por ciento de posibilidades de que la economía mundial caiga en una recesión. De ser así se notará una baja pronunciada de las ganancias de las empresas de los países avanzados que tienen sus plataformas de producción y proveen los mercados de los países emergentes, lo que explica que un buen número de analistas e inversionistas bursátiles anticipen un mercado bajista para las plazas bursátiles.

La oligarquía financiera nos conduce al desastre total

En momentos en que las estadísticas de las economías validan la perspectiva de una recaída en recesión en medio de la crisis por la deuda pública en los países avanzados, los índices bursátiles recuperan parte de las pérdidas de las últimas semanas, confirmando el desacoplamiento de las finanzas respecto a la economía real. Paul Woolley, ex gerente de fondos mutuales y fundador de un instituto de investigación sobre los desequilibrios financieros en la Escuela de Estudios Económicos de Londres, dijo a la revista alemana Spiegel-Online (25 de agosto 2011) que el desenvolvimiento de las últimas semanas a puesto en claro que los mercados financieros – que crecen hasta aplastar las economías – no funcionan adecuadamente, que la situación está quedando fuera de control y deviene “potencialmente peligrosa para la sociedad (porque) el mercado no está alcanzando el equilibrio, sino cayendo en el caos”.

Ante la perspectiva de otro aumento en la pobreza y la miseria de los endeudados pueblos, para decirlo francamente, la oligarquía financiera global ve una oportunidad más de seguir enriqueciéndose con la implantación definitiva de un sistema rentista que nos hace retroceder a la servidumbre, como dice el profesor y economista Michael Hudson.

En este contexto bien vale la pena leer (y reflexionar) sobre la contribución que el economista y antropólogo David Graeber (2) hace para explicar las grandes crisis financieras del pasado, desde los orígenes de las civilizaciones, crisis por deudas impagables, y así entender el peligro de colapso social que nos amenaza.

En la antigüedad –explica Graeber en la entrevista citada- el peor escenario posible, temido por todos porque podía llevar a un colapso social total, era una gran crisis de deudas: al devenir deudora frente al uno o dos por ciento de la población, la gente ordinaria se vería llevada a vender a miembros de la familia como esclavos, o eventualmente a venderse a sí mismos.

Y refiriéndose a la actualidad el economista y antropólogo explica que en lugar de crear alguna institución de gran alcance para proteger a los cientos de millones de ciudadanos que están aplastados por las deudas, y a los Estados que se endeudaron al socializar las pérdidas de los grandes bancos e instituciones financieras privadas, “se han creado esas grandiosas instituciones de escala mundial para proteger a los acreedores, como el FMI o Standard & Poor, que esencialmente declaran – y en total desafío a la lógica económica tradicional – que a ningún deudor se le debe permitir la mora, que no pague. No hace falta decir que el resultado será catastrófico. Estamos viviendo algo que a mi, por lo menos, me parece exactamente lo mismo que más temían los antiguos: una población de deudores patinando al borde del desastre.

1.- George Magnus: http://www.bloomberg.com/news/2011-08-29/give-marx-a-chance-to-save-the-world-economy-commentary-by-george-magnus.html
2.- David Graeber: http://www.nakedcapitalism.com/2011/08/what-is-debt-%E2%80%93-an-interview-with-economic-anthropologist-david-graeber.html

*Periodista argentino.
 

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