Ecuador: recuerdo de Luis Vitale
Jorge Núñez Sánchez.*
Escribo estas líneas todavía golpeado por la noticia de la muerte del legendario revolucionario, académico y escritor Luis Vitale, ocurrida en Santiago de Chile, el 27 de junio. Nacido argentino y convertido en chileno por elección propia, Luis fue un hombre ejemplar en muchos sentidos. Desde su juventud se afilió a la causa de la revolución social y no cejó en ello hasta su muerte.
Militó siempre en la izquierda de la izquierda y fue compañero del Che, mirista, socialista revolucionario y, últimamente, marxista libertario. También estuvo vinculado a los sindicatos y fue dirigente de la Central Única de Trabajadores de Chile, entre 1958 y 1962.
Pero su más destacado espacio de acción fue el mundo académico y de las ideas.
Discípulo del historiador argentino José Luis Romero, con quien estudió en la Universidad de La Plata, fue sobre todo un notable historiador y un maestro por vocación esencial. Fue profesor de la Universidad de Chile, de la Universidad de Concepción y de la Universidad Técnica del Estado, antes de ser víctima de la dictadura pinochetista, que lo mantuvo preso y bajo tortura por un par de años, antes de expulsarlo del país, ante la presión de la solidaridad internacional.
En el exilio, fue profesor de la Universidad Goethe de Frankfurt, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Nacional de Bogotá y la Universidad de Río Cuarto en Argentina. Sus méritos intelectuales le valieron ser designado Profesor Doctor Emérito de la Universidad de Gröningen, en Hamburgo.
Entre sus numerosas obras publicadas se destacan “Interpretación marxista de la historia de Chile”, que alcanzó 7 tomos, y la formidable “Historia social comparada de los pueblos de América Latina”, en varios tomos. También es necesario mencionar sus libros: “La contribución de Bolívar a la economía política latinoamericana”, “Una mirada latinoamericana a la Historia Universal”, “Historia de la deuda externa latinoamericana”, “Teoría de la Historia”, “Historia de los pueblos originarios”, “El protagonismo social de la mujer en la historia de América Latina”, “Música popular e identidad nacional”, “Repercusiones de la Revolución Mexicana en América Latina” y “El deterioro ambiental”.
En paralelo con su pasión revolucionaria iba su pasión por la música popular latinoamericana y en especial por el tango, que cultivó con especial deleite hasta sus últimos días. Alguna vez me contaba que incluso fue violinista de una orquesta argentina de tango, en los días de su juventud. Y se regodeaba también con el nuevo tango de Piazzolla y otros autores, que su sobrino Lito Vitale ha contribuido a pulir y difundir por el mundo.
En su estudio “Génesis y desarrollo de la identidad nacional y latinoamericana”, escrito el año pasado, consignó estas ideas:
“La música popular contribuyó a forjar nuestra identidad, no sólo por sus ritmos, sino también por sus letras. Las letras expresaron la identidad centroamericana, caribeña, andina, brasileña y del Cono Sur, además de la identidad de clase, de género femenino y de pobladores de la periferia suburbana.
"Las letras del tango reflejaron problemas de los oprimidos, las frustraciones, amores y desencantos, no sólo de argentinos y uruguayos. El tango se bailó y cantó también en Chile, México, Venezuela, Cuba y Colombia, donde surgieron nuevos autores de tangos. Indudablemente, el tango reforzó la identidad nacional. Una de las causas del éxito masivo del tango fueron sus letras de crítica social, de la vida en los barrios, del bulín, la amistad y otros temas de la vida cotidiana. Y el tango de crítica social más escuchado fue Cambalache …
"El pasillo, ritmo ecuatoriano, expresa el sentir de los campesinos obligados a emigrar a las ciudades: Todo lo que quise yo/tuve que dejarlo lejos/siempre tengo que escaparme/y abandonar lo que quiero…
"Conclusión: los ritmos y las letras de la música popular contribuyeron de manera relevante a forjar la identidad regional, nacional y latinoamericana”.
Ahora, cuando ese gran pensador, luchador y soñador de nuestra América ha fallecido, rendimos homenaje a su memoria e invitamos a leer sus obras en el portal electrónico Archivo Chile.
* Historiador.
Publicado en la edición impresa del diario ecuatoriano El Telégrafo, 1º de julio de 2010.