De un puerto pirata en el sur a Posadas, que dibujó la muerte en el norte
La violencia existe, de cara a la noche o agazapada bajo el sol, cabalga de un modo por las tierras de México y de otro por las calles y campos de Chile; pero los pueblos no se abrazan con ella, en ella no se pierden —aunque se haya perdido José Guadalupe Posada tras su muerte, allá por 1913, en Ciudad de México. ALEJANDRO TESA.
Y así anduvo en la sombra el gran Posada —en una fosa común— hasta que lo reencontraron en 1933 para ocupar el lugar que merece entre los más altos de México y de América. 
Un hecho que el poeta chileno Álvaro Ruiz (der.) —de larga residencia y escritura mexicana— no podía desconocer. Es uno de los cuatro artistas que se disponen a viajar al país del norte pare rendir homenaje a Posada. A veces la cultura es noticia.
La delegación estará integrada, además, por el pintor Bruno Tardito (izq.), el fotógrafo Mauricio Toro Goya (izq.) y el pianista Horacio Tardito (der). Fueron invitados por la Universidad de la Ciénaga de Michoacán de Ocampo, la Casa de la Cultura de Oaxaca y en Centro Cultural Edelo, de Chiapas. 
Todos ellos parte de las luces de la cultura de la región del puerto de Coquimbo.
Por unas semanas serán estos intelectuales y artistas residentes en la IV Región los representantes del que hacer cultural chileno en México; llevan consigo una importante exposición interdisciplinaria: poesía, música, pintura y fotografía que bebe de la obra de Posada — él también provinciano, puesto que nació en Aguascalientes, Zacatecas, en 1852—. La exposición conjunta la han denominado Chile-México, homenaje a José Guadalupe Posada.
Chile-México, homenaje a José Guadalupe Posada, 
fue concebida y pretende, en contraposición a la visión azteca, comparar y plantear un concepto austral de la muerte, inspirada fundamentalmente en las costumbres chilenas al respecto, en sus creencias frente a la muerte y en sus variados ritos funerarios, características propias de ciudadanos que habitan los confines meridionales del mundo a los pies de los Andes, y cuyas originales interpretaciones cosmogónicas, desde la prehispánica visión del mundo andino a la del extremo sur de los Selk´nam, y sus posteriores sincretismos, otorgan el suficiente material a 
los cuatro artistas responsables de la creación y producción de esta exposición.
No se ha informado si el Ministerio de la Cultura chileno patrocina o participa de algún modo en este importante esfuerzo de acercamiento entre el país austral y México. O si la embajada de Chile haya tomado medidas para contribuir al mayor éxito del trabajo que se proponen los artistas de la IV Región.
Aunque solitarias, las actividades culturales a veces son noticia.