Cumbre de ministros de Defensa
Del 25 al 29 de julio se celebró en Brasilia la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, un foro bienal establecido luego de finalizada la guerra fría, destinado a acoplar las políticas militares de la región al nuevo orden mundial.
La primera reunión ministerial de defensa de las Américas se realizó en Williamsburg, Virginia, en 1995, pocos meses después de la Cumbre de las Américas celebrada en Miami, que fue convocada por el presidente estadounidense Bill Clinton y en la que participaron todos los mandatarios de la región.
En la instalación de la Conferencia de Ministros, el Secretario de Defensa de entonces, William Perry, señaló en su alocución que el evento se realizaba sobre la base del «Espíritu de Miami», de manera que los lazos en materia militar debían avanzar de forma paralela y complementaria al proceso de integración económica y política proclamado en Miami y al compromiso de creación del ALCA para el año 2005. Eran los tiempos de la ideología del fin de la historia, del esquema mundial unipolar y de la sumatoria simple de libre mercado y democracia.
Rusia, China
Desde 1995, el mundo ha cambiado y el orden unipolar se encuentra hoy contestado, por lo que, en Brasilia, el Secretario de Defensa de Estados Unidos ha presentado un documento denominado “Base temática de EU”, en el que se apunta hacia China y Rusia como adversarios.
“Contrarrestar los objetivos de los dos países en el ‘vecindario’ de Estados Unidos es uno de los desafíos que enfrentará el Secretario de Defensa Lloyd J. Austin III en su primer viaje a la región”, señala Air Force Magazine.
“China está jugando al ajedrez, mientras que Rusia está jugando a las damas. Creo que están ahí para socavar a Estados Unidos, están ahí para socavar las democracias”, dijo Laura Richardson, del Comando Sur, quien también señaló: “Cuando hablas del orden internacional basado en reglas, creo que a la República Popular China le gustaría reemplazar a Estados Unidos. Ese es su objetivo”.
Disuasión integrada
Para hacer frente a China y Rusia, el Secretario Defensa de EU plantea una acción conjunta, integrada, de todos los países del continente: “Los países deben trabajar juntos para ejercer una capacidad de disuasión colectiva contra las amenazas mutuas”, se lee en el documento de EU.
El concepto de “disuasión integrada” implica “desarrollar y combinar fortalezas para lograr el máximo efecto, trabajando sin problemas en los dominios de la guerra, los teatros, el espectro del conflicto (…) eso requiere desarrollar y compartir nuestras respectivas fortalezas”.
“La piedra angular de este concepto sigue siendo garantizar la disuasión creíble por fuerzas militares y de seguridad que estén preparadas”.
Dispositivo militar
En otras palabras, el concepto de “disuasión integrada” significa que los países de la región tienen el mismo objetivo que se ha propuesto uno de los países del hemisferio, EU, el de enfrentar a China y Rusia, y que todos forman parte de un dispositivo militar integrado que realiza un esfuerzo común.
En función de darle sostén a esta premisa de la existencia automática de un objetivo común, el de enfrentar a China y Rusia, se utilizan varios argumentos: el de pertenencia a un espacio geográfico, el hemisferio occidental; el de la amenaza a valores comunes, como la democracia; el desafío a un orden mundial establecido, el unipolar, y la denominación como ilícitas a las actividades de otros países lejanos geográficamente, calificados de “actores malignos”.
Maligno
En realidad, sí existen muchos elementos comunes que conducen a la cooperación de los países de la región y EU, pero ni los objetivos ni los intereses son siempre los mismos. A Latinoamérica le conviene un mundo multipolar, para su propio desarrollo, le interesa afianzar sus relaciones económicas y financieras con China, diversificar sus proveedores de defensa, ampliar los intercambios comerciales con Rusia y Eurasia, así como el encuentro con otras culturas. Ni China ni Rusia son adversarios de América Latina. Por lo demás, China no tiene planteado, ni lo necesita, que su sistema político sea adoptado en otras latitudes.
En cuanto a la utilización de la palabra “maligno”, que suele utilizarse para designar a Satanás, el que tienta a caer en el pecado, no resulta de mucha utilidad entre los latinoamericanos, en su mayoría alejados del fundamentalismo religioso propio de los sectores del conservadurismo político-religioso estadounidense.
*Politólogo venezolano, fundador del Movimiento Al Socialismo, exministro de Trabajo