CURITIBA DECEPCIONÓ A INDÍGENAS Y AMBIENTALISTAS

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La conferencia fue «un fracaso», según la ecologista Greenpeace Internacional. El Convenio es «un barco a la deriva», que no definió formas de financiar el cumplimiento de su meta: reducir drásticamente la pérdida de diversidad biológica antes de 2010, criticó el alemán Martin Kaiser, experto en políticas forestales de la organización.

«Seguiremos luchando por una participación plena en las negociaciones de acceso a los recursos genéticos y reparto de beneficios», afirmó Viviana Figueroa, del pueblo Omaguaca, del noroeste de Argentina, una de las portavoces del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad (FIIB) que promueve la presencia de ese sector en las conferencias del Convenio.

Hasta ahora se negó la participación de los indígenas en esa cuestión que los afecta directamente e incluso «hubo retroceso» en otros puntos, debilitando la voz aborigen en las discusiones sobre sistemas de protección de los conocimientos y prácticas tradicionales, acusó Lourdes Amos, de Filipinas.

«La soberanía estatal sobre los recursos naturales no es absoluta», afirma la Declaración de Clausura de la FIIB dirigida a la sesión plenaria final de la COP-8. Esa soberanía de los Estados es el principio en que se basan muchos gobiernos para rechazar la presencia indígena y de comunidades locales en las negociaciones sobre acceso y reparto de beneficios.

«Ningún principio es absoluto; si los Estados se exceden en su soberanía permitiendo la sobreexplotación de los recursos naturales, ponen en riesgo nuestra existencia y la vida en todo el mundo», explicó Figueroa a IPS. «Hay límites, por nuestros derechos humanos fundamentales a la existencia e identidad», que exigen «árboles, oxígeno, naturaleza», acotó.

El FIIB y Greenpeace fueron voces aisladas a la hora del balance no gubernamental de la COP-8, ante la desmovilización de los demás actores, reflejando la frustración y la excesiva duración del encuentro de dos semanas. Pero centenares de activistas de la Vía Campesina, red mundial de movimientos rurales, siguieron protestando diariamente contra los transgénicos y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF en siglas inglesas), la mayor fuente de financiamiento administrada por el Banco Mundial, solo dispone de 3.000 millones de dólares para los próximos cuatro años, aunque se necesitan 25.000 millones de dólares al año para implantar las áreas de protección exigidas por las metas del Convenio para 2010, según Greenpeace.

No hay perspectivas de incrementar el presupuesto del GEF, se lucha por no reducirlo ante las amenazas estadounidenses de recortar a la mitad su aporte, que es el mayor y equivale a 20 por ciento del total. Otros países ricos tampoco se disponen a ampliar sus contribuciones. «La Unión Europea se omitió», lamentó Kaiser.

Las fuentes alternativas son la asistencia bilateral al desarrollo, y se habla de un nuevo fondo internacional para la biodiversidad, con fuentes como la llamada «tasa Tobin» a transacciones financieras transnacionales e impuestos sobre el comercio de armas y los pasajes aéreos, pero son cuestiones a discutir en los próximos cuatro o seis años, dijo Kaiser a IPS. El problema es que la falta de acciones adecuadas da tiempo a la industria de la biotecnología para seguir «patentando seres vivos» bajo las reglas de la OMC y practicando la biopiratería, acotó.

Las resoluciones de esta COP-8 fueron «más débiles» que las de la anterior, en Kuala Lumpur hace dos años, evaluó Paulo Adario, coordinador de la campaña amazónica de Greenpeace en Brasil. El gobierno brasileño, anfitrión que logró avances en la protección de sus bosques, podría «hablar como onça»(el leopardo brasileño) y jugarse por grandes decisiones, pero fue tímido, lamentó.

Greenpeace agitó la conferencia, distribuyendo a diario los premios «Bola murcha» (bolas tristes) desde el viernes 24. Australia, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –de los países industriales–, la Unión Europea y Corea del Sur fueron premiados por defender las semillas Terminator (estériles), obstruir negociaciones o asumir posiciones anti-ecológicas. Pero el premio global de la conferencia fue para los tres «títeres», Australia, Canadá y Nueva Zelanda, acusadas de vocear los intereses de Estados Unidos, que no es parte del Convenio.

Jóvenes activistas de Greenpeace también instalaron en el salón de entrada de la Expo Trade, sede de la COP-8, un reloj de arena lleno de papeles para protestar contra la lentitud del proceso para aplicar el Convenio, que ya tiene 14 años de vida. Al parecer será necesario mucho tiempo para que los gobiernos reconozcan los derechos indígenas y la necesidad de su plena participación en todas las instancias de la Convenio, sostuvo Donna House, indígena navajo de Estados Unidos.

