Bajo la presidencia de Azerbaiyán el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) conmemoró, durante los días 11 y 12 de octubre de 2021, el 60 aniversario de la primera conferencia que lo constituyó, realizada en septiembre de 1961, en la ciudad de Belgrado (en la entonces República Federativa Socialista de Yugoslavia, hoy República de Serbia). Cumbre que fue celebrada seis años después de la histórica Conferencia Afroasiática de Bandung, realizada el 18 abril de 1955, en Indonesia, organizada por países asiáticos y africanos independientes, que respaldó las luchas de descolonización y autodeterminación de los pueblos del llamado Tercer Mundo.
Tres años después, un 15 de abril de 1958, se realizaría –por primera vez en territorio africano, en la ciudad de Accra, en Ghana, bajo el liderazgo del presidente Kwame Nkrumah– la primera Conferencia de Estados Africanos Independientes. Una conferencia que impulsaba, resueltamente, la unidad panafricana, bajo los objetivos de integración y soberanía de África independiente.
Como bien lo sintetizó el gran intelectual egipcio Samir Amin, la era que se inició con Bandung desencadenó un proceso de lucha global desde Tercer Mundo, para reestructurar el sistema mundial predominante de aquella época, sobre la base del reconocimiento de los derechos de las naciones que, hasta ese momento, eran dominadas o se encontraban bajo el yugo del colonialismo. La exigencia por el “derecho al desarrollo” constituyó el fundamento de la nueva mundialización de la época y abrió paso a un nuevo cuadro multipolar negociado, el que le fue impuesto al imperialismo gracias a la presión y lucha conjunta de los pueblos emergentes del sur1.
Profundizando aquel proceso en marcha, se constituyó, en septiembre de 1961, hace 60 años el Movimiento de países No
Alineados, en Belgrado, entonces capital de la Yugoslavia socialista, cooperativista y autónoma, liderada por el presidente Joseph Broz Tito.
A la histórica conferencia, que congregó a 28 países, asistieron, entre otros, los presidentes Gamal Abdel Nasser de Egipto, ‘Sukarno’ [Kusno Sosrodihardjo] de Indonesia, Kwame Nkrumah de Ghana, Osvaldo Dorticós de Cuba y el primer ministro de India, Jawaharlal Nehru, junto a altos representantes de movimientos de liberación nacional, encabezados por el argelino Benyoucef Ben Khedda, presidente del Gobierno Provisional de la República Argelina (GPRA), para avanzar en el combate por la descolonización, la independencia soberana y la libre autodeterminación de sus pueblos.
Cuba fue el único país de América Latina y El Caribe que fue parte, desde su fundación, del MNOAL. Bajo el liderazgo de Fidel Castro, la Revolución Cubana jugó un rol estratégico en la solidaridad internacionalista con las luchas antimperialistas y anticolonialistas de liberación de los pueblos del Tercer Mundo. En enero de 1966, Cuba organizó la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina, más conocida como la Tricontinental.
En el histórico encuentro de La Habana, al que asistieron más de quinientos representantes de movimientos de liberación políticos y sociales, se encontraban el senador Salvador Allende de Chile, Amílcar Cabral de Cabo Verde, Lahkdar Brahimi de Argelia, Nguyen Van Tien de Vietnam del Sur, Pedro Medina Silva de Venezuela, Luis Augusto Turcios Lima de Guatemala, Rodney Arismendi del Uruguay y Cheddy Jagan de Guyana, entre otros.
Diez años después de la conferencia de Belgrado, el presidente Salvador Allende Gossens integró, en 1971, a Chile
al Movimiento de Países No Alineados. Para el Gobierno de la Unidad Popular, el MNOAL representaba los principios de la solidaridad con las luchas de liberación de los pueblos contra el colonialismo y la dominación imperialista, la lucha por conquistar la verdadera independencia y soberanía económica, frente a las corporaciones transnacionales y al capitalismo central del norte dominante. Impulsando la cooperación entre los pueblos del sur para un desarrollo e intercambio equitativo y complementario, con relaciones internacionales sin fronteras ideológicas de ningún tipo2.
Sobre las tareas del movimiento de los No Alineados, Clodomiro Almeyda, ministro de Relaciones Exteriores del presidente Allende, señalaría, en su intervención ante la 4a Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, realizada en Argelia, el 9 septiembre de 1973, a pocos días del fatídico golpe militar en Chile: “Una de las tareas principales de los países del Tercer Mundo, articulados en el Movimiento de Países No Alineados, es luchar por el acceso de los pueblos al desarrollo, obstruido por una injusta estructura económica internacional que favorece a los países capitalistas avanzados y que perjudica a la gran mayoría de la población de la Tierra. Luchar en contra del injusto orden internacional es luchar contra el imperialismo que lo sostiene y que se beneficia de él”.
En Belgrado, República de Serbia, los recientes días 11 y 12 de octubre, se realizó la Reunión Conmemorativa de Alto Nivel por el 60 aniversario del Movimiento de Países No Alineados, con el objetivo de promover el multilateralismo, el respeto al derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos. Varios de los representantes, enfatizaron la necesidad de redoblar el compromiso de los No Alineados con la lucha actual contra la ocupación ilegal y colonialista que atenta contra la soberanía de los pueblos palestino, saharaui y de Puerto Rico.
Exigieron el término del bloqueo criminal contra Cuba, así como de las sanciones y agresión contra la República Bolivariana de Venezuela, República de Nicaragua, República Islámica de Irán, República Árabe Siria y otros países. Ratificaron, también, el compromiso de continuar trabajando globalmente en la defensa de la legalidad internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Impulsando la seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos y un comercio justo. Así como la cooperación sur-sur, para enfrentar la pandemia del Covid-19 y la lucha contra el cambio climático, para un desarrollo sostenible y la construcción de un nuevo orden económico mundial.
Compromisos y desafíos que, a 60 años de la conformación del Movimiento de Países No Alineados, reafirman su vigencia, actualidad y proyección en el ámbito internacional.
Notas
1 Amir Samir. 2013. L’Éveil du Sud. L’Ére de Bandoung 1955-1980. Les éditions APIC, Alger, Página 13.
LOS DIEZ PRINCIPIOS DE BANDUNG
1.- Respeto de los derechos humanos fundamentales y los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2.- Respeto de la soberanía e integridad territorial de todas las naciones.
3.- Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y la igualdad de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4.- La abstención de intervenir o de interferir en los asuntos internos de otro país.
5.- El respeto del derecho a defenderse de cada nación, individual o colectivamente, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6a.- La abstención del uso de pactos de defensa colectiva en servicio de los intereses particulares de cualquiera de las grandes potencias.
6b.- La abstención de todo país de ejercer presiones sobre otros países.
7.- Abstenerse de realizar actos o amenazas de agresión, o de utilizar la fuerza en contra de la integridad territorial o independencia política de cualquier país.
8.- La solución pacífica de todos los conflictos internacionales, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9.- La promoción de los intereses mutuos y de la cooperación.
10.- El respeto de la justicia y de las obligaciones internacionales.
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