DETRÁS DEL PLAN COLOMBIA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

I. DATOS EN CORTO

Aqui les dejo un «grueso» volumen con explicaciones sobre la realidad de Colombia, despues de esas guerras intestitnas, montadas desde un fascismo disfrazado de lucha contra las drogas.

Quien quiera que seas:

* puede ser que te opongas al narcotrafico (como casi todos, supongo)
* puede ser que dejes a un lado las tesis anti-imperialistas (como la mitad, supongo)
* puede ser que le apuestes a la derecha política (como un tercio, supongo)
* puede ser que le creas a la propaganda de nuestro capataz bananero –disfrazado de militar– (como la mitad, supongo)
* puede ser que te opongas a la despenalizacion de las drogas.

Pero antes de la lectura, por favor toma en cuenta estos puntos:

* Calderon apuesta por darle mas poderes incontrolados a la AFI y al Ministerio Público en su guerra
* Le da jurisdiccion a los militares para intervenir en nuestras vidas privadas, sin ninguna restriccion legal ni respetando tus garantias individuales.

* Puede detenerte mas de 48 horas y hacerte lo que quieran.

* La «prueba de confesion» (o el tehuacanazo y la tortura) siguen siendo validos.

* Es un escenario mas de violencia institucional, porque esa es la energia política de Calderon.

* En dicho regimen, nadie te asegura que puedas ser acusado sin ningun sustento, y carecer de derechos para tu defensa.

* Los narcotraficantes sólo cambiaran de líderes, y se harán más violentos y más armados.

* Esta guerra fomenta la compra de armas convencionales (carísimas) y elevados presupuestos para Ejercito, AFI, MP y Gobernación.

* Tira por la borda los esfuerzos de reforma al sistema de procuración de justicia, hecho por academicos y profesionales connotados (su propuesta es un insulto a la inteligencia).

* Ya fue usado, y seguirá siendo usado para contaminar la percepción de los disidentes, como narcotraficantes, y por tanto, objeto de detenciones y asesinatos.

* Se inscribe en los campos de contraInsurgencia previamente testados en Colombia, que tienen una lógica política, mucho más que guerra contra el narco.

* Mas de un tercio de la poblacion mexicana, vivira en la violencia plena, ya con el narco, ya con el Ministerio Público, la AFI, el Ejército.

* Seremos un miserable pais bananero, o decir: una sociedad sin Estado, un aparato de fuerza, una guerra intestina, y menos de un tercio de la poblacion «alejado» del problema.

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Antepongo unas preguntas como estas:
– ¿Que clase de pais quieres, mexicano?
– ¿Sigues creyendo en el enano fascistoide, con sus tanques y su propaganda idiotizante?

Yo condeno al enano, y condeno a los que apoyan esta realidad tan demente.

II. A MEDIANO ALCANCE

Paramilitarismo.

El paramilitarismo es una estrategia de la guerra contra el enemigo interno, que consta y es ampliamente desarrollada en los manuales de contra insurrección de la Escuela de las Américas:

Se trata de masacrar a la población de las más atroces maneras, con el fin de crear una parálisis social en cuanto a la reivindicació n de los derechos, se trata de cometer crímenes contra la población civil, con el fin de que esta no le brinde su apoyo a la parte de la población que se ha organizado y armado con el fin de defender los derechos.

(…) La estrategia paramilitar es a la vez represiva y propagandística porque le permite a las fuerzas militares oficiales presentar una imagen limpia, mientras los paramilitares efectúan las masacres.

Plan Colombia
El Plan Colombia fue cínicamente denominado Plan para la paz, pero basta con mirarlo mas allá de su título para ver lo que es en realidad. En un inicio el costo total del Plan es de US$ 7.500 millones, pero este costo aumentó. De este total Colombia aporta 4.500 millones, Estados Unidos aporta 3.500, la Unión Europea aporta 1.000 y diferentes organismos financieros aportan 900 millones de dólares…

De esa suma astronómica, el 93.4 % se destina para la guerra, en armamentos, y tan sólo el 6,6 % para «otros».

– El Plan Colombia no ataca ni a los capitales del narco-tráfico en transacciones bancarias, ni a las claves cuestiones aduaneras.

– El Plan no toca las grandes empresas de químicos transnacionales que trafican los componentes químicos como el permanganato de potasio, que son la base para la producción de drogas.

– Hay una cosa segura en ese Plan: no es un plan antinarcóticos. Su acción es militar, concentrada en las zonas de guerrilla y en las zonas de alto interés económico.

