Declaración de Santiago: se impuso la dignidad. Lo demás es cosa de tiempo

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Lagos Nilsson

El periodismo en tanto también literatura plantea dos exigencias: ser honestos y ser fieles a la verdad; lo demás es asunto personal, cuestión de óptica, de inevitables expectativas, de interpretación, de capacidad personal. Coincidir o consensuar criterios ante una circunstancia específica no significa se abandonen posiciones; quiere decir que se logró un acuerdo ante un desafío concreto. A veces nuestros políticos hacen las cosas como para "pasar de curso" …aunque suden y les molesten las almorranas.

En tal sentido la reunión de UNASUR del 15 de setiembre de 2008 en Santiago cumplió con los objetivos para los que fue citada.

Una palabra, empero, resalta en la Declaración de la UNASUR: logística. Los presidentes entregaron su total apoyo al gobierno legítimo de Bolivia y expresan en ella la necesidad de cautelar la institucionalidad democrática e integridad territorial del país. Incluso deja abierta la puerta para, si fuere necesario y lo demandare la autoridad gubernamental, darle apoyo logístico. ¿Qué es la logística?

 El Diccionario de la Real Academia es claro, el término tiene tres acepciones, a saber:
1. Parte de la organización militar que atiende al movimiento y mantenimiento de las tropas en campaña.
2. Lógica que emplea el método y el simbolismo de las matemáticas.
3. Conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa, o de un servicio, especialmente de distribución.

Si las cosas suben más de tono en Bolivia esta palabra, logística, no será ajena a la discusión y querellas consiguientes.

Nueve puntos tiene la Declaración de Santiago, emitida en La Moneda en la noche del lunes 15 de setiembre por las cabezas de los gobiernos de América del Sur convocados a la capital chilena por la mandataria pro témpore de la organización, Michelle Bachelet. Los reunió el desastre provocado por la oposición –dura, racista, entreguista al poder extranjero y probablemente fascista– al gobierno de Evo Morales.

Los asistentes reflejan gran parte del arco ideológico que manda, administra y decide en esta parte de América; quizá más de uno tiene dudas sobre esto o aquello, hay diferencias entre ellos, quizá enemistad. Pero estuvieron a la altura de su responsabilidad. Y lo mejor: nada justifica –dijo Bachelet en referencia directa a la situación boliviana– la "violación a los derechos humanos". Recordó lo sucedido en su país hace 35 años.

Los asistentes tuvieron oportunidad de conocer el reconstruido despacho de Salvador Allende.

Si hubo o no –meras especulaciones– diferencias profundas entre Lula y Chávez, si Uribe habló o eligió el bendito silencio, si Lugo se persignó o no, si se le corrió el "rimmel" a la señora K o un zapato le comió el calcetín a Vásquez o si Bachelet bostezó no tiene ninguna importancia. Aguantaron un cónclave de casi seis horas y no defraudaron. UNASUR quizá se desarrolle.

La Declaración de los nueve presidentes "Advierten que los respectivos gobiernos rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que intente un golpe civil y la ruptura del orden institucional y que comprometa la unidad territorial de la república de Bolivia".

En suma:

– Expresan pleno apoyo al actual gobierno;
– Rechazan un golpe de Estado y lo que de él surgiera;
– No aceptarán la ruptura del orden ni la fragmentación del territorio boliviano;
– Condenan ataques y tomas de edificios y oficinas públicas, exigiendo su devolución:
– Llaman a tomar medidas contra la violencia y el desacato;
– Condenan la masacre de Pando y proponen una comisión de UNASUR para investigar los hechos y asegurar que no habrá impunidad;
– Invitan a un esfuerzo para preservar la unidad nacional y territorial;
– Llaman al diálogo;
– Acuerdan crear una comisión para establecer ese diálogo, y
– Deciden formar otra comisión para brindar al gobierno de Bolivia apoyo y recursos humanos especializados en los terrenos diplomático, jurídico, político, económico y logístico.

Evo Morales se declaró "sorprendido" por la pronta y enérgica solidaridad de los gobiernos suramericanos; señaló, antes de regresara La Paz, que era "difícil trabajar por la igualdad social y cultural de las bolivianas y bolivianos más pobres (…) Y los pobres de toda América". 

Dijo a la prensa también que en su conocimiento era la primera vez que los gobiernos de América del Sur tomaban una decisión de esta trascendencia sin consultar primero con EEUU. Y dijo: "Donde está el imperio y el capitalismo no hay desarrollo (…) El pueblo queda en una profunda pobreza".

En horas y días siguientes habrá inevitables indiscreciones y sabremos del rol que cada presidente jugó en la reunión, qué dijo, qué calló. El resto será historia. O vergüenza.

 

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