Perú: Defensores indígenas, enfrentan violencia, abandono e impunidad

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    En Perú, el último Informe sobre la Amazonia revela un panorama alarmante: líderes indígenas amenazados por el narcotráfico, economías ilegales y la indiferencia del Estado.

    En el corazón de la Amazonia peruana, los defensores indígenas enfrentan una amenaza creciente y silenciosa: la expansión imparable de economías ilegales, la debilidad institucional y la indiferencia estatal. El reciente estudio “Situación de los Defensores Indígenas en Ucayali 2024”, elaborado por ORAU, ProPurús y DAR, ofrece una mirada cruda y urgente sobre esta problemática.

    Economías ilegales: el corazón del conflicto

     | Oxfam en Peru
    Impactos de los agronegocios en la Amazonia

    Ucayali, junto a zonas de Loreto y Huánuco, alberga una de las mayores diversidades biológicas del país y una fuerte presencia de pueblos indígenas. Sin embargo, esta riqueza natural ha sido convertida en campo de batalla por actividades ilícitas como la minería de oro, el narcotráfico y la tala ilegal. Entre 2015 y 2025, estas economías movieron casi USD 200 mil millones en la región, dejando a su paso deforestación, contaminación y violencia.

    En Ucayali, el 53% del territorio pertenece a pueblos indígenas. No obstante, más del 26% de las comunidades tituladas sufren superposición de derechos, donde el Estado otorga concesiones sobre tierras ancestrales, alimentando conflictos y desprotección jurídica.

    Defender el territorio es una sentencia de muerte

    Desde 2020, las amenazas contra defensores han aumentado notablemente. En 2023 se registraron 61 casos, y en lo que va de 2024 ya van 48. El pueblo Shipibo-Konibo concentra la mayor cantidad de amenazas (107 casos), mientras que el pueblo Kakataibo sufre la mayor tasa de asesinatos: 9 de los 19 casos documentados en los últimos años. Las mujeres defensoras, además, enfrentan violencia agravada por razones de género.

    Quién era Olivia Arévalo, la última sabia indígena shipibo-conibo por cuyo asesinato lincharon a un canadiense en Perú - BBC News MundoLos distritos más peligrosos son Masisea, Callería e Irazola, en Ucayali, y Puerto Inca, en Huánuco. En estas zonas, el narcotráfico y el tráfico de tierras han encontrado terreno fértil gracias a la ausencia efectiva del Estado.

    Defender la tierra cuesta la vida

    El estudio documenta un incremento sostenido de amenazas desde 2020, con un pico de 61 casos en 2023 y 48 casos reportados en 2024. El pueblo Shipibo-Konibo lidera en número de amenazas, mientras que el pueblo Kakataibo presenta la mayor tasa de asesinatos: 9 de 19 líderes indígenas asesinados en los últimos años.

    Las mujeres indígenas defensoras enfrentan riesgos adicionales por razones de género, y muchas veces carecen de mecanismos adecuados de protección.

    Un Estado que llega tarde, o no llega

    A pesar de que existen mecanismos de protección como las garantías personales, su aplicación es mínima y lenta: solo 38 resoluciones emitidas para 105 personas entre 2020 y 2024. De los 19 casos de asesinato, solo 5 han llegado a una sentencia. Casos emblemáticos como los de Saweto y Unipacuyacu evidencian un sistema judicial lento, ineficiente y ajeno a la realidad intercultural de los pueblos indígenas.

    Recomendaciones urgentes

    El estudio hace un llamado claro: ya no basta con marcos legales. Se requiere intervención directa en el campo. Algunas medidas urgentes incluyen:

    • Asegurar legalmente los territorios indígenas y planificar su uso sostenible.5 textos sobre derechos de los pueblos indígenas - IDEHPUCP
    • Fortalecer los sistemas de alerta temprana (como SAAT, Tsiroti y ODDA).
    • Dotar de recursos y personal a la Policía Nacional y el Ministerio Público.
    • Apoyar y fortalecer a las guardias indígenas.
    • Integrar el desarrollo territorial con mejoras reales en las condiciones de vida.

    La situación de los defensores indígenas es crítica. Su lucha por el bosque, el agua y el territorio ancestral es también una lucha por el futuro de todos. En un contexto de creciente violencia y retroceso de derechos, el Estado peruano y la sociedad civil tienen la responsabilidad de actuar con decisión y urgencia.

     

    * Informe sobre la situación de los defensores indígenas 2024 elaborado por la organización regional AIDESEP Ucayali (ORAU) y la Asociación Propurús.

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