Debuta la nueva constitución en Ecuador: Correa larga primero en la carrera electoral

Ecuador se apresta a ir nuevamente a las urnas, en los que casi con seguridad serán los comicios presidenciales más tranquilos de los últimos 10 años, al menos si se palpa la temperatura social, en la que todos, hasta los analistas contrarios a Rafael Correa, dan al actual presidente como seguro ganador el próximo 26 de abril.

Es que el mandatario que quiere instalar el Socialismo del Siglo XXI tiene una alta adhesión entre la población, luego de 2 años de mandato que transcurrieron -no sin problemas pero con cierta tranquilidad- en un país que desde 1996 ha visto pasar varios presidentes, revueltas, cacerolazos y una marcada debilidad institucional.

Será ésta la primera elección bajo la nueva constitución, plebiscitada el 28 de septiembre del 2008 por el 64 por ciento de los votos. Las últimas encuestas, siempre objetables pero que van marcando una tendencia verosímil, dan al presidente Rafael Correa tiene una intención de voto de alrededor del 48 por ciento lo que le permitiría un triunfo electoral en la primera vuelta, según revela una encuesta efectuada en las 24 provincias del país andino, a mas de 30 mil personas. Esa cifra superaría el 60 por ciento sumándole los indecisos

Esta contienda será especial ya que por vez primera vez en varias décadas, el presidente en funciones puede ser reelecto un período, por lo cual de ganar abril -de acuerdo a la nueva constitución aprobada en septiembre del año pasado- sería tomado como el primer mandato del costeño y podría presentarse otra vez a los comicios de 2013.

La reelección del primer mandatario es una figura que logró imponer el partido de Correa Acuerdo País en la Asamblea Constituyente.

“Hay un quiebre cuando es posible la reelección de un presidente en funciones. Eso cambia la modalidad y las reglas de juego desde hace 30 años que, en este caso, tiende a favorecer al presidente Correa”, afirma el analista Simón Pachano, especialista en investigaciones de procesos electorales locales citado por el diario El Comercio de Quito.

El argumento de esa prohibición era impedir que la figura presidencial se aproveche de los recursos públicos para apuntalar su imagen y, a la vez, su reelección. Y, con ello, evitar que haya desigualdad de oportunidades entre el Presidente en funciones y los otros candidatos al cargo, prosigue el matutino.

Otra de las peculiaridades es que tradicionales tiendas políticas como el Partido Roldocista (PRE) Ecuatoriano, la Izquierda Democrática (ID) y el Partido Social Cristiano (PSC ) no presentarán candidatos, arrasados no sólo por el fenómeno Correa desde 2006, sino por el cansancio del pueblo de la llamada partidocracia, termino que en Ecuador alude al contubernio político de la oligarquía para perpetuarse en el poder.
Y mientras tanto ya se largó la campaña proselitista por los medios de comunicación financiados por el Estado y reglamentada por ley a solo 45 días antes de la fecha del comicios. Los candidatos opositores temen que el oficialismo use los espacios publicitarios para promocionar sus candidatos, en detrimento de las demás postulantes.

Más allá de estas controversias, típicas en estos casos, de nadie obtener la mayoría de votos en los comicios del 26 de abril se efectuará una segunda ronda presidencial el 14 de junio, entre los dos candidatos más votados. Además se elegirán a los integrantes de la Asamblea Legislativa, alcaldes, prefectos provinciales y concejales municipales.

Rafael Correa va por la reelección junto al actual vicepresidente Lenín Moreno por Alianza PAIS. Con el caudal acumulado de su gestión, el mandatario ha sabido ganarse el favor del pueblo, y aunque se supone que cierto desgaste en el poder mellará su candidatura, igual le alcanzará con creces para ganar otra vez

El “cambio de época” en el que insiste Correa especialmente en los foros internacionales, y la sintonía con el socialismo o la nueva izquierda, lo acercan a su homólogo venezolano Hugo Chávez y esto hoy en Ecuador, sumado al rechazo a los partidos tradicionales, conforman un escenario en el que, si se logran los objetivos propuestos, tiene varios años por delante.

Entre los principales contendientes que intentarán el milagro del triunfo está el inefable millonario Alvaro Noboa, quien va por su cuarto intento de llegar al Palacio de Carondelet. Se presenta con su esposa Anabella Azín, como candidata a vicepresidente por el Partido Renovador Independiente de Acción Nacional (PRIAN).

El magnate bananero, sin dudas el personaje más adinerado del país, tiene su base en ciudad más poblada, Guayaquil y son conocidas sus excentricidades y actos de demagogia. En las elecciones de 2006 llegó a regalar dinero a sus seguidores para sumar votos y ahora promete sueldos de entre 1000 y 2000 dólares a todos los trabajadores.

También larga la carrera electoral, por el Partido Sociedad Patriótica, Lucio Gutiérrez, diletante ex militar que llegó a la presidencia por el apoyo del movimiento indígena Pachakutik y parte de la izquierda, luego giró hacia la derecha y en su corto mandato de 2 años (enero de 2003 a Abril de 2005) hundió aun más la economía.

El ex coronel salio bruscamente por la que él llamó “Rebelión de los Forajidos” y luego apropiada por el mismo movimiento popular que protestaba por la situación política e institucional. El congreso lo destituyó por abandono de cargo.

Por su parte Martha Roldós, se presenta por el Frente de Izquierda Unida, una alianza de partidos de izquierda opositores a Correa. Ella intentará reeditar la presidencia de su padre León Roldós (1979-1981), muerto en extrañas circunstancias durante su mandato.

Completan la nómina Carlos González por el Movimiento Justo y Solidario, Diego Delgado por Movimiento Independiente de Conformación Social, Melba Jácome por Tierra Fértil y Carlos Sagñay por la agrupación Triunfo Mil.