La capacitación de los pueblos indígenas es indispensable para conservar la biodiversidad e impulsar en proyectos como la Iniciativa Global de Taxonomía, que pretende describir todas las especies conocidas hasta la fecha, observó Timothy Korianet, del pueblo karamojong, de Uganda. Líderes indígenas denunciaron su exclusión de las negociaciones sobre un régimen obligatorio para regular el acceso a los recursos genéticos del planeta, durante la conferencia de biodiversidad que concluyó el pasado viernes en esta ciudad del sur de Brasil.

«Los indígenas tenemos que ser socios al mismo nivel que el Estado cuando se explotan recursos con aporte de conocimiento tradicional», dijo a Tierramérica Marcos Terena, coordinador de la presencia de las etnias en la octava Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP-8).

Las aspiraciones indígenas enfrentan otros desafíos complejos. Los obstáculos empiezan por la identificación de los distimtos pueblos. En la mayoría de los países asiáticos no son reconocidos, sino diluidos como «minorías étnicas», observó Terena. En otras naciones se alega que toda la población es autóctona.

Los gobiernos tampoco los reconocen en toda África, aseguró a Tierramérica Lucy Mulenkei, quien dirige la Red de Información Indígena en Kenia. En Camerún, por ejemplo, la Constitución los menciona, pero ellos no tienen derechos en la práctica, dijo. «Hay indígenas en todos los países africanos y son pueblos que mantienen sus culturas y tradiciones ancestrales, sobreviviendo en sus territorios fuertemente discriminados por los gobiernos», definió.

Un caso paradigmático es el de su propia etnia, la maasai, con cerca de medio millón de personas que mantienen su identidad pese a la marginación y las presiones que redujeron su territorio. Los indígenas se «autoidentifican», no dependen de la certificación externa, señaló Mulenkei. «Queremos ser reconocidos como pueblos y no simples comunidades», aclaró por su parte Florina López, indígena kuna, de Panamá, quien coordina, junto con Malenkei, la Red de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad.

Admitió que es «muy difícil» que los Estados cedan una parte del control, aceptando incluir a los indígenas en las discusiones sobre el régimen vinculante. El reparto de beneficios será, «quizás, para el próximo siglo», bromeó, recordando que el FIIB fue acogido sólo como órgano asesor del Convenio sobre la Diversidad Biológica en 2002, durante la COP-5.

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De la Agencia de noticias Inter Press Service
(www.ipsenespanol.net).
Artículo reproducido por el periódico Azkintuwe.

Addenda

DECLARACIÓN FINAL DEL FORO INTERNACIONAL INDÍGENA
SOBRE BIODIVERSIDAD (FIIB),
RESPECTO DE LOS RESULTADOS DE LA COP8

Reafirmamos que la soberanía de los estados está condicionada y sujeta a las obligaciones derecho internacional sobre derechos humanos.
Los pueblos indígenas tienen derechos inherentes, inalienables y de propiedad que los estados tienen la obligación de respetar, promover y proteger en las decisiones de la COP del CDB y sus procesos.

Curitiba, Brasil, 20 – 31 marzo 2006, Declaración de Clausura.

Presentamos esta declaración en nombre del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad (FIIB).

En primer lugar, quisiéramos reconocer y agradecer a los dueños tradicionales de esta tierra, los Pueblos Indígenas Kaingáng, Guarani, Xokleng y Xéta por su hospitalidad.
Expresamos nuestro aprecio especial a los chamanes, pajes, tuxas, kujas y otras autoridades tradicionales que han apoyado nuestros esfuerzos para proteger nuestros derechos y territorios.
También agradecemos al Gobierno de Brasil, al Estado de Paraná y a la Ciudad de Curitiba la hospitalidad que nos han brindado.

Quisiéramos en este momento enfocar nuestros comentarios sobre los resultados de la COP8.

Convenio sobre Diversidad Biológica y Derechos Humanos

En los últimos años, los Estados miembros de las Naciones Unidas han hecho avances significativos hacia la afirmación positiva de los derechos de los pueblos indígenas a través de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, cuyas negociaciones están por concluirse. La contribución del CDB a los derechos humanos y a la erradicación de la pobreza determinarán qué tanto el CDB vela y respeta los derechos consuetudinarios de los pueblos indígenas y comunidades locales, los pescadores pequeños, los agricultores pequeños para el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad y en los programas de trabajo temáticos y transversales.