Administración del homicidio
– El plan Colombia dejará a la Amazonia diezmada. Uno de los «agentes de fumigación» es el Fusarium Oxysparum, que ya ha sido denunciado como un arma biológica por varios científicos, incluidos estadounidenses. Otro de los agentes de fumigación utilizados es un glifosato producido por Monsanto (que era la misma empresa que devastó a Vietnam).

Así, el Plan Colombia va a arrasar con los ecosistemas de la Orinoquía y de la Amazonía, causando daños sin precedentes

– La desaparición forzada es otro de los crímenes de lesa humanidad enseñados por la CIA en vista de neutralizar personas y disuadir a los sobrevivientes de que reclamen sus derechos.

Durante 2004 el Estado colombiano a través de sus paramilitares desaparece a una persona cada cuatro horas (1974 desaparecidos en 2002, incremento de desapariciones en el 2003).

– Esa estrategia dejó 200.000 muertos en Guatemala, 75.000 en El Salvador y más de 50.000 en Nicaragua, hoy en día la misma estrategia está siendo implementada en Colombia y es el Plan a seguir para combatir impunemente todas las resistencias latinoamericanas.

III. DISEÑO DE LA CONQUISTA

El Plan Colombia, plan de conquista económica continental. Rol y prácticas del testaferro de Estados Unidos para la región.

C. Areito*

¿Qué es el Plan Colombia?
Es un plan para acaparar los recursos de América Latina, la biodiversidad de la Amazonia, el agua, el petróleo y otros recursos de interés económico.

¿Cómo?

Mediante la guerra, que es el brazo armado de los tratados económicos como el ALCA; su accionar es acallar las resistencias.

Su punta de lanza es fortalecer un régimen fascista en Colombia, para así poder tener a ese régimen como el garante de los intereses de Estados Unidos y las multinacionales en el continente. El régimen colombiano es el que más «ayuda» militar recibe de toda Latinoamérica, por parte de EEUU. Es, con Israel, el principal receptor del mundo de «ayuda» militar estadounidense.

Pero el Plan Colombia ha tenido una fuerte resistencia en el pueblo colombiano y la tiene en la unidad de los pueblos bolivarianos. Porque el Plan Colombia no es sólo para Colombia, esa es una trampa de Estados Unidos, el Plan Colombia es un plan regional.

El Plan Colombia

Este Plan es presentado como un plan para la paz y contra el narcotráfico, cuando en realidad es un plan de guerra y un plan que no ataca al narcotráfico, por el contrario, lo protege, como lo veremos más adelante.

El Plan Colombia es el pretexto con el cual los Estados Unidos justifican su intervención en Colombia y la región que les interesa. La lucha antinarcóticos es un pretexto para acabar las resistencias a su política hegemónica.

De hecho el Plan Colombia se planificó en unión con otro plan: el Plan Puebla-Panamá. En realidad son dos planes para un mismo objetivo: la conquista económica de América Latina.

El Plan Puebla-Panamá contempla esencialmente un proyecto de construcción de poliductos para viabilizar el ALCA, viene a aplicarse en América Central, territorio que ya fue víctima de la CIA en las décadas anteriores. En los países centroamericanos, la CIA quebró militarmente las resistencias a su política hegemónica utilizando intensivamente para ello el paramilitarismo, que como lo veremos es la nueva fórmula más audaz de represión, porque contiene en sí un engaño, que le permite a las dictaduras salvaguardar imagen.

Entre los poliductos planeados por el Plan Puebla-Panamá está un oleoducto. Es capital para entender el megaproyecto económico-militar de la CIA, visualizar la conexión planeada entre el oleoducto que va de Panamá a Puebla y el oleoducto Caño Limón-Coveñas, que va de Caño Limón en la riquísima zona petrolera de la cuenca del Orinoco (en el Arauca colombiano, limítrofe con la parte venezolana de la misma riquísima cuenca) a Coveñas al norte de Colombia, limítrofe con Panamá.

De Coveñas a Panamá se planea la unión de los oleoductos y de Puebla a Texas se planea también un ducto de unión.

Así la maquinaria de expoliación de nuestros recursos deviene la más grande jamás establecida. Los megaproyectos de extracción y ductos actúan como una succionadora que alimenta directamente a Texas. En todo el recorrido de los ductos la viabilización fue, es, y será militar, sin escatimar masacres, asesinatos selectivos, amedrentamientos, y todo lo que constituye un genocidio. La parte centroamericana ya fue adecuada a los intereses de las multinacionales, en la parte del oleoducto Caño Limón-Coveñas hoy en día las masacres son intensivas en todo el recorrido del oleoducto.

