Cuba: La Cátedra Encantada
“Recuerdo ya hace muchos años cuando Alicia Alonso decidió que precisamente había que nutrir desde la bases para lograr un gran sueño: que el ballet en nuestro país fuese de todo el pueblo cubano”. Con estas emotivas palabras se dirigió Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba, a una abarrotada Sala Covarrubias del teatro Nacional de Cuba el pasado sábado 2 de julio.
Familiares, amigos y hasta vecinos estaban ansiosos por ver lo que ocurriría en segundos cuando el telón abriese y develara el esfuerzo y dedicación del colectivo de la Cátedra de Danza del Ballet Nacional de Cuba y su Taller Vocacional de Ballet.
“Estaban ya el sistema nacional de enseñanza, las escuelas a lo largo y ancho de la Isla, pero era necesario que no se perdieran una serie de talentos que desde muy pequeños se pudieran ir detectando… recuerdo que Alicia dijo: tenemos que fomentar esa Cátedra de Danza para trabajar desde los pequeños… Y esa Cátedra de Danza necesita entrega, vocación, talento, disciplina, arrojo y sobre todo creer en la importancia de la obra que se va a desarrollar”. Recordó el historiador con asomo de nostalgia, pero henchido de orgullo.
El claustro de profesores lo integran maîtres y profesores del Ballet Nacional de Cuba y otros especialistas designados por su dirección, todos de reconocido prestigio internacional. Su objetivo fundamental es transmitir una experiencia de trabajo en el campo de la danza que permita, tanto a estudiantes como a maestros de ballet, profundizar en la técnica del ballet clásico y otras disciplinas afines, adentrándose en los estilos, gustos y formas de expresión desarrolladas por el ballet cubano, especialmente la metodología de la escuela cubana de ballet, que asume el lenguaje universal de la técnica clásica, la expresión de la cultura, idiosincrasia y estética de la cultura latinoamericana, y tiene sus raíces en las características étnicas y culturales de los pueblos iberoamericanos y del Caribe.
La Cátedra tiene cuatro líneas fundamentales de trabajo: Entrenamiento para estudiantes extranjeros de los niveles intermedio y avanzado y para maestros de ballet; talleres Internacionales de Ballet; Coordinación de eventos especiales y Festivales Nacionales e Internacionales; y el Taller Vocacional de Ballet para niños y adolescentes.
El Taller Vocacional de Ballet se crea en el año 1999 con el objetivo fundamental de promulgar la enseñanza del ballet a niñas, niños y jóvenes interesados en el ballet y sin establecer para ello estrictos requisitos de idoneidad física o de aptitud. Ayudando a la afición y al nivel de apreciación del ballet, favorecer también al desarrollo físico, psicológico, intelectual y artístico de los alumnos matriculados así como a su realización vocacional.
“… Fue una iniciativa que ganó cuerpo y se extendió a lo largo del país producto del apoyo de nuestro gobierno al desarrollo del arte y la cultura” narra su actual directora la maître Mercedes Beltrán. “En la actualidad, los talleres vocacionales muestran sorprendentes resultados, cuando podemos ver que muchos de los niños que se inician en estos talleres terminan formando parte de compañías de ballet profesional”.
Entre los grandes éxitos fruto del Taller están “Hansel y Gretel”, “Aladino”, “La magia de los Cuentos” y “El Camarón Encantado”, al ver esta última obra el Comandante en Jefe Fidel Castro se entusiasmó tanto que llegó hasta Santiago de Cuba en una gira inolvidable para todos los que participaron y vivieron esa experiencia.
“En cada curso escolar llegan a nosotros cientos de niños llenos de ilusiones” asegura Beltrán, “Cuando esta tarde las luces del teatro iluminen cada movimiento y cada paso de estos pequeños artistas, estaremos realizando los sueños de esos niños y jóvenes que hoy participan en la función de fin de curso”.
Para la función de Fin de Curso del Taller Vocacional, su directora escogió un ballet mágico y muy acorde al perfil infantil con el que fundamentalmente se trabaja: “La muñeca encantada”. La obra es un ballet–pantomima en un acto, estrenado en la Ópera de la Corte de Viena con coreografía y libreto de Joseff Hassreiter y música de J. Bayer. La puesta en escena estuvo a cargo de Mercedes Beltrán, basada en la original de 1888, sin cambio alguno en el pas de trois de la versión de los hermanos Nicolai y Sergei Legat de 1903.
El argumento de la obra se desarrolla en una juguetería, cuando el reloj marca la medianoche una muñeca encantada cobra vida y con su magia hace bailar a todos los juguetes de la tienda.
Son las niñas, niños y adolescentes del taller, junto a bailarines invitados del Ballet Nacional de Cuba, los protagonistas de tan atractiva obra. Los “magos” que hicieron posible tan hermoso sueño son los maestros Vilma García, Victoria Castellón e Iván de Armas, junto a pianistas y trabajadores de la Cátedra, que todas las tardes esperan ansiosos a “sus niños” para prepararlos, enseñarles e instruirlos, (una tarea ardua) y lograr al final la magia de la danza.
Antes de dar lugar a la función no se quiso pasar por alto el reconocimiento a la que fue fundadora y directora de la Cátedra por muchos años, dedicándole Miguel Cabrera hermosas palabras.
“Entonces con toda esa carga del pasado, con esta carga del presente y sobre todo con esa ilusión del futuro, este Taller Vocacional y esta Cátedra de Danza, dedica esta función a esa persona tan valiosa que es la maestra Mirian Vila”.
La sala completa aplaudió eufórica y acto seguido llegaron los primeros acordes, se abrió el telón, se iluminó el escenario junto a las pupilas de cientos de espectadores, y más de 170 niños soñaron en aquella juguetería encantada.
*Publicado por Resumen Latinoamericano