Dos mujeres, dos destinos
Lagos Nilsson.
Una es Isabel Allende Bussi, senadora elegida en las listas del Partido Socialista. La otra es Patricia Isabel Rodas Baca, ex canciller del gobierno de Manuel Zelaya, en Honduras. Una, hija de un dirigente político, la otra, hija de un Presidente de la República. Patricia Rodas es clara en sus dichos políticos; la conducta política de Isabel Allende se presta a confusión. Creían los antiguos que destino era lo inevitablemente inexorable por vivir, como lo enseña la tragedia griega; en nuestros días destino tiene otros significados, grosso modo el dónde alguien ejerce su trabajo asalariado o el de meta, punto de llegada.
A veces, empero, la concepción más rígida se hace luz —u oscuridad— en el camino y los actos de las personas, especialmente en aquellas cuyas actividades repercuten de un modo u otro sobre las vidas de los demás; es el caso de quienes ejercen cargos políticos.
Patricia Rodas
La ex ministra de RREE de Honduras, recordando el 31º aniversario de la muerte de su padre recordó al pueblo homndureño que éste "Jamás negoció ni se rindió ante los traidores, es por eso que creo que hay cosas que se llevan en la sangre".
Y agregó otros muchos conceptos. Por ejemplo: "Jamás aceptaré una oferta de traición contra mi pueblo", y sumó: "contra mi pueblo en resistencia". Para rematar: "Jamás aceptaré representar los intereses de los grupos de poder oligárquico ni de quienes asaltan el Estado para asesinar, reprimir y perseguir a quienes luchamos por la restauración de la democracia".
No olvida, y lo dijo, haber sufrido —ella y su familia— "represión, secuestro, expatriación, persecución y difamación". Por lo que estará, prometió, "donde sea necesario, y seguiré luchando por nuestra emancipación, por las grandes mayorías humilladas y explotadas, por la Constituyente y el retorno del Presidente Zelaya".
Lo señaló en un comunicado al pueblo hondureño el 15 de julio recién pasado.
Paréntesis con Rossi
Fulvio Rossi es un relativamente joven político con chispas esporádicas de eso que llaman carisma[1]; ocupa la presidencia interina del Partido Socialista, donde dice reconocer disciplina Allende Bussi; él también es senador. Sus enemigos al interior del PS afirman sarcásticos que su mayor mérito político es haber convivido con la ex ministra y ex diputada, actual presidenta del Partido por la Democracia, Carolina Tohá; ese conyugato acabó recientemente.
Rossi es uno de los senadores que aprobó la idea de ir a "controlar" las próximas elecciones a la Asamblea Nacional venezolana y fue parte, junto con la Allende Bussi de los que aprobaron la conformación de una comisión de veedores de esa elección a celebrarse en setiembre, junto con otros parlamentarios de diverso paladar. Entre los que no son los menos los senadores demócratacristianos; la democracia cristiana organizada continentalmente jugó un rol —y no precisamente a lo Pimpinela Escarlata— en el golpe de Estado que intentó derrocar a Hugo Chávez un mes de abril, día 13.
Como en el poema, abril fue el mes más cruel: Chávez sigue en el poder.
Naturalmente buena parte del espectro político venezolano —en honor a la síntesis— los mandó al carajo, el primero en hacerlo fue, como correspondía que lo hiciera, el presidente Chávez.
Todo ello hizo germinar una guerrilla de declaraciones en la que participò hasta el Ministerio de RREE chileno. Rossi entonces, acaso —como Allende Bussi— se dio cuenta de que la cosa no era simple y llamó a terminar con esas declaraciones porque no contribuyen a facilitar la presencia de observadores que garanticen unos comicios limpios.
Indicó además que no le extrañan los insultos provenientes del gobierno de Chávez, que lo raro e inusual en este caso sería que el Senado chileno hubiese recibido halagos por su propuesta. Los insultos de Chávez, en concreto, fueron asegurar que esos senadores —los de la malhadada resolución— no entrarían a Venezuela, no al menos como observadores, porque ya habían emitido un juicio al poner en duda la limpieza de los futuros comicios, y los observadores debían ser neutrales.
Cabe señalar que el alcalde de Caracas, rabiosamente antibolivariano, había invitado a un grupo de políticos chilenos ante el evidente "fraude" que Chávez y los suyos, quiere creer, preparan.
El Presidente Allende dijo en su último discurso: “Se abrirán las grandes Alamedas por donde pase el hombre libre”. Con rabia probablemente, muchos en Chile piensan que Isabel Allende y Fulvio Rossi agregan: “Pero si rompen una ampolleta, la pagarán”. Lo que nos lleva a la senadora
Isabel Allende
Con el voto de la senadora el Senado chileno aprobó una resolución en la que pide a diversos organismos internacionales velar por la transparencia de las elecciones legislativas que se celebrarán en Venezuela el próximo 26 de septiembre. También determinó enviar senadores en calidad de "observadores electorales", para que contribuyan "a asegurar el adecuado desarrollo de dicho proceso electoral".
El texto, aprobado por quince votos a favor, tres en contra y una abstención, solicita a diversos organismos adoptar "una actitud más vigilante con el cumplimiento de normas básicas, por parte del gobierno venezolano, que aseguren la integridad y la transparencia del proceso electoral".
Preocupados los 15 parlamentrariuos que la aprobaron, afirman que esa resolución se fundamentó en el hecho de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos "ha denunciado una serie de situaciones anómalas, como la persecución judicial de líderes opositores y periodistas, en un contexto de grave falta de autonomía e independencia del Poder Judicial de ese país, lo que representa un serio obstáculo para garantizar la adecuada participación política en el próximo proceso electoral".
Mientras buena parte de la ciudadanía chilena —la que no vota por pasgar sueldos y otras gabelas a diputados y senadores— tomaba palco para no perderse nada del sainete, Allende Bussi debe haber sentido una campana repicar en su adentro y dijo que no quiere ser parte de la “demonización” de Hugo Chávez La hija del fallecido presidente Salvador Allende, señaló que nunca ha dudado de la democracia venezolana.
Un poco tarde, claro. De todos modos los asesores de la ¡todavía! inexperta política y parlamentaria recordaron: “Todas las elecciones (en Venezuera) han sido validadas por organismos internacionales y el gobierno de Chávez siempre ha tenido la máxima disponibilidad para aceptar observadores internacionales". Pero como la pata estaba metida, agregan: "Ofrecerse como tales no implica en modo alguno cuestionar las instituciones en Venezuela".
La senadora lamentó “la utilización que ha hecho la derecha de una declaración que buscaba apoyar el proceso eleccionario en Venezuela y darle garantías a todos los sectores”. Suspirando simbólicamente la declaración establece su emoción por “las constantes declaraciones de afecto” de Chávez hacia la figura de Allende.
[1] Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar. Don divino que se concede para hacer el bien.
Addenda con memoria
Si esto no fuere un artículo sino un programa de TV cabría dar un par de números telefónicos para que los teleespectadores digan si creen que podrían ser buenas amigas Rodas Barca y Allende Bussi (esto no es un programa de TV, pero los lectores pueden igual opinar mediante un comentario).
La memoria es ésta, quizá la senadora aludida en el artículo era entonces inmadura y no pudo retener lo que se dijo mientras los aviones sobrevolaban el cielo de Santiago, los helicópteros el perímetro de las poblaciones y los muertos estaban en las calles.
Salvador Allende dijo:
"Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha auto designado comandante de la Armada , más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros.
"Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
"Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
"Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria , a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.
"Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
"Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
"El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
"Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
"¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
"Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición".
Amén.