Esas masacres son practicadas por la estrategia paramilitar del régimen colombiano, directamente financiada por los Estados Unidos. Eso es a tal punto evidente que la propia embajadora de EU en Colombia, Ann Patterson, declaraba descaradamente acerca de un presupuesto votado por el congreso estadounidense (US$ 98 millones) ¡para proteger los intereses de la Occidental Petroleum en Colombia!

Ese presupuesto le fue asignado a la brigada XVIII del ejército colombiano, que es abiertamente señalada por distintas ONG de derechos humanos como una de las brigadas más asesinas del ejército, y como un amplio reservorio paramilitar.

La brigada se encuentra en Arauca, en el punto de partida del oleoducto Caño Limón-Coveñas, donde también se encuentran ya centenares de marines estadounidenses, que junto con agentes de la CIA y del Mossad Israelí forman a los paramilitares y militares en técnicas de tortura, neutralizació n y desplazamiento de poblaciones.

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En «agradecimiento» a tal asesoría el régimen colombiano firmó un tratado con los Estados Unidos que salva a los marines estadounidenses de ser juzgados por el TPI (Tribunal Penal Internacional) , por todos los crímenes de guerra que llegaran a cometer en Colombia.

Génesis del Plan Colombia

El Plan Colombia fue presentado por primera vez ante el congreso estadounidense por los senadores Dewine, Grassley y Coverdell, pero su texto fue elaborado mucho antes, y es un plan de la CIA presentado públicamente como de autoría colombiana, cuando se sabe que el plan no se consultó con el parlamento colombiano ni tampoco a sus Comisiones de Asuntos Exteriores.

El Plan Colombia fue cínicamente denominado Plan para la paz, pero basta con mirarlo mas allá de su título para ver lo que es en realidad. En un inicio el costo fue de US$ 7.500 millones, pero este costo aumentó. Por supuesto para viabilizar el Plan Colombia se requirió de una vasta manipulación comunicacional. Para «venderlo» como un plan de paz y antinarcóticos, no hubo reparos en publicarlo en varias versiones, según el público al cuál se dirigía.

Además, para justificar el ataque contra las guerrillas, se creó e impulsó el término de narcoguerrillas, en circunstancias que la guerrilla está presente sobre todo en zonas petroleras y bananeras… ¡Pero nunca se les tildó a los guerrilleros de «petroguerrilleros» o «bananoguerrilleros»!

La guerrilla colombiana tiene muchos años de existencia y los pretextos esgrimidos por el régimen han sido múltiples; como se les acabó el pretexto de que eran financiadas con el oro de Moscú, tuvieron que inventar el pretexto de narcoguerrillas . Eso obedece a una estrategia propagandística diseñada nada menos que por la CIA: se recuerda que el inventor del término narcoguerrilla fue Lewis Tambs, siniestramente conocido como uno de los redactores de los Documentos Santa Fé, los documentos de los Estados Unidos relativos a sus políticas terroristas de guerra sucia contra toda América Latina.

La gran mentira

El hecho de que el Plan Colombia se presente como un plan de lucha antinarcóticos no puede ser tomado sino como una cruel farsa cuando se sabe, por ejemplo, que el coronel James Hiett, quien era el encargado de supervisar las operaciones antidrogas del Comando Sur en Colombia, en 1999, traficó con cocaína de Colombia a Estados Unidos, y fue solamente detenido por cinco meses y liberado sin ninguna sanción en ese país.

Hay que saber que de cada US$ 100 que mueve el negocio del narcotráfico, sólo cuatro dólares se quedan en Colombia y los 96 restantes van a Europa y a Estados Unidos. De los cuatro que se quedan en Colombia, sólo el 0,64 % va al campesino cultivador de coca, el resto se queda mayoritariamente en corrupción aduanera y permisos estatales a aeronaves o navíos de import-export.

Además, el Plan no contempla nada en materia de sustitución de cultivos. Y esos 4,5 mil millones que pone el pueblo colombiano los sacan de liquidar las cesantías, aniquilar los servicios y empresas públicas de salud y educación. El Plan tampoco toca a los principales puertos de embarque de la pasta base, que son Turbo y Necoclí, será porque estos dos puertos, al norte del país, están en manos de los paramilitares, es decir, del propio Estado colombiano.

El Plan no toca las grandes empresas de químicos transnacionales que trafican los componentes químicos como el permanganato de potasio, que son la base para la producción de drogas. Hay que saber que sin permanganato de potasio no hay cocaína, y que el permanganato de potasio lo producen empresas multinacionales de capitales estadounidenses, holandeses, suizos, etc…

Uno de los principales asesores del presidente colombiano, Uribe Vélez, es un tal Moreno Villa quien era dueño de la empresa GMP, compañía que era la principal importadora de permanganato de potasio de toda Colombia. Fue investigada por la DEA a raíz de una imprudencia de un pequeño funcionario de la aduana estadounidense que, al ver toneladas de permanganato esperando en Estados Unidos su embarque para Colombia, exigió una declaración legal de mercancías, que por supuesto no existía.