Nos complace el nuevo programa de trabajo sobre la Biodiversidad de Islas pero seguimos preocupados sobre el turismo no-sustenable y bioprospeccion. Apoyamos totalmente la propuesta de prohibir el pescar al arrastre en el alta mar.

Reafirmamos que la soberanía de los Estados está condicionada y sujeta a las obligaciones derecho internacional sobre derechos humanos. Los Pueblos Indígenas tienen derechos inherentes, inalienables y de propiedad que los Estados tienen la obligación de respetar, promover y proteger en las decisiones de la COP del CDB y sus procesos.

Esos derechos incluyen nuestros intereses propietarios sobre nuestras tierras, territorios y recursos naturales, incluidos nuestros recursos genéticos. EL consentimiento previo e informado tiene que ser reconocido como parte medular del Régimen Internacional sobre Acceso y Reparto de Beneficios.

Articulo 8 j) y disposiciones conexas
acceso y reparto de beneficios

El Grupo de Trabajo sobre Articulo 8 j) y disposiciones conexas es un foro para la colaboración positiva entre las Partes y los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales desde hace muchos anos. COP8 abordó asuntos con recuperaciones fundamentales para nuestros derechos humanos:

– Los mecanismos para la participación de los Pueblos Indígenas en el CDB.
– Nuestro consentimiento libre, previo e informado relacionado al acceso sobre nuestros recursos genéticos y conocimiento tradicional, así como en la evolución de protección sui generis sobre conocimiento tradicional.

A los pueblos indígenas nos preocupa profundamente que algunas Partes estén dispuestas a socavar nuestros derechos humanos en el proceso de las negociaciones sobre el Régimen Internacional sobre Acceso y reparto de beneficios. Asimismo reconocemos que otras Partes han abogado por el reconocimiento de nuestro derecho a participación y expresamos nuestro profundo agradecimiento por sus esfuerzos.

Seguimos afirmando nuestro derecho a la participación plena y efectiva en esos debates y al consentimiento previo e informado. Le conviene al CDB que haya mayor claridad sobre nuestros derechos en el Convenio.

Indicadores

El Grupo del FIIB sobre Indicadores llego a Curitiba con una propuesta concreta de colaborar con el CDB sobre un proceso estructurado sobre indicadores para apoyar el plan estratégico del CDB y el Objetivo del 2010. Salimos de Curitiba con una decisión clara de la COP sobre esa propuesta y estamos listos para avanzar en su implementación.

Agradecemos a todas las Partes, y organizaciones que ya han apoyado esa iniciativa. Comunicaremos con las Partes, organizaciones internacionales y otros colaboradores interesados en los meses venideros para realizar nuestro taller internacional de expertos sobre indicadores relacionados al Grupo de Trabajo sobre Articulo 8 j) y su mandato

Comunicación, Educación & Conciencia Publica (CEPA)

El FIIB realizo recientemente un taller de educadores bajo el titulo: Pueblos Indígenas y el Convenio sobre Diversidad Biológica. Hemos comenzado a desarrollar nuestro propio plan de trabajo y carpetas de instrumentos para CEPA. EL FIIB esta comprometido en llevar a cabo comunicación, educación y conciencia publica efectivas entre nuestros pueblos y en el apoyo amplio del CDB.

Mujeres Indígenas. A las mujeres Indígenas nos complace la revitalización del conclave de las mujeres del CDB, que cuenta con la participación activa de la Red de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad.

Esperamos contribuir de una forma productiva al CDB en su trabajo continuo.

Tecnologías de Restricción de Uso Genético (TRUG) y Árboles Transgénicos. Felicitamos a las Partes por haber reafirmado la Decisión V/5 y seguimos preocupados y vigentes sobre los impactos de los árboles genéticamente modificados, incluidos los impactos en los pueblos indígenas y Comunidades Locales.

El desarrollo de las directrices sobre responsabilidad necesitan reconocer responsabilidad de riesgo no solamente responsabilidad de indemnización por daños. Creemos que este principio es aplicable a todos los pueblos, pero es de suma importancia para la supervivencia cultural de los pueblos indígenas y comunidades locales.

Le complace al FIIB participar en las próximas sesiones inter-sesionales y la COP9 en nuestra capacidad de asesor al CDB.

Gracias, señor presidente.

(Hortencia Hidalgo C.
Equipo de comunicación FIIB
Curitiba – Brasil.
).

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