Ecuador: donde el mundo se divide, delibera

Quito es uno de los Patrimonios Culturales de la Humanidad designados por la UNESCO. Por sus avenidas y callejas y alrededor del centro histórico de Quito las viejas casonas y los templos coloniales ven pasar una muchedumbre abigarrada que, con lentitud, se acostumbra aire cumbrereño de Los Andes. Han venido para escuchar o describir su sueño. El sueño de otro mundo posible.

El Primer Foro Social de las Américas, un adelanto del Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil, convocado para enero de 2005, delibera en Quito con la participación de cientos de delegados de 40 países. A ellos debe sumarse la presencia de artistas, invitados, personalidades de todos los ámbitos y un número difícil de calcular de activistas de organizaciones ciudadanas de todos los continentes.

Según Alberto Acosta -del comité organizador del FSA- una de las más importantes actividades de los Foros Sociales es aquella que busca los medios y métodos para una globalización distinta de la que plantea el capital trasnacional mediante la mundialización de la economía. «La construcción de una globalización diferente, anclada en las dinámicas que impone la sociedad, a contrapelo de las demandas del capital, que son determinantes en la mundialización financiera y comercial», define.

Para intercambiar ideas, plantear las nuevas teorías necesarias a la sociedad emergente y llevarlas como aporte a Porto Alegre, han comenzado a desarrollarse las 30 conferencias previstas, sobre asuntos tales como: la globalización neoliberal, la crisis del neoliberalismo en el continente, la democracia, las alternativas frente a la deuda, la desmilitarización y propuestas de paz.

La dirigente de los oueblos originarios Blanca Chancoso manifestó que durante los seis días de deliberaciones también se discutirán nuevas formas de lucha por la anulación de la deuda externa, en especial considerando su impacto en la educación, los derechos humanos y el ambiente. «Tenemos la esperanza de contribuir a la articulación social, al desarrollo de ideas y la profundización del pensamiento crítico y diverso, que prmitirán impulsar las alternativas al neoloiberalismo», dijo antes de la inauguración del acontecimiento.

Nada puede esperar mejor ocasión

En las discusiones e intercambios «oficiales» que tienen lugar en las universidades Católica y Salesiana y en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), pero tambien en otro recintos -Quito es un ágora donde todo parece de la misma importancia- hay consenso en que los tiempos juegan un rol trascendente.

Cada día la situación social y la calidad de la vida de los pueblos del antes llamado Tercer Mundo sufre deterioros difíciles de revertir, producidos por la falta de alimentación adecuada, el consumo de productos, como los transgénicos, cuyos efectos a mediano y largo plazo no se conocen, el patentamiento de especies autóctonas, la corrupción generalizada, la acción neo imperial, etc…

Se esperaba al cierre de esta información la puesta en marcha del Tribunal por la Soberanía Alimentaria, que enuiciará -por ahora en términos simbólicos- al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por la deuda ecológica. También el inicio de la Asamblea de los Pueblos, con su anunciado debate sobre la deuda y el comercio internacional. Se anticipa el rechazo a los tratados de libre comercio con Estados Unidos y, en especial, al Area de Libre Comercio de las Américas.

La Asamblea debatirá asimismo la militarización de Estados Unidos y sus ventas de armas a los países latinoamericanos.

Paralelas a las discusiones del FSA, se llevarán aquellas denominadas Foro Social por la Diversidad Sexual, que persigue «un espacio de debate y propuesta, para encarar los urgentes cambios sociales (…) y el reconocimiento completo de los derechos sexuales como derechos humanos».

Primeras actividades

El lunes, el primer día de actividades formales, se realizaron varias conferencias. Por ejemplo, «La diversidad como ética de las alternativas», con las especialistas Irene León (Ecuador), Margarita López Maya (Venezuela), Ana Rivera (Puerto Rico) y Juana Vásquez (Guatemala); y «Los movimientos sociales y poder», a cargo de Gilmar Mauro y Fernando Costa (Brasil), Francois Houtart (Bélgica) y Diane Matte (Canadá).