Las consecuencias para Moreno Villa fueron menores, ni siquiera una multa, sin duda porque el que le daba los permisos de ingreso del permanganato a Colombia era el entonces gobernador de la región, un tal Uribe Vélez, que ya entonces se proyectaba como un plan más de los Estados Unidos para Colombia y la región.

Hay una cosa segura en ese Plan: no es un plan antinarcóticos. Su acción es militar, concentrada en las zonas de guerrilla y en las zonas de alto interés económico.

Catástrofe ecológica y humanitaria

El plan Colombia es una de las peores calamidades para Colombia y también para América Latina. Diezmará la Amazonia. Va a arrasar con los ecosistemas de la Orinoquia y de la Amazonia, causando daños sin precedentes. Ya se ha relevado un aumento de cánceres alarmantes en Ecuador, Colombia y Venezuela.

El Plan Colombia busca, al desprecio de toda vida humana, de todo ecosistema, aniquilar a la más antigua guerrilla del continente, para así poder llevar a cabo todo tipo de tratados económicos. El Plan Colombia le abre paso al ALCA. Por esto es responsabilidad del continente entero no dejar que eso pase.

El paramilitarismo ya ha causado en Colombia miles de muertos, de masacres. Sólo en 2004 había 3.5 millones de desplazados internos, 1.284 personas desplazadas a diario de zonas de interés económico.

La desaparición forzada es otro de los crímenes de lesa humanidad enseñados por la CIA en vista de neutralizar personas y disuadir a los sobrevivientes de que reclamen sus derechos: En el 2004 el Estado colombiano a través de sus paramilitares desaparece a una persona cada cuatro horas.

Hoy en día las dictaduras sin careta, al estilo Pinochet, ya no son viables. El accionar de la manipulación de conciencias a través de los medios de difusión se impulsa en artificios como el paramilitarismo, construyendo virtualmente a los grupos paramilitares como grupos autónomos y desvinculándolos de su realidad objetiva: ser la herramienta camuflada de la represión estatal, que permite a las fuerzas militares oficiales presentar una imagen limpia, mientras los paramilitares efectúan las masacres.

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El paramilitarismo es una estrategia de la guerra contra el enemigo interno, que consta y es ampliamente desarrollada en los manuales de contra insurrección de la Escuela de las Américas: Se trata de masacrar a la población de las más atroces maneras, con el fin de crear una parálisis social en cuanto a la reivindicación de los derechos, se trata de cometer crímenes contra la población civil, con el fin de que esta no le brinde su apoyo a la parte de la población que se ha organizado y armado con el fin de defender los derechos.

El paramilitarismo es presentado por el Estado como si fueran grupos incontrolables, al margen de la ley, cinismo cruel para todas aquellas personas que han sido víctimas de masacres contra su familia perpetradas por el ejército y sus soldados paramilitares, y que denuncian los hechos al peligro de sus vidas, quedando estas denuncias en el mas absoluto silencio por parte de la fiscalía y los medios de comunicación desinformativos que son otros dos pilares de la estrategia de terrorismo de Estado.

El proyecto paramilitar como tal, consta en los documentos de Santa Fe, documentos que exponen la política de los Estados Unidos hacia América Latina.

Ante tales estrategias de la CIA, y la constatación histórica de que los países son arrinconados de uno en uno, en el marco de un gran megaproyecto de conquista económica continental, la única resistencia real es la unidad de los países. La unidad en conciencia de que nuestros pleitos fronterizos le han siempre servido a la CIA y a nuestras oligarquías, para distraernos de las cuestiones esenciales. La unidad en solidaridad con los pueblos hermanos que sufran el epicentro del ataque del monstruo en un momento dado. Porque ya hemos dejado solos a nuestros hermanos en demasiadas ocasiones, sin sentirlos, y sin ver que después nos toca a nosotros.

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* El artículo completo se puede encontrar en Soberanía, Colectivo contra el imperialismo.

El texto del Colectivo contra el imperialismo se publicó a comienzos de 2004. Nada parece haber cambiado desde entonces. O sí: los males se han multiplicado. No siempre –en realidad nunca– la «pagina de ayer» es inútil, como quiere que sea el periodismo de farándula y desinformación ciudadana.

Uno de los efectos en marcha del Plan Puebla Panamá en América Central puede leerse en esta revista aquí.

Todas las imágenes son de archivo. La del soldado ante la quema de un plantío de coca es una fotografía de Philippe Revelli.

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