Deuda y financiamiento: El canciller argentino viaja a EU, el presidente a Rusia y China
Este martes el canciller Santiago Cafiero concretará en Washington la primera reunión con su par estadounidense Anthony Blinken, en medio del tramo más sensible de la negociación de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se encuentra varada en instancias técnicas desde el año pasado. Mientras, el presidente Alberto Fernández prepara para inicios de febrero su viaje a Moscú y China.
La reunión Cafiero-Blinken estará marcada también por la omnipresencia de China, el nuevo rol de la CELAC y revertir los castigos arancelarios que quedaron de la era Trump. El encuentro originalmente se iba a concretar el 4 de enero en Nueva York, en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), pero la pandemia la postergó por diez días, cuando Cafiero le diga a Blinken que si la Casa Blanca tiene interés en ayudar a la Argentina “ha llegado el momento de hacerlo”.
Desde el Palacio San Martín, sede de la cancillería, se aclaró que el encuentro de este martes, que abre el capítulo de contactos políticos con la administración de Joe Biden, no es una reunión de último momento, armada antes de los viajes que realizará Alberto Fernández a Moscú y a Beijing.
Este encuentro de cancilleres fue interpretado como la previa de una cumbre Fernández–Biden, cita que según la cancillería argentina “no está en la agenda”, aunque se trata de una de las aspiraciones de la Casa Rosada antes de cerrar el acuerdo con el FMI.
Los negociadores argentinos no pierden de vista que, así como la negociación con el Fondo es un tema clave, la relación de Argentina con China también tiene una densidad similar. El vínculo sinoargentino impregna todos los ejes de la negociación con EU. El cambio climático, la exportación de acero y aluminio argentinos y la oferta china de la tecnología 5G son tres ejes que confirman que las negociaciones de Argentina con China son “un telón de fondo permanente, transversal a todo”.
Junto a la cuestión financiera (el de la impagable deuda externa), el canciller también tratará de adelantar la llamada agenda positiva y los reclamos económicos argentinos urgentes, como el aumento de aranceles que impuso el gobierno de Donald Trump hace tres años a la importación de biodiesel local y jaqueó ingresos para Argentina por mil millones de dólares anuales.
Otro punto tiene que ver con el pedido de restablecimiento del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que venció en diciembre de 2020 y frenó la exportación a Estados Unidos de 700 productos argentinos.
Cafiero será recibido por Blinken cuando falten dos días para que Biden cumpla su primer año como presidente, el mismo tiempo de gestiones que lleva el gobierno de Fernández con la administración de Biden para obtener su respaldo en la negociación con el FMI, cuya primera etapa la llevó adelante su antecesor Felipe Solá hasta septiembre, cuando fue removido mientras viajaba a México para la fallida cumbre de la CELAC.
Esa ofensiva quedó empañada por la derrota del oficialista Frente de Todos en las legislativas del 12 de septiembre, que originó una crisis interna e hizo naufragar la hoja de ruta diplomática que Fernández tenía para ese momento: aterrizar en México, llevarse la designación como titular de la CELAC y ofrecer su segundo discurso anual ante la Asamblea General de la ONU.
Solá se deshizo en ese camino y fue reemplazado por Cafiero. La continuidad de los contactos argentinos con la Casa Blanca ha sido administrada por dos funcionarios que reportan a Fernández desde diciembre de 2019: el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, y el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz.
Las negociaciones técnicas con el Fondo están en manos del ministro de Economía, Martín Guzmán, pero la instancia política corre por cuenta de Cafiero. En su entorno tienen un mapa de las correlaciones internas en el Gabinete de Biden.
Según los análisis de la parte argentina, un sector le aconseja a Biden que respalde a la Argentina (allí están Blinken, el titular del Consejo de Seguridad Nacional Jake Sullivan, y su director para América Latina, Juan Sebastián González). Los dos últimos se reunieron con Fernández en Buenos Aires, mientras que Blinken mantuvo una reunión virtual con Solá el año pasado y ahora recibirá a Cafiero.
Los mismos análisis señalan que el mayor obstáculo no está en estos funcionarios, sino en el Departamento del Tesoro, conducido por Janet Yellen, a quien reporta David Lipton, exrepresentante estadounidense en el FMI, ahora es asesor del Tesoro. En 2018 Lipton se negó a otorgar el crédito inédito de 44.000 millones de dólares a la administración de Mauricio Macri, pero se impuso la orden de Donald Trump.
Además, en la cancillería argentina analizan que no hay argumentos válidos para que Biden se niegue a revertir la determinación de Trump. “Es una reunión política y aunque salgan con declaraciones de apoyo, necesitamos que las concreten. Pero preferimos ser prudentes. Venimos de lograr que el G-20 apoye nuestro pedido al FMI para eliminar las sobretasas y Washington ha desconocido todos los planteos”, señalaron.
A Rusia, y a China en busca de inversiones
El jueves 3 de febrero, el presidente Alberto Fernández se reunirá con su par ruso, Vladimir Putin, y el viernes 4 llegará a Beijing, donde será recibido por el presidente chino Xi Jinping.
Proyectos en trenes de carga, la cuarta central nuclear, represas, parques eólicos y gasoductos, forman parte de la agenda de Fernández, hoy también presidente de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). El nuevo acercamiento con China se da en el marco del ingreso de la Argentina a la iniciativa conocida como Ruta de la Seda, un proyecto estratégico de desarrollo de infraestructura que el gigante asiático impulsa a escala global.
La visita del presidente argentino coincidirá con los momentos de definición en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en donde Estados Unidos, principal rival geopolítico de China, es el que tiene la última palabra. La reunión con el presidente chino, Xi Jinping, devolverá al primer plano la relación estratégica bilateral, sostiene la Casa Rosada.
El primer viaje del presidente a China, previsto para los primeros días de febrero, tendrá como fin ofrecer un fuerte un nutrido grupo de proyectos de inversión en donde se espera que los asiáticos aporten la principal fuente de financiamiento: mejoras en ferrocarril de cargas, la cuarta central nuclear, nuevos tramos de fondeo para las represas del sur, parques fotovoltaicos y eólicos, obras de transición y distribución eléctrica y aportes en gasoductos.
Además, se espera que Fernández participe de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, lo que dependerá de las restricciones sanitarias de las autoridades chinas en medio de la pandemia.
Fernández estuvo presente en 2004 en China, cuando era Jefe de Gabinete del presidente Néstor Kirchner, y se dio un salto cualitativo en la relación bilateral. Ahora, 18 años después, ofrecerá a los chinos un plan quinquenal integral para ferrocarriles, una cuarta central nuclear, complejos hidroeléctricos en la sureña provincia de Santa Cruz, proyectos para energía renovable, y obras en acueductos y plantas de tratamiento, corredores viales y obras de mejoramiento.
* Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)