En el Teatro de la CCE, se realizó un acto de solidaridad con Cuba, al que asistieron diversas personalidades.

Otros asuntos relacionados con el libre comercio, los derechos humanos, las alternativas a la globalización, balance de las luchas contra el racismo y las migraciones y desplazamientos de personas, la democracia y la soberanía en el hemisferio y la estructura ética de las alternativas, contaron con la participación de delegados de Cuba, México, Uruguay, Canadá, Nicaragua, Argentina, Surinam, Chile, España, República Dominicana y EEUU.

Ciudadanos americanos

El martes se presento una moción para establecer una ciudadanía interamericana, que fortalezca y legalice el derecho a la migración, similar a la puesta en marcha por los países miembros y asociados al MERCOSUR.

«Así como en Europa hay integración, en América queremos que la integración tenga una escala humana», señaló el dirigente de Derechos Humanos chileno Diego Carrasco. «Queremos ciudadanía interamericana para que no haya más migrantes, y las personas que estén en otro país puedan sentirse acogidos más allá de sus fronteras, y debemos que dar a esto una óptica de derecho».

Reflexionar desde el Arte

Hasta el 30 de julio, el teatro, la danza y el cine compartirán la dinámica del FSA. La defensa de los Derechos Humanos será la tónica predominante en los trabajos escénicos. Algunas obras -y sus intérpretes- tendrán contacto por primera vez con una audiencia, otras son reposiciones de estrenos de temporadas anteriores.

Más allá de las representaciones, se realizarán paneles y probablemente talleres de intercambio de experiencias. El jueves, por ejemplo, representantes de Colombia, República Dominicana, Cuba y Ecuador expondrán sus ponencias sobre la situación del teatro.

En materia cinematográfica hasta el viernes -y sin cobrar entrada- en algunos cines se exhibirá el ciclo Nuestro eje del mal, con filmes como Zapatistas: crónica de una rebelión (México) y  Piqueteros (Argentina).

No son los reseñados los únicos espacios que permitirán aproximarse a los quiteños y asistentes al Foro a un sentido de las manifestaciones artísticas comprendidas como parte de la actividad vital de las personas, y no como productos ajenos a su realidad y vida cotidiana.

Algunas personalidades

El Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, de Argentina, el teólogo brasileño Frei Beto, el economista chileno Manfred Max Neef, y el ecologista español Joan Martínez Allier, figuran como expositores en la agenda del Foro.

Entre los expositores están el investigador peruano Jurguen Shultd, el venezolano Edgardo Lander, el portugués Boaventura de Sousa, el peruano Aníbal Quijano, el mexicano Héctor Díaz Polanco y la canadiense Monique Simard. También, la Premio Nobel Rigoberta Menchú, el investigador belga Eric Toussaint, la brasileña Sandra Quintela, la mexicana Esther Ceceña, la portorriqueña Ana Rivera, el filipino Walden Bello, el argentino Gonzalo Berrón, la dominicana Juana Ferrer, el estadounidense Jaribou Hill y el sudafricano Phumi Mtetwa.

El vicepresidente del Foro Permanente para cuestiones indígenas de América, Antonio Jacanamijoy (Colombia), será también uno de los xpositores, junto a las dirigentes femeninas María Cristina Iglesias -quien tambiés es ministra del Trabajo de Venezuela- y Arelys Santana, de la Federación de Mujeres Cubanas.

Nada parecido a la feria cultural e inmobiliria del Foro catalán de las Culturas o al súper mercado de las sonrisas vacuas de la reunión del partido Demócrata estadounidense en Boston. En Quito se reunieron los pueblos. Y no necesitaron de autoridades para deliberar. Floreció el «Jardín de las peculiaridades», como tituló Jesús Sepúlveda a su ensayo, aunque haya sido no más -esta vez- que por unos pocos días.